En el año 2018, 17 millones de personas no se acercaron a las urnas de votación y dejaron que otros 19 millones de colombianos tomaran la decisión sobre quién debería ser el presidente de la República para los próximos 4 años.

Y cuatro años atrás, en el 2014, fueron 19 millones de personas las que no votaron en la primera vuelta presidencial y 17 millones en la segunda.

Hace cuatro años las elecciones se dirimieron entre Iván Duque y Gustavo Petro, en la segunda vuelta; y en el 2014 la contienda final fue entre Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga.

Duque le ganó a Petro por 2 millones 300 mil votos y Santos a Zuluaga por 999.000. ¿Qué habría pasado si hubieran votado los que dejaron de hacerlo?

La cifra más dramática es la de 1994, cuando el 60 por ciento de los colombianos habilitados para votar decidieron no hacerlo, el día que se dirimía el cargo entre Ernesto Samper y Andrés Pastrana, junto con otros 16 candidatos, en la primera vuelta.

Esa vez, en la primera vuelta solo votaron 5 millones 700 mil colombianos. Para la segunda ya se animaron otros y, aun así, solo se alcanzó una votación de 7 millones 300 mil. Es decir que el 56,68% dejó de hacerlo.

Samper le ganó a Pastrana en la primera vuelta solo por 18.439 votos. Y en la segunda, por solo 156.568.

¿Qué hubiera pasado si la participación electoral hubiera sido mayor?

La pregunta es imposible de responder con certeza porque tendríamos que saber cómo irían a votar aquellos que no lo hicieron. Pero nos sirve para darnos cuenta de que, si fueran a las urnas aquellos que no suelen hacerlo, podrían cambiar la historia, ya sea entregando una mayor fortaleza al elegido o eligiendo al que no pudo llegar.

¿Que un voto, el suyo, no hace la diferencia? No es cierto. Porque si hay otro, y otro, y muchos más que piensan lo mismo que usted y se deciden a ir a las urnas, pueden cambiar los resultados de una elección.

Las de este domingo son unas de las elecciones más cruciales en la historia de Colombia. Se puede estar eligiendo no solo a un presidente, sino a un modelo económico y social. Y por eso es que el país lo necesita hoy a usted. Se necesita sumar muchos votos para que vote por quien quiera votar, gane quien gane, tenga un poderoso respaldo de la ciudadanía que ojalá no quepa la menor duda de que eso es lo que quieren los colombianos.

Hoy más que nunca se necesita que la diferencia de votos entre uno y otro candidato sea tan grande que no haya manera de dudar de los resultados. Que ninguno de los candidatos tenga la posibilidad de decir que pudo haber un mal conteo o que se hizo trampa. Que las cifras sean contundentes y que lleven a la certeza del resultado.

No se le olvide: en su voto puede estar la decisión de la Colombia que usted quiere. Salga a votar, por quien desee, para que quede con la convicción de haber puesto el pecho por su país.