Hoy les escribo desde la nostalgia amigos míos; desde muy muy lejos. Mientras tecleo la pantalla del ipad, la nieve golpea el panorámico del bus de dos pisos que nos lleva a Lina y a mí desde Sarajevo, en Bosnia Herzegovina, hasta Dubrovnik, en Croacia. Ya casi ajustamos cuatro años y medio de viaje por el mundo, más de seis meses recorriendo Europa.

Esta semana alcanzamos un frío cruel de -15 grados, y nunca había tenido tantas ganas de estar en una playa. Ahora esa es nuestra fantasía, casi pornográfica. Y pienso que si la tierra me tragara le pediría que me escupiera en el Cabo de la Vela, en mi país, en La Guajira. Solazo, atardeceres de soles redondos y anaranjados como un lulo pintón, vientos furiosos que inflan velas de kitesurf y los hacen volar de aquí para allá. Una cervecita por favor.

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Pero el bus sigue su camino. Todo está blanco y congelado como el interior de una nevera vieja: los techos de las casas, los carros, el pasto, los pinos de lado y lado de la carretera. Precioso, sí, pero malditamente frío.

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Y entonces, durante estas seis horas de viaje por tierra, me animé a contarles las cinco razones por las que me iría YA mismo para La Guajira, si no estuviera dando vueltas por el invierno de los Balcanes. Pero como ando por acá, entonces aquí se las dejo para que ustedes vayan. Y si ya fueron, para que regresen.

5. Por sus paisajes:

Durante el tiempo que llevamos viajando por rincones increíbles del mundo, difícilmente hemos podido encontrar paisajes que se le puedan acercar en belleza a los de La Guajira. Las dunas de ese desierto tan Sahara fundirse con ese mar tan azul. Los médanos de Aleiwolu pegados por la magia de la naturaleza con las montañas boscosas del Parque Nacional Natural La Macuira. Las planicies blancas de Manaure. ¿Y El cabo de la vela? ¿Y el Pilón de azúcar? ¿Y el ojo de agua? ¿Y la laguna de Camarones? Sí, todos esos también: La Guajira es eso: una maravilla tras otra.

4. Por la aventura:

Viajar a la Alta Guajira es toda una aventura. Ni se te ocurra dártelas de Indiana Jhones criollo en el desierto porque si te vas sólo te vas a perder. No se puede llegar por cuenta propia, hay que viajar en camionetas 4×4 conducidas por guías profesionales, locales que se conocen el desierto como la palma de su mano. Y mientras te llevan te cuentan los secretos de su tierra desértica y abandonada a su suerte, la magia de ese lugar maravilloso donde desierto, viento y mar no se han soltado de la mano desde el inicio de los tiempos.

 

3. Por su cultura:

Los Wayúu, nuestros hermanos colombianos del norte, son una cultura ancestral que guarda secretos impensables por nosotros los “Arijunas”, como llaman a quienes no hacemos parte de su etnia. Por ejemplo, ¿sabías que cada hombre tiene derecho a casarse con ocho mujeres? ¿Y que no lo hace porque en cada matrimonio debe darle un dote a la familia de la novia y entonces le sale muy caro tener tantas mujeres? Allá descubrimos que cuando las niñas tienen su primera menstruación, las encierran para enseñarles a tejer las mochilas, los chinchorros y todas esas artesanías tan bellas que vemos. Y no las puede ver nadie durante su encierro, solo su madre y su abuela, hasta que estén listas para salir a encarar al mundo como toda una mujer. Y que los conflictos entre Wayúus los resuelve un palabrero. Y su gastronomía, y sus rancherías: entenderlos y conversar con ellos es una obligación en un viaje a La Guajira.

 

2. Por su naturaleza y su fauna:

Cuando uno va a la laguna de Camarones parece que la naturaleza tuviese una obra preparada: como si sólo te estuvieran esperando tu llegada para ponerse en acción: miles de flamencos rosados alzan el vuelo, y atrás de ellos un atardecer dorado que hace brillar el agua. Y uno va navegando suavecito, en una barca hechiza capitaneada por un indígena. Y la vela es una colcha de retazos de costales unidos que se infla para hacer avanzar la barquita. Poesía pura.

 

1. Porque allá te necesitan:

Esta es la razón principal, y todos en Colombia lo sabemos. La Guajira es tal vez el territorio de nuestro país más abandonado por el estado: les quitaron los ríos para dárselos a El Cerrejón para que se llenaran de billete con el carbón, y los niños se mueren de hambre por miles, y no tienen agua porque nunca llueve y porque los acueductos siempre se quedan en promesas. Y los gobernantes locales son unas ratas regordetas con sobrepeso de conciencia de tanto robar mientras los niños mueren en los huesitos. Pero nuestro pesar no ayuda, ni los likes ni las manifestaciones virtuales: El turismo sí. Cada viajero que llega a La Guajira es una oportunidad de desarrollo para estas comunidades, que día a día se abren más a los foráneos para compartir su cultura y emprenden con servicios turísticos de calidad que los sacan de la olla histórica en la que la sociedad colombiana los ha tenido metidos.

 

Eso sí, si vas a La Guajira tienes que ser un turista responsable, tu papel es fundamental. Pagar precios justos por las mochilas y las artesanías es valorar el trabajo de semanas que les toma a estas mujeres crear los productos; en cada puntada imprimen la herencia de sus ancestros para que tú luzcas un bolso lindo. Hacer turismo ecológico responsable, recoger tu basura, respetar la cultura de los indígenas, entender que el extraño eres tú y que estás llegando a una tierra donde te están dando la bienvenida. Hacer tours con agencias que respondan a estos principios éticos y no sólo exploten la tierra y conviertan los indígenas en una vitrina de pornomiseria. Si me aceptan una recomendación, les cuento que nosotros hicimos muchos tours por La Guajira y aprendimos muchísimo viajando con esta empresa,  y por eso siempre la recomendamos en el blog donde relatamos todos nuestros viajes por el mundo.

Mientras seguimos aguantando el frío de la ex Yugoslavia, los invitamos a que nos acompañen en la aventura nómada sin fecha de regreso de esta pareja de colombianos que renunció a sus trabajos para cumplir su sueño de vivir viajando y documentando la hospitalidad de los pueblos mundo.

➡ 💡 Estamos en Instagram como @renunciamos_y_viajamos

 

¿Conocen La Guajira? ¿Agregarían alguna otra razón para viajar a esta tierra maravillosa? Compartan su opinión en los comentarios para que entre todos hagamos crecer esta experiencia viajera.

Gracias por leer. Hasta la próxima.