Cesar Manuel Granados León, docente de la Escuela de Marketing y Branding del Politécnico Grancolombiano

Los principales avances científicos, tecnológicos y de innovación han surgido en épocas difíciles, por ejemplo, en 6 años la Segunda Guerra Mundial dejó los adelantos importantes que impactan aún nuestra actualidad, en química se crearon polímeros o plásticos, en las telecomunicaciones nacieron avances que hicieron posible que hoy usemos wifi, bluetooth y el seguimiento por posición global terrestre o GPS. También surgieron productos como las gafas de sol, cinta pegante, alimentos enlatados, relojes de mano, la cremallera, pañuelos descartables y toallas sanitarias para damas. Y qué decir de las maravillas creadas en el campo de la aviación, los sistemas de propulsión que abrieron la era espacial y el primer sistema de procesamiento de información como lo fue la máquina de Turing, hallazgo que dio paso a la computación. Todos estos antecedentes fueron grandes aportes nacidos durante este conflicto.

Ahora bien, el ser humano en su constante búsqueda de resolver problemas está capacitado para emplear materiales, herramientas y recursos que estén a su alcance para proponer soluciones a esos factores generadores de incomodidad. La actual contingencia sanitaria hace que empleemos la creatividad y la recursividad para dar respuesta a las situaciones que por escasez de productos deban ser solucionadas con diseño e innovación, en una tendencia conocida como HUM, en castellano hágalo usted mismo o en inglés el conocido DIY do it yourself. La oportunidad de gestionar nuestros propios diseños, reparaciones, fabricaciones y propuestas son la muestra de lo habituados a consumir artículos que son de fácil fabricación en casa.

¿Cuáles son los pasos para generar una innovación o de adopción tecnológica en la solución de un problema? Primero, si el objeto que satisfacía una necesidad está averiado es importante saber cómo puede ser reparado, volver a usar aguja e hilo, masillas de rápido endurecimiento, pegantes multipropósito y silicona fría o caliente. Debemos enfocarnos en el objetivo y es solucionar el problema, la investigación es la fuente de la inspiración, buscar antecedentes o tipologías es lo fundamental, solo basta remitirnos a Google para preguntar lo que queramos solventar, por ejemplo ¿cómo hacer gel antibacterial en casa? o ¿cómo reparar una filtración en la llave del agua? En seguida podremos ver múltiples videos, blogs y ‘reviews’, los cuales son realizados por personas inquietas que quieren compartir estos contenidos, extendiendo la sabiduría popular.

Lo segundo que debemos hacer es garantizar que el área de trabajo esté bien iluminada, mantener el orden de los materiales y las herramientas, cumplir con los mínimos requerimientos de seguridad en caso de que trabajemos con desprendimiento de viruta empleando tapabocas y monogafas, por otro lado, si en el proceso genera reacciones térmicas o químicas usar guantes que aíslen manos y brazos por cualquier eventualidad.

Como tercera recomendación se debe reconocer la curva de experiencia, lo cual representa que el resultado en la primera prueba puede no llenar las expectativas que teníamos frente a la prueba o incluso no tener éxito a partir de algún error, pero precisamente se trata de un proceso de aprendizaje, de prueba y error entendiendo que antes solo debíamos salir a comprar, pero ahora es preciso retomar hábitos incluso de nuestros abuelos, quienes construían sus propias herramientas y artículos de uso diario sin salir de casa. Desde otra perspectiva, volveremos a aquellas prácticas donde se reparaba, se construía y se fabricaban muchos productos al interior del hogar.

Puede ver aquí cómo hacer un tapabocas. Elaborado por: ProductLab – Unidad de Producción Académica – IUPG.