Laura Johana Jaramillo Soto, Líder Sistema de Gestión Ambiental Politécnico Grancolombiano.

El aumento en la concentración de las emisiones gases efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, es el factor principal de la actual problemática ambiental de cambio climático que se evidencia en la escala mundial, nacional y local, generando efectos adversos en los componentes abiótico, biótico y socioeconómico como el calentamiento global, desprendimiento de icebergs y ascenso del nivel del mar, cambio de hábitats naturales, pérdida de biodiversidad, disminución de la productividad en suelos fértiles y desertificación de tierras, esta última situación antepone el riesgo de seguridad alimentaria.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, conocida como Cumbre de la Tierra realizada en el año 1992 en la ciudad de Río de Janeiro (Brasil), adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) con el objetivo de establecer políticas, acuerdos entre los países miembros y dirigir recursos económicos para generar un equilibrio entre la oferta natural y la concentración de emisiones GEI influenciados por actividades antrópicas. Las 197 Partes de la Convención, definen el cambio climático como “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”.

Instrumentos internacionales como el Protocolo de Kioto, vigente en 2005, cita el primer compromiso de reducción del 5 % en el nivel de emisiones GEI generadas en el año 1990, límite mínimo a cumplir por los países desarrollados firmantes en el Anexo I durante el período 2008-2012, finalizada esta etapa la Cumbre de Doha adoptó nuevos compromisos para un segundo período 2013-2020, sin recibir las ratificaciones necesarias. Una nueva esperanza para enfrentar el cambio climático surge con el Acuerdo de París celebrado en el año 2015 (COP21), el cual señala la importancia de iniciar estrategias globales invitando a todos los países, incluir programas para un desarrollo sostenible bajo en emisiones GEI y en ese sentido, mantener el incremento de la temperatura por debajo de 2°C limitando el calentamiento del sistema climático de la Tierra a 1,5°C, a partir de las evaluaciones realizadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Colombia, unida al esfuerzo global frente al cambio climático, ratifica el Acuerdo de París presentando como objetivo reducir el 20 % de las emisiones GEI al año 2030, iniciando acciones de adaptación al cambio climático mediante la creación del Sistema Nacional de Cambio Climático (SISCLIMA) y el establecimiento de la Política Nacional de Cambio Climático y la Ley de Cambio Climático.

El Poli, comprometido con la acción por el clima presenta entre sus lineamientos desarrollar actividades responsables que mitiguen y compensen las emisiones de GEI, estableciendo buenas prácticas ambientales desde el Sistema de Gestión Ambiental sede Campus, certificado con la norma internacional ISO 14001:2015, las actividades de gestión ambiental implementadas para reducir la huella de carbono se relacionan con la erradicación de especies foráneas (eucaliptos) y siembra de especies nativas en la sede Campus, mantenimiento de zonas verdes con abono orgánico generado en el proceso de lombricultura, instalación de luminarias tipo Led, uso de papel ecológico y herramientas para manejo de información digital, reciclaje y aprovechamiento de residuos sólidos, transporte colectivo de la Comunidad Educativa con tecnología para reducción de emisiones de CO2 y uso de la bicicleta, jornadas de educación y sensibilización ambiental con recorridos a la quebrada Las Delicias, ecosistema localizado en el área de influencia directa de la sede Campus.

En el año 2019, el Poli disminuyó 36,82 % de las emisiones GEI a partir del año base de medición y realizó la compensación del 100 % de la Huella de Carbono Corporativa sede Campus mediante el mantenimiento de especies forestales localizadas en el municipio El Bagre, departamento de Antioquia, neutralizando las emisiones GEI contribuyendo al Objetivo de Desarrollo Sostenible No. 13 Acción por el Clima y a la meta nacional de reducción en carbono.

En confinamiento por la situación epidemiológica actual enfrentamos la amenaza más urgente para los seres humanos, dando un respiro al planeta sumando acciones individuales para un consumo responsable de agua, energía y papel, practicando la separación de residuos y el reciclaje, sembrando un árbol de manera virtual grabando nuestro nombre en la memoria de un futuro posible frente a la ambición climática.