Juanita Bejarano Celis, coordinadora del programa de promoción de la salud y prevención de la enfermedad mental del Politécnico Grancolombiano

Al iniciar cada año nos ponemos metas por cumplir. Usualmente las escribimos, las visualizamos, las contamos y estamos prestos a iniciar un horizonte nuevo para emprender el camino. Aunque plantearse metas es un indicador de salud mental, es importante considerar en la agenda qué se puede hacer para mejorar el bienestar porque no hay salud sin salud mental.

Pensando en tu salud mental nos hemos propuesto recordar temas importantes para que se convierta en una de las metas por cumplir diaria. Se ha considerado que tener estrategias asertivas para asumir el estrés de la vida cotidiana disminuye el riesgo de consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, así como el de presentar enfermedad mental, entre las principales depresión y ansiedad tanto en niños/as, adolescentes como en población adulta.

La salud mental es un derecho y debemos propender por reconocerlo y priorizarlo. Acceder a los servicios de salud mental puede ser considerado un factor de discriminación, burla y estigma, por lo que se deben buscar los espacios para hablar sobre el tema y así crear una cultura en la que se mitiguen los estereotipos.

Otro aspecto para ejercer el derecho a la salud mental es hablar sobre el problema o la dificultad actual. Cuando esto se logra se puede llegar a la creación de estrategias e incluso conocer otros que han pasado por la misma situación y así considerar qué se puede hacer para lograr el afrontamiento saludable.

Recibir información sobre el tema y educarse puede contribuir a reconocer los síntomas y las señales de alarma. Hay que tener claridad sobre lo que sentimos y pensamos, usualmente utilizamos frases como “me siento depre” o “estoy ansioso” sin conocer a fondo de qué se trata cada uno.

Expresar las emociones es otra manera de validarnos y conocernos. Que este sea el momento para conocer qué es lo que se siente ante determinadas situaciones. Cuando aprendemos a reconocer qué ocurre fisiológicamente en nuestro cuerpo ante la ira, la felicidad o la tristeza, por ejemplo, podemos ser más asertivos mientras podamos ejecutar estrategias que favorezcan el afrontamiento de la situación.

Si lo considera necesario, consulte a un especialista. Las personas tienen la posibilidad de consultar a los profesionales. En la actualidad se está trabajando en la modalidad de teleorientación en la que atienden expertos como lo es la línea 192 opción 4.

Ahora que hemos planteado algunas alternativas, ¿qué incluirás en tus metas para mejorar tu salud mental en el 2021?