Los proyectos ambientales en las organizaciones son una prioridad para la adaptación al cambio climático y el cumplimiento de las metas de los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Es una necesidad que Colombia garantice la calidad de vida y el buen vivir de todos los ciudadanos, preservando los recursos naturales, desde las bases ecológicas, económicas y sociales. El compromiso comienza desde las organizaciones, formulando propuestas alineadas con los planes de desarrollo locales, donde se establecen estrategias de sostenibilidad con objetivos y medidas claras frente a las actividades de la organización.
El cambio climático, la sobreexplotación de los recursos naturales, los desastres naturales, la deforestación y desigualdad social, el empobrecimiento progresivo de gran parte de la humanidad y la perdida de diversidad de fauna y flora se encuentran entre los desafíos sociales más apremiantes para el mundo.
Lograr una conciencia ambiental y un consumo responsable desde las empresas es una necesidad desde la circunstancia de las amenazas que estamos viviendo. Los seres humanos juegan un papel crucial en esto, porque sus decisiones y los efectos de sus acciones, tanto positivas como negativas, determinaran el futuro de las generaciones. La visión de una empresa sostenible, como un lugar respetuoso con el ambiente para aprender, trabajar y vivir, manteniendo la biosfera en funcionamiento, es fundamental para toda la vida en la tierra. El aire limpio, la capa de ozono, el manejo de residuos, las energías renovables, la seguridad alimentaria, la des-carbonización son temas tan relevantes que están formando un activismo en la ciudadanía que desborda las fronteras del empoderamiento empresarial.
Los desafíos ambientales actuales se deben enfocar en acciones concretas, como el uso eficiente de los recursos naturales renovables y no renovables, la eficiencia energética, la alineación de nuestras políticas ambientales con la industria, la motivación social empresarial y la educación ambiental en todos los sectores son clave para el engranaje del desarrollo sostenible. El cambio de modelos de producción y consumo son las bases o raíces de las políticas actuales de los proyectos empresariales basados en la protección de los ecosistemas estratégicos.
En el día mundial del reciclaje, es un llamado de atención a la utilización de plásticos de un solo uso, residuos químicos, emisión de contaminantes, crisis climática entre otros. Es fortalecer las políticas para que las industrias entren en un modelo de la economía circular y en las soluciones basadas en la naturaleza. En este contexto, los datos son preocupantes, desde el Ministerio de Ambiente solo se recicla un 17% de las más de 12 millones de toneladas de basura y de otros materiales, lo que no contribuye al cumplimiento de los ODS y los acuerdos promulgados en marzo en la UNEA 5-2 en Nairobi, Kenia sobre la crisis ambiental y el cambio climático.
Pero los avances ya son una realidad. Con la nueva política de manejo de RESPEL (Política ambiental para la gestión integral de residuos peligrosos y Plan de Acción 2022-2030), centrada en la economía circular, en el ODS 12 consumo y producción sostenible, manejo de residuos, en la prevención y sustitución de sustancias químicas nocivas con el ambiente, la no utilización de estos compuestos es la mejor respuesta a la crisis climática.
El fortalecimiento de la red verde del grupo RETORNA para cerrar el ciclo es fundamental para el pos consumo y la corresponsabilidad; acciones de la ANDI y FENALCO, la Asociación Nacional de Recicladores, donde los proyectos buscan una alternativa comunitaria, mejoran la calidad de vida de aquellas personas que se acogen a los intereses del sector.
El día mundial del reciclaje, es una oportunidad para lograr un consumo sostenible, la contribución de reducción indispensable para dejar la dependencia de las materias primas primarias. Es una estrategia empresarial, especialmente en este año de turbulencia política mundial, para promover la comprensión de que los desechos son una fuente de materias primas industriales. El reciclaje es una forma activa para la crisis climática, conserva los recursos naturales y contribuye al desarrollo sostenible en las cadenas productivas de nuestro país. También son una fuente de suministro casi inagotable para generar empleo a las comunidades más vulnerables. No hay economía circular sin la participación de los consumidores.
Por: Ramón Gabriel Aguilar, docente de la Tecnología en Gestión Ambiental Politécnico Grancolombiano, virtual y presencial