Es un hecho. El próximo 19 de junio de 2022, Colombia tendrá segunda vuelta electoral para definir entre los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, quién será el nuevo presidente para el periodo 2022-2026.

Los resultados de las votaciones del pasado domingo 29 de mayo en la primera vuelta presidencial dejaron a más de uno sorprendido, debido a que los partidos tradiciones no fueron los que conquistaron a los votantes, sino que, por el contrario, fueron dos candidatos ajenos a la hegemonía que ha manejado el país los que obtuvieron la mayor votación.

El izquierdista Gustavo Petro, con el 40 % de los votos, se ha caracterizado por presentar una mirada más social. El populista independiente Rodolfo Hernández, con el 28 %, en su discurso destaca que está a favor ética y en contra de las formas tradicionales de gobernar. Estos números podrían cambiar de cara a la segunda vuelta, debido a que las próximas semanas serán decisivas, al presentarse una fuerte disputa y confrontación entre los candidatos.

Jalily Covezdy Rojas, coordinador del Programa de Ciencia Política del Politécnico Grancolombiano, advierte que los candidatos, en esta nueva etapa, le deben apostar a discursos persuasivos, es decir, aquellos que son utilizados para convencer al público de adoptar un punto de vista y un curso de acción en particular según el contexto político, puesto que esto les permitirá, obtener el apoyo de la mayor parte de los votantes.

También agrega que: “el discurso por parte de ambos candidatos se mantiene y fortalece desde primera vuelta, pero ahora optaron por generar un giro interesante en la contienda al cambiar de tono donde la política se dignifica y la lucha política se humaniza, dejando de lado el desprestigiarse entre ellos delante de la comunidad, para poder favorecerse y ganarse más votantes”.

De otro lado, las fuerzas políticas han manifestado oficialmente a quién apoyan, pues Gutiérrez, Gómez y Rodríguez han confirmado su adhesión al ingeniero Rodolfo Hernández. Pero Gustavo Petro tiene un reto mayor que se centra en cómo ampliar el apoyo que le pueden brindar otras figuras políticas, así como también debe pensar en tan pocos días hacia dónde se van a mover y cómo va a conquistar y recaudar los votos de los indecisos y abstencionistas que resultan siendo parte fundamental en las próximas elecciones.

Sin duda, los resultados en primera vuelta también evidencian que los colombianos tienen la esperanza de ver una forma distinta de gobernar. Por ello se han familiarizado con un cambio en la cultura política, así como también buscan creer nuevamente en sus instituciones, gobernantes y en los procesos democráticos. En otras palabras, el cambio que el pueblo busca es que no se roben a Colombia, que no haya más corrupción, que las instituciones, que son lo más sagrado en la democracia, sean las encargadas de transmitir verdaderos valores, así como una institucionalidad sana que es aquella que acaba con las prácticas clientelistas y burocráticas.

Sin embargo, aunque la carrera por la presidencia y vicepresidencia corre cada vez más rápido, ambos candidatos deben permanecer coherentes, articularse con las dinámicas que se está desarrollando actualmente en el país y mover sus fichas de manera táctica para lograr obtener la victoria en las próximas elecciones, ya que esto es lo que los va a llevar a la casa de Nariño como nuevo jefe de estado y gobierno de Colombia.

Por: Anggie Katherine Caicedo Peña – Estudiante de Comunicación Social y Periodismo del Politécnico Grancolombiano