Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
El pasado 3 de julio se celebró en Colombia el día del economista. Esta fecha coincide con el natalicio de Pedro Fermín de Vargas, nacido en San Gil en 1762 y considerado el primer economista de la historia independiente de Colombia. Pedro Fermín de Vargas se educó en el Colegio Mayor del Rosario y se interesó de forma temprana por las actividades productivas de la Nueva Granada. Su forma de aproximarse al conocimiento económico fue a través de la lectura y en el marco de la Expedición Botánica, proyecto de carácter científico que le permitió conocer de cerca el proceso productivo y condiciones de comercialización de productos que, como la quina, contribuirían en el siglo XIX con el crecimiento de la economía nacional.
En el siglo XX, Colombia recibió a dos grandes economistas extranjeros que aportaron a la comprensión de los procesos de desarrollo del país y a los diseños de política económica. Albert Hirschman, economista de origen alemán educado en el London School of Economics, construyó sus visiones sobre el desarrollo de nuestro país recorriéndolo, aprendiendo de sus procesos productivos y reconstruyendo desde la base sus visiones sobre el cambio estructural en entornos como los de la Colombia de finales de los cincuenta.
También contamos con la presencia de Lauchlin Currie, economista canadiense, educado en el London School of Economics. Currie fue asesor de varios gobiernos nacionales y propuso estrategias para reactivar el empleo que fueron adoptadas en el marco del programa conocido como las cuatro estrategias y desarrollado en el último gobierno del Frente Nacional.
Además de la trascendencia de las contribuciones de ambos economistas, conviene llamar la atención sobre sus formas de aproximarse a la disciplina económica: desde el conocimiento de los territorios y las bases sociales que les dan sentido o desde las altas esferas del poder. Ambas aproximaciones son valiosas y permiten diseñar estrategias y hojas de ruta que han generado avances positivos en la economía nacional.
La vida de estos dos economistas muestra que no hay única forma de entender la economía, en nuestra disciplina concurren visiones que se pliegan a los principios ortodoxos y otras que son de naturaleza heterodoxa. Como en las experiencias de Currie y Hirshmann ambas ofrecen alternativas teóricas, de ahí que los debates en economía no siempre lleven a una única respuesta, por el contrario, llevan a una serie de posibilidades, posibilidades que deben ser analizadas pues son de importancia capital para el bienestar de millones de personas.
La labor del economista implica no solo conocer los principios teóricos detrás de la disciplina, conocemos los territorios, los entornos sociales, las tendencias observadas en la información estadística, las estructuras de poder y con ella construimos análisis de posibilidad. Como Pedro Fermín de Vargas somos lectores, exploradores, observadores e intérpretes de una realidad compleja.
Por:
Claudia Milena Pico Bonilla
Profesora Titular de la Facultad de Negocios, Gestión y Sostenibilidad del Politécnico Grancolombiano