La seguridad y salud en el trabajo se ha convertido en una herramienta fundamental para el incremento de la productividad en las organizaciones. A través de esta, las organizaciones logran establecer lugares de trabajo saludables y apropiados para que los colaboradores desarrollen sus funciones a cabalidad, motivados por su propio bienestar físico y emocional.
Con los recientes hechos de la humanidad relativos a la pandemia de la enfermedad por COVID-19 y los avances tecnológicos en materia de trabajo virtual y conectividad, el panorama para las organizaciones se modificó, y la rama legislativa definió orientaciones específicas sobre los nuevos métodos de trabajo y contratación del personal. Derivado de estas nuevas alternativas, también emergieron otros peligros para la salud de los trabajadores o se modificaron los riesgos, ya que los niveles de exposición han variado porque los colaboradores laboran bajo recientes modalidades, permaneciendo en casa para el desarrollo de sus funciones, requiriendo de un espacio físico dentro de su hogar con el que normalmente no contaba, dado que su actividad productiva la desarrollaba de manera externa. También en este escenario laboral, se necesita concentración y silencio para enfocarse en sus tareas, ya que en los hogares se presentan interrupciones, charlas, necesidad de atención de la familia y no es fácil obtener su comprensión sobre la necesidad de delimitar un espacio para el desarrollo de la actividad laboral, lo cual ha disparado los factores de riesgo psicosociales, haciéndolos críticos y de alto impacto para la salud del trabajador, al tener que dividir su atención en numerosos aspectos de importancia.
De otra manera, los puestos de trabajo también deben cumplir con estándares respecto a los factores biomecánicos y ergonómicos, pues el trabajador requiere confort en su sitio de trabajo, ya que a causa del desarrollo de sus funciones no debe accidentarse ni enfermarse, por esta razón debe tener equipos de trabajo ergonómicos, acorde a sus funciones que le faciliten el cumplimiento de sus objetivos a nivel laboral.
La ausencia de las características antes mencionadas en cuanto al ambiente y condiciones adecuadas para el trabajo, son las generadoras de estos nuevos escenarios de riesgos laborales, también denominados riesgos emergentes. Su adecuada intervención es responsabilidad absoluta de las organizaciones, ya que no pueden evadir sus obligaciones respecto a garantizar la adecuada implementación de las actividades de seguridad y salud en el trabajo, aun cuando el método de trabajo y la contratación no sea presencial. Las universidades y demás centros de formación en el área son directos implicados en el desarrollo de las competencias en los nuevos profesionales que les permitan afrontar de manera asertiva estos riesgos, gestionarlos y proponer soluciones viables en las organizaciones, todas en pro de la salud de los trabajadores, estén dentro o fuera de las instalaciones físicas de la empresa.
Bajo este panorama, el Centro de Pensamiento de Gestión de la Seguridad y Salud Laboral del Politécnico Grancolombiano desarrolló el pasado 30 de junio de 2022 el l Foro Nacional y Regional: Estrategias de intervención en SST- Presente y futuro de la prevención y control de los riesgos, con representación de Ecuador con el Instituto Tecnológico Universitario Cordillera de Quito, de Colombia con participación de la Fundación Universidad de América y del Politécnico Grancolombiano. El Foro tuvo como propósito generar un espacio para reflexionar sobre los riesgos asociados a los nuevos contextos laborales y su potencial efecto sobre la salud de la población trabajadora, concluyendo que los lugares de trabajo se encuentran sometidos a continuos cambios derivados de la introducción de nuevas tecnologías, nuevas sustancias y nuevas formas de empleo, que han dado lugar a los denominados riesgos emergentes.
Lo anterior ha generado consecuencias para los trabajadores como el tecnoestrés, considerado como la pandemia de la salud mental y el aumento de trastornos músculo esqueléticos, que además requieren estudios con una perspectiva de género. De igual manera, se plantearon retos frente a la prestación de servicios de SST efectivos para los trabajadores digitales, retos en cuanto a las capacidades adecuadas para el manejo de sustancias peligrosas con seguridad en procesos como la impresión en 3D y 4D y la bioimpresión, en relación con asegurar la competencia del personal y asegurar el proceso de diseño y mantenimiento de equipos.
Por: Lisbeth García Guerrero, Maria Alexandra Malagón Torres y Edinson Johan Gómez Solano, docentes del Centro de Pensamiento de Gestión de la Seguridad y Salud Laboral del Politécnico Grancolombiano