Realmente el tema de la equidad de género en las organizaciones ha venido cobrando importancia y reconocimiento no solo desde el sector privado, sino, desde las políticas públicas. En este sentido, en Colombia se cuenta con un marco legal que promueve y favorece la participación de las mujeres.
Particularmente, las organizaciones deben favorecer la flexibilización laboral, establecer metas de género, disminución de brechas salariales, dejar de estigmatizar y encasillar a las mujeres dentro de diferentes estereotipos, promover y entender que las tareas del cuidado también pueden estar a cargo de los hombres y que ellos pueden y deben solicitar permisos o espacios para responder por esas labores, acciones contundentes contra el acoso sexual laboral.
Las organizaciones deben implementar y ejecutar planes de acción que permitan contribuir a una mayor equidad, de esta manera, las mujeres pueden tener un mejor desarrollo profesional, pues no solo basta con que se promueva desde el marco legal, y que se tenga el discurso de equidad de género, se requieren acciones concretas.
Y es que son muchas las ventajas del liderazgo femenino en las organizaciones. Inicialmente es importante mencionar algunos datos de referencia: De acuerdo al informe de Aequales para el 2022, el 26 % de las CEO de las organizaciones en Colombia son mujeres, solo tuvo aumento de un punto porcentual respecto al 2022, la participación de las mujeres en juntas directivas fue de 33%, y en promedio las mujeres ganan 27% menos que los hombres, aunque este porcentaje se encuentra por encima del promedio de América Latina que es del 20%.
Ahora bien, es importante reconocer que se debe buscar un equilibrio entre hombres y mujeres, teniendo en cuenta las habilidades, experiencia, conocimientos que cada uno puede aportar en pro del desarrollo y crecimiento de las organizaciones. Teniendo en cuenta estos elementos, y tal como lo menciona Clara Piloto del Massachusetts Institute of Technology, la empatía, trabajo en equipo, motivación, mayor gestión del tiempo, resiliencia, mejor capacidad de delegación y adaptación, dadas las habilidades sociales, emocionales y la capacidad de planificación y superación de obstáculos con las que cuentan las mujeres.
Por eso, es cada vez más frecuente la importancia de promover la equidad de género en las organizaciones y será cada vez más común encontrar mujeres en cargos directivos, no solo a nivel Colombia sino en Latinoamérica, porque hoy las organizaciones reconocen el aporte de la fuerza productiva de las mujeres y su contribución a tener mejores indicadores en el tema empresarial y social.
Sin embargo, son muchos los retos. A pesar de la mejora en indicadores de la participación de las mujeres en cargos directivos, de la disminución de brechas, la disminución de estereotipos y los avances en el techo de cristal, se necesita mayor esfuerzo y generar planes de acción que verdaderamente se ejecuten y promuevan ese acceso de oportunidades de las mujeres. Se requiere un mayor compromiso por parte de los líderes de las organizaciones y que, en el marco de la responsabilidad social empresarial, las empresas promuevan ese llamado a la equidad, suscitando diferentes espacios de diálogo que permitan reconocer los avances en equidad de las empresas, replicar esas buenas prácticas y no se quede como un titular más.
Algunos datos de interés:
La brecha de género es una problemática que debe preocupar a las organizaciones, a la academia y al Estado, puesto que una mayor participación de las mujeres podría llegar a contribuir de manera importante al PIB mundial. Para el caso de América Latina y el Caribe, una reducción de la brecha de género en el mercado laboral contribuiría en el 2025 a un crecimiento de la región en un 4%.
De acuerdo a Mercedes D’Alessandro, los últimos años han sido difíciles para las economías latinoamericanas, agudizado por la pandemia, lo cual se refleja en problemas de acceso al mercado del trabajo e ingreso, pero que con la pandemia vino agudizarlo. Para el caso de las mujeres en América Latina, retrocedieron dos décadas en términos de la participación económica.
Es importante seguir avanzando en pro de la igualdad de género en el lugar de trabajo, no solo por la mayor participación y reconocimiento que puede representar para las mujeres y para las organizaciones, sino también para la contribución al crecimiento y desarrollo del país.
Por: Marisol Salamanca Olmos, docente de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano