En el contexto del diseño actual, en los últimos tres años hemos sido testigos de un gran avance en el desarrollo tecnológico para herramientas de inteligencia artificial generativa. No solo ha sido el campo de la ilustración uno de los más intervenidos por éstas herramientas (como leonardo.ai o Adobe Firefly), sino que comenzamos a ver su desarrollo en otras aplicaciones de otros campos del diseño, como en el desarrollo web (con Fronty.com, que permite generar código para desarrollo web a partir imágenes). Existen otras aplicaciones que utilizan la inteligencia artificial para crear diseños a partir de bocetos hechos a mano (ya sea de manera análoga o digital) que están siendo implementadas en el desarrollo de interfaces gráficas con Uizard.ai, o en el diseño industrial para el desarrollo e ilustración de vehículos utilizando Vizcom.ai.

Esto, por supuesto, ha traído grandes retos para el diseño gráfico. Es importante ver la inteligencia artificial como una herramienta de apoyo creativo y no como la competencia dentro de nuestra profesión, y es aquí en donde veo el principal reto: lograr aprovechar estas herramientas de inteligencia artificial para trascender y optimizar los procesos creativos sin estancarnos en la conformidad de los resultados que obtenemos. Otro reto, más político, está en la regulación de estas herramientas, ya que tienen implicaciones éticas que deberían considerarse para propiciar un trato justo hacia los creadores y diseñadores que desarrollan el contenido utilizado por las herramientas de inteligencia artificial.

Ahora bien, ¿qué debe tener un diseñador gráfico hoy para aprovechar la inteligencia artificial como una aliada? Lo más importante es evitar la conformidad, ya que muchos resultados visuales arrojados por las aplicaciones de inteligencia artificial pueden llegar a ser monótonos o con patrones y características muy similares entre creaciones visuales, llevando a la acumulación de contenido muy atractivo a primera vista, pero con poco valor creativo. Sin embargo, la función de los diseñadores en el campo profesional es utilizar estos insumos visuales para desarrollar nuevas propuestas con un factor creativo más humano y personal del diseñador.

De la misma manera que hay tendencias en diseño, la inteligencia artificial también ha influido en ello, no necesariamente desde la perspectiva visual, sino dentro del campo del análisis de datos para facilitar y automatizar procesos de creación, desarrollo de algoritmos y prompts* especializados en crear diseño generativo y el debate sobre las implicaciones éticas que traen consigo estas herramientas. Recomiendo este artículo: https://www.jigsawdesignstudio.co.uk/how-ai-is-transforming-graphic-design-trends/

La inteligencia artificial es una tecnología que llegó para quedarse y está avanzado rápidamente, mejorando sus procesos y optimizando sus resultados. De hecho, ya se está implementando en aplicaciones de uso diario dentro de los sistemas operativos como en el paquete de Office, y los buscadores web de Bing y Opera. Por eso, no creo sea una barrera, ya que nos está facilitando muchos procesos como profesionales en el diseño gráfico.

Sin embargo, todavía hay muchos debates sobre la ética de su uso que no pueden ser ignorados, y falta regulación por parte de los gobiernos. Pero toda revolución tecnológica conlleva procesos de adaptación que usualmente generan discrepancias y choques de ideas.

*Prompt es una entrada de comandos o indicaciones textuales que guían al modelo de inteligencia artificial en su generación de contenido.

 

Por:

Sebastián Peláez Castaño

Docente de la Escuela de Diseño

Politécnico Grancolombiano