En el 2023, la economía colombiana pasó por un terreno turbulento, marcado por una desaceleración del 0,3 % en el tercer trimestre. Después de dos años de crecimiento y expansión en 2021 y 2022, el país se encuentra en un proceso de transformación y adaptación a los desafíos del entorno mundial actual. ¿Qué se espera para los próximos meses?, Sebastián Chacón Marín, director de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano, destaca los cinco principales retos que enfrentará la economía colombiana en el 2024:
- Crecimiento económico:
La economía colombiana enfrenta una baja tasa de crecimiento, aproximadamente del 2 %, proyectada para el cierre del 2023, generando preocupación en sectores productivos y empresariales. Chacón enfatiza en que la clave para abordar este desafío radica en impulsar el crecimiento desde el ámbito privado y mediante la confianza que se otorgue al sector productivo, respaldada por reformas en curso en el Congreso, abarcando aspectos laborales, de salud y pensiones.
Es esencial considerar políticas que estimulen la compra de viviendas, promoviendo así el desarrollo del sector de la construcción como motor económico. La atención a las ventajas competitivas en el turismo se presenta como una oportunidad para el crecimiento y desarrollo del país.
Desde la esfera pública, la ejecución de planes de inversión toma un papel crucial, especialmente con el presupuesto proyectado para el 2024, el más alto en la historia del país gracias a la reciente reforma tributaria. Además, se destaca la importancia de los avances en proyectos significativos como la primera línea del metro de Bogotá y la ampliación del metro de Medellín, siento elementos clave para impulsar el crecimiento económico en el próximo año.
- La inflación
Es una preocupación global que presenta desafíos específicos para Colombia. Factores como el fenómeno del niño podrían intensificarla, al generar alzas en los precios de alimentos y en el costo de la gasolina, contribuyendo así al persistente problema económico del país y afectando el poder adquisitivo y el bienestar de la sociedad, de allí la importancia de controlarla para garantizar un nivel de vida satisfactorio para los colombianos.
- Empleo
La generación de empleo de calidad es esencial para combatir la creciente informalidad. Con tasas del 85 % en zonas rurales y más del 55 % en áreas urbanas, es importante impulsar políticas públicas que se enfoquen en crear oportunidades laborales para grupos vulnerables, especialmente jóvenes y mujeres.
- Inversión extranjera:
La clave reside en construir confianza entre los inversionistas. Las reformas promovidas por el Gobierno en el Congreso deben reflejar un proceso de concertación que considere de manera eficaz los diversos puntos de vista, decisiones y perspectivas tanto de sectores opositores, como del crucial sector empresarial. Esta aproximación fomentaría la confianza necesaria para atraer inversión extranjera, desencadenando un círculo virtuoso de crecimiento y empleo.
- Exportaciones:
Colombia enfrenta un desafío en su balanza comercial deficitaria. La búsqueda de nuevos mercados, especialmente en economías emergentes como China, India, Brasil, Rusia, Medio Oriente y África, es crucial. Además, la consolidación de acuerdos comerciales y una política de industrialización son pilares para impulsar las exportaciones y agregar valor a los productos.
«El 2024 demanda enfrentar estos retos con determinación y visión estratégica, para fortalecer la economía colombiana, que se prepara para un 2024 lleno de desafíos, pero también de oportunidades para el crecimiento y desarrollo sostenible. Por eso, el compromiso de actores clave, tanto públicos como privados, será crucial para superar las adversidades y avanzar hacia un horizonte económico más próspero», concluyó el docente del Politécnico Grancolombiano.