¿De dónde nace la ‘ola’ de jóvenes creativos que fortalecen la cinematografía nacional?
El panorama cinematográfico, televisivo y fotográfico en Colombia avanza de manera muy saludable, con propuestas que proceden de la posibilidad de formación académica en estas áreas, ya que, desde la educación, la enseñanza, el aprendizaje y práctica de estas artes, la cinematografía se fortalece con propuestas que generan un “constructo” de lo que se reconoce como cinematografía nacional.
Los jóvenes en las escuelas de cine y programas de medios audiovisuales en Colombia han conformado un movimiento de cine y televisión gigante. Muchos docentes amantes del cine desarrollan procesos pedagógicos que tejen día a día la creciente y maravillosa red de creación y memoria audiovisual a la que contribuye el talento y las ganas de convertir el cine en referente de muchos de los estudiantes que, en “llave” con sus docentes y la contribución de currículums fortalecidos, son parte fundamental de tener un movimiento cinematográfico de alta calidad y con perspectivas aún mejores a futuro.
La construcción del pensamiento individual en estos jóvenes, a partir de oportunidades como las que ofrecen los proyectos académicos, son fundamentales porque ofrecen un currículum paralelo de conocimientos y reflexión que, alejado de la rigurosidad académica formal, abre caminos y ventanas desde conocimientos y reflexiones que redundan en los estudiantes que serán los constructores de país hacia el futuro.
Como ejemplo de estos procesos pedagógicos nació, hace 15 años, el Cine Club La Moviola y la Revista Alternativa Multicultural La Moviola en el Politécnico Grancolombiano. Estos son dos espacios de formación que han permitido que se fortalezca la ola de cineastas, realizadores de televisión y fotógrafos, que integran un “tsunami” creativo y propositivo en el cine, no solo en el volumen de producción (ya se estrenan semanalmente cinco o seis largometrajes colombianos), sino en su calidad de propuestas. Ese recorrido se ve claramente en los esfuerzos académicos desde todas las escuelas audiovisuales, particularmente cuando el cine colombiano ahora es un invitado cotidiano a festivales de primera línea como la Berlinale, Cannes, Venecia, Locarno, San Sebastián, obteniendo triunfos y siendo invitado a muchos otros festivales alrededor del mundo como Karlovy Vary, La Habana y muchísimos más.
El Cine Club La Moviola este año justamente cumple sus primeros quince años de labor ininterrumpida siendo, no solo un cine club, sino un proyecto cultural, proyección social y un proyecto de investigación con diversos productos que hemos ido desarrollando en forma de componentes como el componente cinematográfico que se ocupa de la curaduría de los ciclos de cine, el componente audiovisual que crea y desarrolla productos audiovisuales como la serie de fotógrafos del mundo Francobturador, la serie de ilustradores del mundo Lapizarium, la serie ¿Sabes quién está Aquí? sobre autores que se encontraban en la biblioteca y el video arte Absurdo Olvidarlos. El componente sonoro que ha creado y desarrollado series radiales como Fotoflash, serie de directoras de fotografía, y estamos lanzando el 25 de noviembre de 2022 la serie Linternas del Alma sobre directoras de cine del mundo, el componente editorial que edita para cada ciclo un folleto de programación con su editorial y la Revista Alternativa Multicultural La Moviola que también cumple 15 años y llega al número 116; un número especial impreso que se lanza el 25 de Noviembre de 2022 y el componente de asesorías de La Moviola Express que se ocupa de dar asesorías cinematográficas a docentes y alumnos de todas las Escuelas de la universidad.
Sobre La Revista Alternativa Multicultural La Moviola: la publicación web de nuestra Revista Alternativa Multicultural La Moviola alojada en nuestros sitios web: http://lamoviolacineclub.blogspot.com/ (números 1-96) y http://issuu.com/cineclublamoviola/docs/contenido_movi_105_1_(97-115) que a lo largo de sus ciento diez y seis (116) ediciones, ha venido cumpliendo un papel fundamental alrededor del periodismo cultural y del tratamiento de temas como la fotografía, el video arte, la literatura, la arquitectura, las artes plásticas, las artes escénicas, la historia, el feminismo, etc., creando una red de colaboradores locales habituales y otra red de corresponsales en el mundo que nos han escrito desde Roma, Buenos Aires, Ginebra, San Petersburgo, Barcelona, México y otras ciudades, la creación de la columna permanente Pin Parasol, escrita por la video artista y fotógrafa Natalia Behaine desde diferentes lugares del mundo, además de artículos que bucean y permiten llevar a nuestros lectores información y análisis de fenómenos que suceden allende nuestras fronteras. Nuestros colaboradores siempre atentos e inquietos llegan con sus colaboraciones cada edición con temas que han hecho de nuestro archivo un riquísimo acervo cultural, escribimos desde Colombia y por ello también nuestro mundo artístico próximo, hace presencia en nuestras ediciones número a número en las que también tienen cabida artículos de alumnos y exalumnos que colaboran en cada número.
Los quince años de difusión del cine que se ha logrado a través de estos dos espacios, permiten ver el gran aporte en el análisis sobre arte y las ciencias humanas que se ha brindado. Gracias a este trabajo, se ha logrado la participación en foros académicos a nivel nacional e internacional en cabeza de su director Andrés Romero Baltodano, quien también invitado a realizar las conferencias críticas sobre el material fílmico exhibido cada año y a moderar las charlas de contenido académico de la Muestra Cortos que van pa’largo Pilotos que van p’al Aire.
Precisamente el docente Romero habla sobre la proyección social que tiene el Cine Club y la Revista y que tiene que ver con la función del cine como eje del pensamiento y como difusión de ideas a través del periodismo cultural desde la revista y la creación de sub productos en áreas como la audiovisual, radial y periodística.
“Las actividades extracurriculares brindan espacios de reflexión, análisis, y oportunidad de tener contacto con el arte desde el cine y el periodismo cultural, apoya y fortalece la labor que se da cotidianamente en las aulas y nutre los programas de las escuelas, generando construcción de pensamiento, espíritu crítico, lo que permite construir personas con miradas más amplias y expansivas desde sus programas de estudio hacia sus vidas como estudiantes y seres humanos”, cuenta el docente.
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