Oportunidades de cambio en un mundo en constante desarrollo
Por: Carolina Jurado Bernal, Coordinadora Oficina de Inclusión del Politécnico Grancolombiano.
De acuerdo con la OMS, más de 1.000 millones de personas en el mundo tiene algún tipo de discapacidad, lo que representa cerca del 15 por ciento del total de la población. En Colombia, mientras que el censo del 2005 arrojó que el 6.3 % de la población colombiana tenía una discapacidad (cerca de 3 millones de personas), el Registro de Localización y Caracterización de Personas con Discapacidad (RLCPD) a 2019 reportó 1.539.750 lo que correspondería al 3.05 % de la población.
No es de extrañarnos que existan diferencias tan amplias en los registros reconociendo que, tanto en Colombia como en muchos países de Latinoamérica, tenemos un subregistro importante de las personas con discapacidad que obedece a múltiples razones. Desde lo sistémico es posible reconocer que se han presentado dificultades para establecer mecanismos gubernamentales que permitan llegar a la población de una manera confiable para su caracterización. Y, aun estableciendo los mecanismos, existen brechas derivadas de la falta de formación de algunos de los profesionales, quienes aún están parados desde modelos médicos y de rehabilitación que minan de manera importante la participación de las personas con discapacidad.
En consecuencia, las personas pueden no sentirse seguras y confiadas al momento de realizar el registro porque, tristemente, la certificación de discapacidad en lugar de facilitarte el acceso a los servicios que son, por demás, un derecho adquirido, se convierte en su mayor obstáculo al visibilizar en muchos casos condiciones que de otro modo hubieran pasado desapercibidas, y es en este punto donde la discusión trasciende a lo netamente burocrático y se instaura en lo cultural.
Como es de esperarse, el próximo 3 de diciembre seremos partícipes de múltiples encuentros y actividades de toda índole orientadas a conmemorar el día internacional de la discapacidad, el cual, según Naciones Unidas, fue declarado en 1992 por su Asamblea General con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural. No obstante, muchos de estos eventos perpetúan en la sociedad modelos asistencialistas que no reconocen las capacidades de la población y que de algún modo tampoco se enmarcan en la consideración de la diversidad como una característica innata del ser humano.
Esta apreciación es importante si pensamos que, en un futuro cercano, podamos vivir en una sociedad donde no tengamos que hablar de servicios “especiales” o “preferenciales”, sino que estos se ofrezcan en condiciones de equidad donde el que los requiera pueda acceder a ellos en la justa medida y si necesidad de intermediaciones. ¿Idealista? Quizá, pero quien no lo sería si teniendo la oportunidad de trabajar por, con y para las personas con discapacidad he podido vivenciar que, pensando en un mundo para todos, con condiciones de accesibilidad y apoyos, las personas pueden participar de manera activa en los diferentes contextos que los rodean y potenciar sus desarrollos de manera exponencial, logrando superar barreras y obstáculos impuestos tradicionalmente por la sociedad y que en otros momentos hubieran coartado el cumplimiento de sus metas y sueños.
La oportunidad nuevamente se nos da el próximo 3 de diciembre para que hablemos sobre discapacidad, pero desde una postura propositiva y comprometida, entendiendo que es un tema que nos compete a todos y donde cada uno de nosotros tiene un aporte importante desde el rol que desempeña para transformar la cultura; para partir desde el reconocimiento del otro como un ser humano diverso y que desde esa diversidad nos abre el abanico de oportunidades de aprendizaje y de desarrollo; valorándolo por lo que es y no por lo que puede o no puede hacer. Trascendiendo los límites de lo obvio y traspasando la barrera de la etiqueta, haciéndome partícipe de su realidad, tan válida como la mía, tan humana como la mía.
La invitación entonces es a que participemos en diferentes eventos, que abramos la mente y nos informemos, muchas de las barreras que encuentran las personas con discapacidad están fundamentadas en falsas creencias, mitos y paradigmas de pensamiento obsoletos que sesgan nuestra manera de relacionarnos. Cuando nos paramos frente a la discapacidad desde el conocimiento, la apertura al diálogo y la cooperación, reconocemos que la barrera la ponemos como sociedad, que lo que está “dañado” es el sistema porque el individuo con una condición simplemente está tratando de sobrevivir a los perjuicios de un mundo al que le urge transformación y cambio desde la información, la sensibilización y la concienciación.
Día: jueves 3 de diciembre
Foro radial: Hablemos de discapacidad: menos mitos, más compromisos
Hora: 3:00 p. m.
Link para la conexión: https://poliradio.poligran.edu.co/player/
Webinar: Educación Superior y discapacidad: Un compromiso con la sociedad
Hora: 5:30 p. m.
Link para la conexión: https://poli.webex.com/poli-es/onstage/g.php?MTID=e4d468abf141f53bf07af217eb9134e74
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