Lo divino y lo humano – Pablo Hermoso y lo Visto

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Manizales – Colombia. Pablo Hermoso asciende hasta la sublimidad y el éxtasis con un bravo Gutiérrez, indultado, y cae a lo deleznablemente humano con el manso sexto. Libardo corta oreja de ley. Fandiño, se aburre con dos imposibles.

Villancico, negro, lustroso, pequeño, despuntado, salió y atacó raudo, fijo, codicioso, encelado sin tregua. De no haber sido Pablo su rival quien sabe que hubiese pasado. Porque fue tal su imparable codicia que por momentos llegamos preguntarnos si el navarro podría someterlo. Auténtica confrontación de excelsitudes, y la moneda sobre su filo. Así fueron las primeras escaramuzas. Toro y torero, las muñones ansiosos, veloces, a milímetro del anca, templada, mandona como una muleta, y el galope a dúo circundando el ruedo, una y más veces, con son y emoción, y la reunión no se rompía, y la plaza, tres cuartos, que se caía.

Primero con Churumay, y luego sobre Chenel, Pirata y Viriato, levitó. Los rejones y las banderillas, parecieron nada más que pretextos, para las composiciones estética. He visto a Hermoso grandioso muchas veces, en muchas partes, pero jamás como aquí hoy. Quizá porque jamás lo vi con un toro que peleara como este, fue tanto y tan largo su derroche que al final mostró fatiga y la gente, fueras de sí no quiso que muriera, y el presidente tampoco, y él volvió solo, maltrecho pero digno al toril. No sé cual fue más afortunado, si Villancico por toparse con Pablo o al contrario, lo que sí sé es que la obra que construyeron juntos no se olvidará en esta plaza, que le vivió arrobada.

El sexto fue más grande pero manso, y Hermoso, otro Hermoso que descendió de las nubes al suelo, puso el rejón caído, se descolocó, pasó en blanco y fallo en banderillas, y en la muerte no pudo estar peor, metisacas criticables, pinchazos, rejonazos varios en sitios innombrables. Mejor dicho convenció a quienes no querían creerlo, que también es humano.

Manuel Libardo, echó en sus dos faenas un manifiesto por el aseo y la pinturería, luciendo con dos noblotes, pocacosa. Mató mal a uno, y dio la estocada de la feria al otro, saliendo cogido y siéndole negada la puerta grande por este palco regalón.

Iván Fandiño, declaró al final, “es imposible, me voy de América y no me ha salido un toro que me permita dar siquiera una tanda a gusto”. Eso lo dice todo.

Los cuatro vistahermosas, para los de a pie, de una pobreza franciscana, sin trapío, sin pitones, sin bravura, sin fuerza y sin alegría por supuesto. El toro no toro. Los de Ernesto Gutiérrez para rejones, uno pequeño bravo y el otro grande manso. Es que la tarde fue de contrastes en todo, lloviznó, hizo sol, y se nubló.

FICHA DEL FESTEJO
Miércoles 8 de enero 2014. Plaza Monumental de Manizales. 4ª de feria. Sol. Tres cuartos. Cuatro toros de Vistahermosa (en Santacoloma) pobres de todo para los de a píe, pitados. Dos de Ernesto Gutiérrez (en Santacoloma-Murube) 3o bravo, indultado, “Villancico” negro, # 288 de 444 kilos, y 6o manso, pitado.

Pablo Hermoso, dos orejas simbólicas y silencio
Manuel Libardo, saludo y oreja con petición de otra.
Iván Fandiño, silencio y silencio.

Incidencias: Saludaron “El Piña” tras parear al primero y Pedro Lara tras parear al 5o. Al final de festejo Pablo Hermoso salió a hombros.

Por: Jorge Arturo Díaz Reyes

Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo del Apoteosis de Pablo
Manizales- Colombia. En el regreso de Pablo Hermoso de Mendoza a Manizales se vivieron diversos momentos, y no solo por el sino por sus dos alternantes, quienes también dejaron todo de si en el ruedo.

LO BUENO

La entrada del día de hoy llegó a los tres cuartos, lo cual es bueno pero pudiese haber sido mejor.
El tercio de capa de Manuel Libardo en el primero estuvo entonado.
El primer toro de la tarde fue fijo, noble y suave.
La brega de Jaime Devia al que abrió plaza.
El quite realizado por El Piña con las banderillas en la mano para salvar de un percance a James Peña quien se vio comprometido al salir de colocar las banderillas del primero.
Los pares de banderillas de Wilson Chaparro – El Piña y James Peña – Granerito que valieron para saludar desde el tercio.
Libardo aguantó las reducidas embestidas del primero de Vistahermosa.
Los naturales de Libardo al primero.
El público reconoció lo hecho por Libardo en el que abrió la tarde obligándolo a saludar desde el tercio.
Cinco verónicas y una media ejecutadas primorosamente por Iván Fandiño al segundo de la tarde.
El par de banderillas colocado por Chiricuto al segundo de la tarde.
Los tres cambiados realizados por Fandiño.
Pablo Hermoso templó las embestidas de su primero.
La cuadra de Pablo salió en su totalidad a brindar espectáculo.
El rejoneador de Estella ejecutó la hermosina, una suerte en que mientras torea de costado hace mover en zig zag la cabalgadura generando gran nivel de exposición.
Existió agrupación en las farpas colocadas por Pablo Hermoso colocadas al tercero de la tarde.
Montando a Viriato se pudo ver como el pecho de un caballo se puede convertir en un escudo inalcanzable por los pitones de un toro.
El toro Villancico fue templado y entonado como su nombre. Persiguió con fijeza y prontitud.
El premio del pasodoble Feria de Manizales, fue el presagio de la grandeza de lo hecho por Pablo.
La vuelta al ruedo de Pablo Hermoso con el ganadero Miguel Gutiérrez.
La corona de café llegó a las manos de Hermoso y la paseo como trofeo de la región.
La faena de Libardo a su segundo, la cual tuvo mucho mérito por las condiciones del toro.
La suavidad y el temple de Libardo al cuarto.
La porfía del colombiano frente a un toro que exigía técnica y conocimiento de los terrenos del toro.
La vara de Cayetano al cuarto cuidando al toro.
Los tiempos muertos que dio Libardo al toro, dejando recomponer las embestidas del Vistahermosa.
La disposición del torero Colombiano al momento de entrar a matar.
Las banderillas de Pedro Lara en el quinto de la tarde.

LO MALO

Un encierro anunciado de una ganadería resultó siendo un remiendo de tres dehesas.
El primer toro de la tarde sufrió una vuelta canela, lo que mermó las condiciones del astado.
El primero de la tarde pasó de ser un toro con movilidad a uno parado.
El primer astado de Vistahermosa no trasmitió lo más mínimo.
Los toros de Vistahermosa mostraron flojedad en los remos delanteros sobretodo el lidiado en segundo lugar.
El palco presidencial concedió el cambio e tercio con tan solo dos pares de banderillas al segundo de la tarde, lo cual resulta aun más malo, cuando al colombiano, que hizo la misma petición no se le concedió el beneficio.
El poco recorrido y las medias embestidas del segundo de Vistahermosa.
La poca presencia de los astados traídos por el ganadero García. Muy poca cara.
La presidencia le timo una oreja a Manuel Libardo. La de la estocada por derecho propio y la otra por la faena.
El quinto gasapeo y fue siempre con la cara arriba.

LO FEO

La estocada defectuosa de Libardo al primero del festejo.
La salida lánguida del segundo de la tarde, el también de Vistahermosa.
La presidencia no equilibro las cargas y dejo de entregar justicia a nuestro compatriota, quien era merecedor de más.
Pablo vio las dos caras de la moneda, el triunfo y la apoteosis en su primero y la derrota y el desconcierto en su segundo. El amigo y el enemigo en la misma tarde.

Lo que No se Vio en el Indulto de Villancico

Manizales – Colombia. En horas de la mañana asistimos al sorteo y este rito se demoró demasiado, esto en virtud a que el encierro inicialmente anunciado, es decir el de Vistahermosa no pasó en su totalidad al momento del pesaje. Ocho toros se pesaron y tan solo cinco pasaron el reconocimiento, razón por la cual el día de hoy tuvieron que ser traídos dos toros de la ganadería de Ernesto Gutiérrez y adicional de esto como reserva para los toreros de apie fue incluido de Achury Viejo.

En consecuencia los toros lidiados por Pablo Hermoso fueron seleccionados exclusivamente para el.
Como quiera que hoy había figura en el cartel desde muy temprano se presentó un hervidero que se extendió hasta la realización misma del festejo.
La plaza registro tres cuartos del aforo.
Los alternantes lucieron: Manuel Libardo un terno crema, oro y cabos blancos, Iván fandiño traje caña, oro y remates en blanco y Pablo Hermoso chaquetón vino tinto bordado en hilos de plata, sombrero calañés y brich negro.
El primer astado de la tarde se demoró en salir del toríl por cuanto venía de culo.
Buena vara ejecutó William Torres al que abrió plaza, incluso recibió las palmas del respetable.
El banderillero Wilson Chaparro quien ha sido providencial para varios de sus compañeros con quites oportunos hoy por poco en el primero del festejo casi rueda por la arena al salir de la cara del toro por fortuna sin consecuencias.
Con gran ilusión Iván Fandiño brindó al público manizaleño.
Promediando el primer toro Sampedro abrió levemente los grifos celestiales.
El piquejo Rafael Agudo, al segundo de la tarde tan solo le marcó el puyazo, sin tan siquiera meter el encordado.
El segundo toro de la tarde se rajó, pasando de ser un toro con clase a un huidizo y desclasado toro.
Pese a que en el sorteo en horas de la mañana el representante de Iván Fandiño anuncio que el toro cárdeno del encierro ocuparía el quinto lugar el orden fue cambiado por el torero español.
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, en esta ocasión trajo lo mas selecto de sus cabalgaduras, Churumay, Chenel, Viriato, Pirata y Dalí coadyudaron para el triunfo del español.
El rejoneador de Estella en sus dos comparecencias, antes de autorizar la salida del toro acaricio las orejas de su caballo y luego besó la imagen de la virgen de Guadalupe que lleva en su pulsera de la mano derecha.
Los dos rejón de castigo colocados al primer astado quedaron en todo lo alto, mientras que el rejón de castigo proporcionado al que cerró la tarde cayo bajo y vulgar.
El rejoneador español hizo gala, de lo que él ha dado en llamar la hermosina, sin embargo hay que decir que un rejoneador mexicano es el creador de esta suerte y hace algún tiempo ha salido a reclamar su autoría sobre la suerte.
Pablo se encontró con un toro que le permitió lucir sus caballos y demostrar una vez más que es un maestro del toreo a caballo. La suavidad, el temple y fijeza fueron la materia prima que dejo crear el arte desde el caballo.
Con Viriato Pablo toreo de costado.
Con Chenel toreo a dos pistas meneo la cabalgadura a lado y lado.
La presidencia de manera presurosa entregó el máximo trofeo a la ganadería de Gutiérrez, se esperar un escrutinio más claro. No con esto decir que el toro no fue bueno, pero el dilema existe, se debe o no indultar un toro de rejones. Un toro que no se obliga por bajo.
El toro indultado entro a los corrales, aparentemente se fracturo una mano en un lance previo a su partida.
Las orejas simbólicas las entrego la alguicililla que desde el año pasado existe en la plaza manizalita.
El cuarto toro fue complicado y complejo. Libardo lo lidio adecuadamente, saco partido de su técnica y arranco embestidas impensables, construyó una faena de marca mayor, en la cual muchos defectos pasaron desapercibidos por la suavidad y el temple que le imprimió a su toreo. Con la espada quiso rematar una excelente labor y dio lo mejor de si recibiendo una fuerte voltereta. El palco fue michicato al conceder tan solo una oreja, cuando el acero le entregaba por derecho propia un primer trofeo, aparte del ganado en la lidia.
Al dar la vuelta al ruedo a Manuel Libardo le arrojaron la corona de café pese a que tan solo la presidencia entregó un trofeo, pero el público considero las dos.
Al anunciar la salida del quinto del festejo, se reflejaba en las tablillas como fecha de nacimiento del astado marzo de 2010, lo que querría decir que no era un toro, sino un novillo. Pudo ser un error de copia.
El quinto toro fue irregular en sus embestidas, sin clase y agarrado al piso.
En el patio de caballos Fandiño dijo a los medios de comunicación que esperaba por lo menos tener un toro para torear, así no sea para triunfar.
Los areneros se organizan luego del arrastre de cada toro para arreglar en forma organizada el ruedo.
El quinto de la tarde fue pitado en el arrastre.
El público obligó a Fandiño a saludar desde el tercio en el quinto.
Pablo encontró en el sexto un Gutiérrez que fue la otra cara de la moneda, un toro distraído, parado en medio de las embestidas, un complicado oponente.
Por primera vez se le vio a Hermoso cometer fallos con los palos, un fallo un acierto, un fallo, un acierto. El acero tampoco estuvo fino y si por el contrario fue materia pendiente.
El sexto fue pitado en el arrastre.