@JuanPabloMed

¿Qué sigue después del No? Después del No, es indispensable evitar cualquier triunfalismo por parte de los «ganadores». El futuro de Colombia se jugó en las urnas, y como es evidente: la voluntad popular está dividida y el No ganó con estrechos márgenes. Esto debe ocasionar, que por parte de todos los sectores de la sociedad colombiana se presente la imperiosa necesidad de lograr un nuevo marco de acciones políticas que permita el despeje de los nubarrones en los que se envolvieron los Acuerdos de Paz, a partir de los resultados del plebiscito.

 

Santos y Uribe: Acuerdo Nacional Ya!

El No ganó. Y es necesario escuchar los reparos de los ciudadanos y ciudadanas que manifestaron su voto en la urna, conducidos por la promesa de una futura revisión de los Acuerdos. El Presidente Santos y el Senador Uribe, deben sentarse hoy mismo a eliminar cualquier aspereza, y poner en marcha un acuerdo político, que involucre una agenda de trabajo conjunto para trabajar en la adopción de medidas que permita evitar que los Acuerdos logrados, con gran esfuerzo y dedicación por parte de los negociadores. El Acuerdo Político debe involucrar los siguientes aspectos:

  1. Garantías Estatales a la intención de las FARC de acabar la guerra.
  2. Garantías para el ejercicio de la oposición. Uno de los fines buscados en los Acuerdos de la Habana es garantizar los derechos de la oposición. De ninguna manera la decisión de las urnas puede conllevar un desconocimiento de los derechos de la oposición. El No, es la actual oposición política y como tal debe respetarse.
  3. Por ningún motivo podemos volver a la guerra. Esto debe quedar proscrito en Colombia.
  4. La manifestación efectuada por los ciudadanos en las urnas debe respetarse a toda costa. Y debe conllevar a la rápida revisión de los Acuerdos de la Habana con el único propósito de mejorarlos y blindarlos.
  5. La ciudadanía debe movilizarse y se deben escuchar sus propuestas.
  6. Es urgente logar la Unidad del país entorno al logro de la paz, y escuchar todas las facciones políticas.
  7. Se debe continuar con la desmovilización de los grupos armados comprometidos, y se deben adoptar urgentemente las garantías normativas necesarias para lograr una debida protección jurídica de las personas que tienen la real intención de dejar las armas.
  8. Deben revisarse urgente las leyes de orden público. La Ley 418 de 1997 debe revisarse en orden a blindar la voluntad de las Farc de apostarle a la paz.
  9. Todo estará acordado una vez se escuche la oposición representada en el No.


El Derecho a la Paz es Fundamental e Irrenunciable.

La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. La paz es un derecho fundamental, y como todo derecho es irrenunciable. La garantía y efectividad de este derecho de la ciudadanía, debe convertirse no solo en un anhelo, sino también en un deber de protegerlo por parte todas las autoridades gubernamentales y políticas, incluyendo los que estén por el Sí, como los del No.

Los Acuerdos de la Habana están blindados y se encuentran en nuestro bloque de Constitucionalidad en virtud de los artículos transitorios aprobados en la enmienda constitucional en el Acto Legislativo No. 01 del 2016 que establece lo siguiente: «Artículo Transitorio: En desarrollo del derecho a la paz, el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera constituye un Acuerdo Especial en los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949. Con el fin de ofrecer garantías de cumplimiento del Acuerdo Final, una vez éste haya sido firmado y entrado en vigor ingresará en estricto sentido al bloque de constitucionalidad para ser tenido en cuenta durante el periodo de implementación del mismo como parámetro de interpretación y referente de desarrollo y validez de las Normas y las Leyes de Implementación y Desarrollo del Acuerdo Final».

Lo anterior significa dos cosas:

  1. Los Acuerdos de la Habana, como principio de acuerdo para el logro de la paz, está blindado por el Derecho Internacional de Ginebra, aprobado en nuestro país a partir de la adopción de los Convenios y Protocolos aprobados en el Congreso de la República desde los años 60.
  2. Los Acuerdos de la Habana deben seguir con una implementación cuidadosa y meticulosa. No obstante, deben entrar en cuarentena los temas prioritarios indicados por los representantes del No, y aprobarse por el Congreso los temas en los que haya acuerdo político. En línea con lo contenido en la enmienda constitucional de julio del 2016, debe seguirse y abordarse una aprobación parcial de los Acuerdos de la Habana, y esperar que haya una agenda de revisión de los puntos que deben entrar en discusión, y se tomen rápidas decisiones sobre estos asuntos.

A la guerra jamás. Esa debe ser la principal conclusión después de haber ganado el No en las urnas del plesbicito. La historia juzgará las decisiones políticas que se tomen: la responsabilidad histórica del Presidente Juan Manuel Santos, y el Senador Álvaro Uríbe, está en juego. Es hora de guardar los egos, y sentarse a trabajar a construir un país en paz.