@JuanPabloMed

Cae por segunda vez el Tercer Canal, de nuevo el Consejo de Estado pone su artillería jurídica a funcionar, y ordena en este caso, que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca vuelva a revisar las condiciones de cumplimiento de la sentencia de Acción Popular, que obligó a las autoridades a desarrollar acciones previas a la licitación del tercer canal.

Pareciere que el Tercer Canal tuviera un engendro de maldición, sin embargo, lo que hay detrás es un peligroso juego de intereses económicos que han retrasado por más de media década, la entrada al mercado de un nuevo jugador de contenidos de televisión abierta.

Foto tomada de ElTiempo.com

Está bien que en Colombia exista justicia para que cualquier persona exija reclamos a través de los mecanismos judiciales, pero lo que no es justo, y es indignante, es que la justicia se instrumentalice para lograr propósitos empresariales de posponer la entrada de un nuevo actor que fomentaría la competencia en el sector de televisión abierta.

 

¿Qué es lo que está en juego?

El tercer canal, es más que un canal de televisión. Es la asignación de una frecuencia completa de espectro radioeléctrico, a través del cual, un operador nuevo, podría programar más de un canal o señal de televisión, incluyendo canales de audio (música, radio u otro tipo). Esto quiere decir, que es un operador con múltiples posibilidades de difusión de contenidos audiovisuales, además que sería una tercera opción para que los colombianos reciban información, en estrecho vínculo con la posibilidad de formar una alternativa de opinión pública.

La entrada del nuevo jugador significa romper el esquema del negocio de televisión abierta privada, actualmente controlado desde hace más de 15 años por dos operadores, quiénes a pulso, han logrado impulsar la televisión y los contenidos audiovisuales colombianos, poniéndolos en el escenario mundial. No obstante, hay espacio para más, y es algo que reclama la industria de televisión, los actores, productores, realizadores, se beneficiarían directamente con la sana competencia que significaría el ingreso de un nuevo actor.

Sin embargo, seamos sinceros, posponer aún más el inicio del proceso licitatorio, ocasionará que el Tercer Canal o el Tercer Operador solo pueda entrar a funcionar en el año 2018, luego de instalar su infraestructura necesaria para el funcionamiento de la televisión.

Esto se combina con dos temas adicionales, el 10 de enero del 2019 vencen las concesiones de Caracol y RCN, así mismo en diciembre del 2019 se debe dar el denominado «apagón analógico» que significa que a esa fecha que dejará de funcionar la «vieja televisión» para dar paso solo a una difusión mediante televisión digital. Y aún más, a 2020, es decir solo dos (2) años después del posible inicio del Tercer Canal, existirá la posibilidad técnica de licitar un Cuarto Canal.

No obstante que algunos dicen que la Televisión se encuentra en una clara tendencia al desuso, debido al ingreso de tecnologías y servicios convergentes, en el contexto colombiano, la televisión seguirá siendo un importante actor importante para la difusión de contenidos y la distribución de servicios informativos.

Esperemos entonces que no sea tarde la llegada del Tercer Canal a Colombia, para que luego en el 2018 no tengamos que decir ‘Ya Pa Qué’.

Ojalá la ANTV, CRC, ANE y MINTIC puedan rápidamente prepararse y responder las inquietudes ante el Tribunal, y así dar vía libre (de nuevo) al anhelado Tercer Canal.

 

Aviso: 

* Este blog no representa la opinión ni estrategia de empresas, compañías u organizaciones a las que represento o hago parte. Para más información, pueden escribir un comentario en el presente blog o en el email juansala@ucm.es

* Abogado experto en Derecho Cibernético. Ex Coordinador de Regulación de la Autoridad de Televisión. Doctorando en Derecho Internacional de la Universidad Computlense de Madrid, con Maestría en Relaciones Internacionales.