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El 8 de diciembre, oportunidad para No comprar votos y No vender el voto.
Por Yina Paola Reales Moreno, estudiante de Ciencias Sociales, Universidad “Diego Luis Córdoba”, Chocó*. Especial para Color de Colombia.
Estamos en vísperas de elegir a la persona encargada de dirigirnos como departamento y todavía no hemos tomado conciencia de ello. Escoger un dirigente idóneo va más allá de nuestros lazos familiares y de la amistad (actual sistema político del Chocó).
Ese sistema tenía su explicación en el pasado, cuando era el único medio por el cual se podía ganar una elección, pero hoy en día teniendo más educación, no se justifica seguir reproduciendo estas conductas.
Muchos de nosotros nos quejamos constantemente del caos actual del departamento del Chocó. Abundan la duda, la incertidumbre, la indecisión, la intolerancia, ocupando la violencia el papel principal.
Surge un interrogante: ¿somos un pueblo violento? Por supuesto que no. Mucho de los actos criminales registrados en el departamento están siendo cometidos por personas ajenas a él.
Para nadie es un secreto que el Chocó es escogido entre otros como destino de personas con pasado un tanto oscuro, que deciden hacer borrón y cuenta nueva en nuestro territorio.
Esto no ayuda a recuperar el sentido de pertenencia por nuestro pueblo. Nos da igual si gana Pedrito o Juanito; deseamos solo recibir algún beneficio por nuestro voto.
El beneficio puede ser de contado o en especie, lo importante es recibirlo; al paso de unos días eso que nos dieron se nos acabó y volvemos a pedir, pero las condiciones han cambiado.
La persona a quien le dimos el voto ya logró su objetivo, ya no necesitan de nosotros. Entonces nos vamos con las manos vacías y quedamos igual o peor de como estábamos.
Allí es donde surge el conflicto. Muchos dicen: “ese dirigente no sirve para nada, el Chocó está así por ellos, ellos son los culpables de nuestra miseria”, pero ¿quién finalmente escoge a los mandatarios? Nosotros mismos.
El Chocó necesita fortalecer una nueva cultura política. Desde nuestra conciencia nos debemos educar políticamente, conocer el significado de la política y el impacto generado por esta en el pueblo, para así hacer correcto uso de ella, y no utilizarla indiscriminadamente para nuestro beneficio.
Dejar de lado intereses individuales y pensar colectivamente sería de gran ayuda. El día que nuestros intereses estén por debajo de los intereses del pueblo, ese día cantaremos victoria
Nos falta un largo camino para construir el verdadero significado de la política en el departamento. Hemos confundido el ejercicio de la política con la “politiquería”. Está demostrado que la política no se hace de un día para otro, pero tampoco es la que se ha venido construyendo.
Para estas próximas elecciones necesitamos al menos continuidad en los procesos realizados en pro del departamento. De esta forma se logrará generar cambios que duren para “toda la vida” y no para un día. Soñemos despiertos. El cambio lo construimos todos.
*Participante del programa “100 nuevas plumas en el Bicentenario, 2010-2021”
