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Hace tres semanas la ciudad de Nueva York aumentó de 18 a 21 años el mínimo de edad requerido para comprar productos de tabaco. Es el mínimo de edad más alto que existe en el mundo para las compras de tabaco, y mucho se discute sobre si es apropiado prohibir la compra de cigarrillos a la gente que tiene suficiente edad para votar y servir en el ejército.
En el marco de un movimiento al que se ha llamado la “estrategia final de juego” para el tabaco, algunos expertos proponen elevar incluso más este límite. Los proponentes de esta estrategia citan cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según las cuales mil millones de personas podrían perder la vida a causa del tabaco en este siglo. Así, esta podría ser fácilmente la mayor medida de efecto de salud pública que tenemos por delante. Una propuesta para implementar este final de juego es prohibir la adquisición de productos de tabaco a quien haya nacido después del año 2000. Esto significa que quien hoy tenga 13 años o menos nunca podrá comprar tabaco legalmente.
¿Pero son necesarias estas medidas tan severas? ¿Acaso no todo el mundo ya está consciente de los riesgos del tabaco y de los beneficios de dejar de fumar? En general, la mayoría de la gente tiene una idea de que el tabaco es nocivo. Y, sin embargo, los datos de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes, de la OMS, demuestran, por ejemplo, que el 40% de las mujeres jóvenes en Chile y el 28% en Argentina son actualmente fumadoras. ¿Saben ellas cuántos años de vida pueden perder por serlo? Tal vez disponer de información más precisa al respecto podría cambiar su percepción. Un estudio publicado a comienzos de este año en el prestigioso New England Journal of Medicine podría ser muy útil.
El estudio analizó información poblacional en los Estados Unidos y calculó el efecto de dejar de fumar en relación a la esperanza de vida. Los resultados pueden sorprender a muchos. Si usted comienza a fumar antes de los 25 años y lo hace por el resto de sus días, perderá 10 años en su esperanza de vida. Pero si logra dejar de fumar a los 40, puede recuperar 9 de esos años. Deje de fumar a los 50 y todavía podrá ahorrarse 6 años de vida. Y a los 60, todavía podría ahorrarse 4 años si decidiera dejar. Esto quiere decir que los beneficios de dejar de fumar para la salud persisten incluso mucho después de los años de juventud.
Este es un mensaje muy importante para los profesionales de la salud y para la población en general: siempre vale la pena dejar de fumar. En términos más concretos, si usted decide dejar de hacerlo a los 60, puede obtener esos 4 años extra que necesita para asistir a la boda de su hija, para ver los primeros pasos de su nieta e incluso hacer ese tan soñado viaje alrededor del mundo para el cual ahorró durante tanto tiempo. ¡Nunca es tarde para dejar de fumar!
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