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Para algunos puede ser un tema intrascendente, con tantos problemas que tiene el país. Para otros, el deporte es tan importante que llevó a la creación de un Ministerio.

Así como para el Ministerio de Educación las pruebas nacionales e internacionales son un termómetro objetivo de su gestión, los Juegos Olímpicos son las pruebas objetivas de la labor del Ministerio del Deporte. Y no solo son los resultados en medallería, también en cómo aprovecha el país semejante oportunidad de cada cuatro años, para beneficio de los actuales y futuros deportistas. Finalizados estos olímpicos, Colombia debe evaluar para qué sirve ese ministerio y, ante la necesidad de reducir burocracia para que el presupuesto alcance, esta cartera es un candidato fuerte a desaparecer, si del análisis se llega a la conclusión que tenerlo o no da exactamente lo mismo.

El @mindeportescol lo creó este gobierno, con base en lo que existía como Coldeportes. Esta institución fue creada en 1968, año de los Juegos Olímpicos de México, en que participaron 113 naciones y Colombia tuvo una delegación de 43 deportistas en fútbol, ciclismo, natación y atletismo, participando con figuras de la talla de Cochise Rodríguez -hoy, 27 de agosto se cumplen 50 años de su título mundial, el primero de Colombia en Ciclismo- Álvaro Pachón, Miguel Samacá, Pedro J. Sánchez en ciclismo y Álvaro Mejía en Atletismo, actuación bastante discreta ese año.

De esta manera, Coldeportes nació en un año olímpico, con figuras de reconocimiento nacional que han debido marcar un programa y hasta una cultura que guiara la vida deportiva del país. Iniciando por darse cuenta que su participación era bastante limitada, cuatro deportes, los más comunes en el país. Era hora de haber iniciado a incentivar y promulgar el conocimiento de tantos otros deportes, que todavía hoy no se practican. Esto es contrario, entonces, al entusiasmo con que se creó en el Gobierno de Lleras Restrepo, con el ánimo de mejorar las condiciones físicas de los colombianos y un motivo para interactuar más en la comunidad internacional. Ese año también se creó Colciencias, que casualmente en este gobierno se convirtió también en Ministerio, el de Ciencia, Tecnología e Innovación, casualidades con ideas y planes, al parecer diferentes que las realidades de hoy, en que el ultimo tampoco ha mostrado resultados en temas trascendentales como la pandemia y la vía al desarrollo.

Estas olimpiadas fueron bastante particulares, retardadas un año, con muchas dificultades para entrenar y efectuar intercambios internacionales. Pero como lo saben los deportistas, lo que es para todos no es ventaja para ninguno, de manera que ninguno puede tomar la pandemia como disculpa. Se tuvo un año de aplazamiento y acondicionamiento en que todos fueron a competir en igualdad de condiciones, e incluso, a algunos les convino por estar lesionados hace un año y listos este.

Mirando los resultados, podemos ver que no alcanzamos ninguna medalla de oro, quedamos en el puesto 66 de la medallería general, por debajo de países como Cuba (14) y Venezuela (46), que tenemos como ejemplo de ineficiencia administrativa, corrupción, mal vivir y donde nada funciona. Esto nos puede dar una idea de lo mal que está funcionando el planeamiento deportivo en este país y nos lleva a la pregunta ¿para que crearon el Ministerio del Deporte?, ¿para tener más burocracia, manejar más presupuesto y repartir más puestos? o para administrar el futuro deportivo del país y producir mejores resultados.

De la medallería se puede decir que no son el resultado de ninguna política deportiva del país y las 5 alcanzadas, casi que vienen de la administración anterior, si esta hubiera tenido algo que ver. Es así como Mariana Pajón, esa guerrera incomparable, se ha hecho sola y ya es su tercera olimpiada; participó con tenacidad después de una lesión. Luis Javier Mosquera, en pesas, venía de la olimpiada anterior donde había sido medallista de bronce. Sandra Arenas, en marcha, había participado modestamente en Londres 2012 y Río 2016, lo que supone una mejora para Tokio 2020. La única verdadera revelación de estos olímpicos es Anthony Zambrano y su superación y esfuerzo personal es indiscutible, como que se ha formado con muy poca ayuda gubernamental o resultado de ningún proyecto nacional. En la medalla de bronce, Carlos Ramírez, en BMX, repitió el logro alcanzado de las anteriores olimpiadas.

De nuestras delegaciones, la de boxeo fue la que se vio más organizada, mejor entrenada -en especial en lo físico- pero la más afectada por las decisiones de los árbitros. Positivo además que sus dirigentes tuvieron el coraje de presentar la reclamación por la pelea que los árbitros le quitaron a Yuberjen Martínez. Pero los otros deportes, realmente, daban grima. Los participantes de lucha llegaron en la misma tónica y perdieron uniformemente todos. Entraban agachados a ver como hacían para durar lo que podían y terminaron eliminados y de últimos en sus categorías. Mucho que trabajar en muchas disciplinas y a tres años de los próximos olímpicos, el futuro se ve muy poco halagüeño.

Ante tantas competencias sin resultados, las alegrías de 5 medallas tuvieron que ser reforzadas por 17 diplomas olímpicos, que antes muchos ni sabían que existían, que premiaron logros importantes como los de Urán, en ciclismo, en medio de tantos competidores de nivel mundial; al igual que el de Sebastián Muñoz, quien en medio de la gran mayoría de jugadores top del golf profesional mundial, después de disputar la medalla de bronce en un numeroso match play, que fue como una final, un put en el momento oportuno lo separó de esta presea. El diploma de Cabal y Farah, sería como la excepción en estas alegrías, ya que tenían con qué ganar la medalla de oro. Todavía es una incógnita que les pasó, pero eso que no siempre se puede ganar no es aplicable aquí. A las olimpiadas se llega a competir por el país, desde el inicio hay que llegar con todo. No se logró pasar a semifinales, se dejó pasar una oportunidad que ojalá se aproveche en 3 años, esperamos que todavía estén vigentes y con más experiencia para hacerlo.

Podemos ver que no alcanzamos ninguna medalla de oro. Nos cansamos de ver competencias sin ningún colombiano y en las que participaron, muy pocos resultados que festejar. Los mismos deportistas, Mariana, Ibarguen -que ya anunció su retiro- y otros pocos, pero nada que demuestre que despegamos en deportes. Bajo este contexto, se puede decir que Coldeportes no fue la panacea para lo olímpico, pero lo más preocupante es que el nuevo Ministerio no muestra nada nuevo que esa subida de categoría burocrática le haya aportado a la mejora deportiva. Lógicamente que en dos años no van a crear un deportista olímpico, pero es que no se ve nada que indique que esto vaya a mejorar.

El Ministerio del Deporte tiene un presupuesto de 696.262 millones de pesos, sin embargo ¿cuántos de esos miles de millones son usados para apoyar los deportistas, incentivar el conocimiento del deporte, mejorar las condiciones de entrenamiento, el fogueo internacional, la investigación para mejorar las técnicas y los equipos?, ¿será que todo se va en burocracia o en oficinas y vehículos para sus directivos? ¿Se tienen indicadores de logros deportivos reales relativos a la inversión y topes para gastos administrativos, para dedicar el presupuesto a lo principal: tener un mejor y más masivo deporte en Colombia?

Los deportes en que participamos, sin mayor incidencia, no son los únicos existentes. Las disciplinas este año olímpico son: Atletismo, con múltiples pruebas, natación en piscina y en aguas abiertas, con varias pruebas, golf, futbol, baloncesto normal y 3X3, Balonmano, boxeo varias categorías, tenis, tenis de mesa, bádminton, beisbol, ciclismo varias pruebas, ciclismo BMX normal y estilo libre, esgrima varias pruebas, gimnasia varias pruebas, pesas varias categorías, hockey, hípica varias pruebas, judo, karate, lucha, pentatlón moderno, piragüismo, remo, rugby, taekwondo y los incluidos este año surf, skateboarding, escalada deportiva, kárate y béisbol. Es increíble la cantidad de pruebas en que los colombianos no compiten, porque no conocen de su existencia o porque no clasificaron. ¿Y el ministerio de deporte?, bien gracias.

Otro caso es la poca capacidad de gestión de nuestra dirigencia deportiva. Nuestro Comité Olímpico ha dejado pasar oportunidades preciosas de medallería con la bonanza de patinaje que tuvimos -arrasando en campeonatos mundiales- pues nunca pudo incluirlo en calendario olímpico. Así como, la poca eficiencia en exigir arbitrajes limpios en disciplinas como el boxeo, solo comparable con la mediocridad de nuestra dirigencia en futbol para exigir arbitrajes transparentes ante Conmebol. Esa Copa América fue una vergüenza, valga el paréntesis para preguntar ¿que han hecho para garantizar arbitrajes decentes en partidos de eliminatorias que vienen? o ¿debemos resignarnos desde ya a perderlos con otros pitanazos?

Es que el esfuerzo para crear conciencia deportiva de alta calidad no es solo fabricar deportistas olímpicos de la nada, es generar esa cultura nacional hacia el espíritu y conciencia olímpica, en la cual están incluidos las competencias intermedias o regionales y eso es lo que no se ve. Estos Olímpicos 2020 han pasado desapercibidos en el país, por la poca difusión de las competencias olímpicas. Como siempre, hay miles de disculpas, como el horario. El país tiene canales de televisión públicos y canales institucionales a nivel nacional y regional; de todos, un solo canal, Caracol, tímida y mezquinamente mostró unas muy pocas competencias y muchisisímas repeticiones de las mismas. Y esa es la menos mala; ni RCN, ni el canal institucional, ni Señal Colombia, ni Canal Capital, ni los canales regionales mostraron eventos de los olímpicos. A nivel pago, empresas como Directv, dirigido por un argentino -Argentina quedó peor que Colombia- menos le iba a interesar mostrarlos a los colombianos y esa, creo, es función del Ministerio de Deporte.

Mindeportes, entre sus funciones, debe tener la de promulgar la práctica deportiva. Si no lo tiene entre sus funciones, como parece, es mejor que lo vayan incluyendo, en coordinación con MinTIC y exigir que en las licitaciones de los canales nacionales incluyan el compromiso de pasar eventos de interés nacional. Un evento como los Olímpicos, donde 70 deportistas colombianos llevan la bandera nacional a competir contra el resto del mundo, es de interés nacional; no darle amplia difusión es una gestión bastante mediocre de quien le corresponda hacerlo, y si no es el ministerio del Deporte la responsabilidad de gestionarlo con los otros, ¿entonces quién?

Llama la atención el despliegue de la única cadena que transmitió, dirigida por un español, que como todo en Colombia lo importante es nombrar gente y enviarla al lugar, pero no se ve si les dijeron a que iban, qué tenían que mostrar, qué era prioritario, qué era fundamental y qué era necesario, que por ser los únicos no iban a hacernos un favor… iban era a producir un excelente producto para beneficio de la cultura deportiva, con respaldo nacional y esparcimiento para el público colombiano. Pero no, como en este país todo es por cumplir y salir del paso, fueron a ver cuándo participaban los colombianos, transmitir los eventos más fáciles y se dedicaron a repetir mil veces unos pocos eventos todo el día ¡por favor! que mediocridad. Que el horario no era el mejor, de acuerdo, pero que se podía pensar, claro que sí, si hubieran colocado un director deportivo que supiera de algo más que de fútbol y supiera la cantidad de disciplinas deportivas, él o quien le tocara hubiera organizado material para 24 horas de transmisión, la que pasaban en directo y la que pasaban en diferido. Pero no, lo más fácil y barato fue tomar solo unos cuantos eventos, algunos con colombianos, por decir algo, unas diez horas de material y repetirlo mil veces para completar las 24 horas, hubo momento en que en una hora pasaron 5 veces la pelea de un boxeador, un evento de trampolín de un español-colombiano la reprodujeron como 10 veces, etc… ese desprecio por el espectador, la falta de deseo de acertar, la poca iniciativa e inteligencia, con que se pasaron los olímpicos es de una mediocridad desesperante y no contentos con eso, en el noticiero hacían un resumen de lo que habían pasado veinte veces. Crearon una marca especial para transmitir los olímpicos, al parecer querían que fuera Sports, pero la que se vio la mayor parte del tiempo fue Sports Repetición.

Esta mediocridad de los medios televisivos, nos lleva a la mediocridad gubernamental. ¿Será que no hay una sola instancia del gobierno nacional que regule esta falta de respeto al televidente y mucho menos el Ministerio de Deportes, así como otros ministerios hacen publicidad sobre lo bueno que son los impuestos y las foto multas? El ministerio de deportes ha podido promover que se vean los olímpicos, mostrar que es de interés de los colombianos, organizar eventos educativos deportivos mostrando las disciplinas menos conocidas en Colombia; pero nada, absolutamente nada. El defensor del televidente tampoco, este defensor es tan inútil que cada cadena nacional tiene su propio defensor. Cómo puede no decir nada de la misma pelea de boxeo pasada 25 veces en un día, mientras competencias, incluso donde estaban los colombianos, ni las muestran. ¿Quién defiende al televidente en este país? ¿Quién verifica que los canales nacionales cumplan con su labor social y educativa? ¿Quien les exige el cubrimiento de los eventos de interés nacional? Esto es tierra de nadie, tierra de la mediocridad.

Ni siquiera el ministerio de salud, en medio de la pandemia. Que bueno hubiera sido una excelente y continua transmisión de los olímpicos, al menos los fines de semana, para mantener más personas en casa; nada, qué se les va a ocurrir. Todo, lógicamente ha debido ser coordinado e incentivado por el Ministerio del Deporte. Porque como dije, no se espera que en los dos años fabricaran por arte de magia deportistas para oro olímpico, pero la absoluta despreocupación de todo lo que se ve alrededor de los olímpicos, lo único que muestra es que nuestro futuro en los olímpicos es seguir celebrando diplomas olímpicos, porque oro nada, plata poquita y unos cuantos bronces que aparezcan en el escenario. La única que realmente se ganó una medalla de oro en estos olímpicos para Colombia fue la mediocridad.

Esta experiencia se ha repetido cada 4 años, con la excepción reciente que hace que los próximos sean en tres años. Hasta ahora viendo la historia, solo hay calentura cada cuatro años y más para criticar que para hacer, por lo que no se hace nada en el intervalo, o si se hace los resultados son bastante pocos, incluso en esta oportunidad peor que la anterior. Otro problema grande es que de los tres años queda uno de este gobierno. Aunque tiene la responsabilidad de mostrar que ese Mindeportes no es solo otro elefante blanco, los otros dos años serán del gobierno siguiente que ojalá no traiga como programa principal culpar al gobierno anterior y traiga algo en materia deportiva, o si no lo considera importante, que cierre ese ministerio y nos ahorramos esa platica, que bastante que hay para gastar en necesidades que tienen los colombianos, en lugar de gastarla en algo que no ha servido en los últimos 50 años, contando Coldeportes y Mindeportes.

Iniciamos nuevamente el ciclo olímpico con los Juegos Bolivarianos, Juegos Suramericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Juegos Panamericanos. Esperamos que los podamos aprovechar, en lo deportivo y en su difusión, para tener cada vez más deportistas y de excelente calidad ¿Qué mejor que ocupar nuestra juventud en el deporte, en vez de dejar que escojan alternativas como la primera línea o peores? Felicitaciones a Barranquilla por haber sido elegida para los panamericanos del 2027, que aunque posteriores a los próximos olímpicos debe alistar no solo sus escenarios deportivos, también en coordinación con la nación, los deportistas para hacer respetar la casa ¿Qué tal llevar unos cuantos a olímpicos para eso? Barranquilla ha mostrado sacar la cabeza en medio de tanta mediocridad nacional y seguro que será superior a cualquier expectativa que tengamos.

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