Fábrica de inflación: 18 nuevos peajes para la reactivación turística y …
Estamos terminando el año. Pronto empezaran los balances de que pasó en este lapso, en que, como en el anterior, hubo pandemia. Aún así, es más lo que se utiliza de excusa que lo que se trabaja para disminuir sus efectos o aprender de una experiencia diferente y menos aprovechar la de otros países por donde va pasando primero. Siempre la excusa que estamos ante un fenómeno nuevo, que hace lo que quiere con nosotros, así haya pasado ya en otros países meses antes. Importante excepción con la vacunación en que comparado con otros países nos va bien, sin haber alcanzado todavía la inmunidad de rebaño.
La pandemia ha sido de las mejores noticias que le ha llegado a este gobierno, en un momento en que ya el dólar pasaba los $3.000, los indicadores económicos reales no eran las mejores, se les apareció. A partir de ese momento, se justificó poner más impuestos; decretos de emergencia, algunos declarados inexequibles, una razón para las reformas tributarias y cualquier cosa que pasa es culpa de la pandemia, del gobierno anterior y si es muy grave de ambos. Algunos le incluyen todavía el paro ocasionado por la reforma maldita y cuyos hechos vandálicos posteriores se dejaron prolongar por más de un mes. En esa tónica han llevado el dólar hasta el peor de los escenarios planteados en campaña, a los $4000, y la inflación oficial por encima del 5%, digo la oficial porque cualquier persona minuciosa o acumulativa, que tiene recibos de inicio de año y recibos de hoy de un mismo producto, se puede dar cuenta que ese 5% es solo una cifra imaginaria, que no corresponde con el gasto real de nuestros bolsillos.
Con esta carrera inflacionaria, ¿qué se espera que haga el gobierno nacional? Que mejore su gestión y ofrezca condiciones para menguar la tendencia. Pero ahora pasa todo lo contrario. Las medidas que expide el gobierno pareciera que tuvieran el propósito de seguir aumentando la inflación. Mientras en los anuncios y discursos habla de reactivación, en la realidad toma acciones que lo que hacen es poner un palo en la rueda a esa reactivación, aumenta precios de combustibles y ha llegado al increíble anuncio de que va a crear 18 nuevos peajes, sin perjuicio de alzar tarifas a una vías para que queden en tarifas de 5G. Esto es realmente algo tan inaudito como inoportuno. Ya sé que todos no entran en funcionamiento hoy, pero el solo anuncio lo usan los especuladores para seguir subiendo más los precios. La falta de empatía del gobierno con los colombianos es evidente hasta para los más indiferentes ciudadanos.
El ministerio de transporte, en diferentes foros, muestra que sabe y es consiente que cuesta más llevar un contenedor de Asia a Colombia, que de Buenaventura a Bogotá. No obstante, en lugar de hacer algo por ayudar a solucionarlo, contribuye con el problema con estos 18 nuevos peajes y aumenta otras vías a tarifas 5G. ¡Qué empatía! Además, qué sentido de oportunidad. Precisamente, días antes del inexplicable anuncio, el mundo logístico se estremeció con la noticia de la Crisis de Contenedores y muchos sectores afectados por este fenómeno mundial, empezaron a anunciar que unas mercancías importadas no iban a poder llegar, o costarían varias veces su valor, e incluso la industria nacional se vería afectada por la demora o encarecimiento de sus insumos.
Unas lumbreras económicas descubrieron que la medida más apropiada era colocar 18 nuevos peajes y subir a 5g las tarifas de otros, como contribución a esta crisis de contenedores, a la reactivación del turismo y del transporte, a combatir una inflación galopante, que combinada con el dólar a 4.000 pesos se convierte en un cóctel explosivo para fin de año, en el cuál no van a salir bien librados en los balances y marcará un principio de año con una ola alcista bastante inoportuna, ad portas de la contienda electoral. Pareciera que lo único que importa es recoger impuestos, peajes, tarifas y tasas, a sabiendas del proceso de venezuelización que estamos sufriendo, lo que puede hacer que los colombianos se convenzan cada vez más de buscar alternativas políticas diferentes a la actual, ojalá no sea una alternativa extremista.
La preocupación por la inflación galopante, en que lejos de hacer algo para disminuirla el gobierno hace todo lo posible por alimentarla o casi que fabricarla, es general; hasta el punto que los representantes de los consumidores se han pronunciado, en algo que parece más una suplica que un pronunciamiento: por favor “más responsabilidad” en las alzas que dependen del gobierno porque “está presentando un grave perjuicio a los colombianos”. La recomendación va dirigida a los rumores de alza de combustibles y peajes para el fin de año, explicando con plastilina cómo afecta directamente la canasta familiar; sí, esa que cuando justificaban la reforma tributaria decían que habían familias que comen dos de los tres platos del día y que saberlo no debe ser solo para poner más impuestos. Excusas hay miles, que es que toca anualmente hacer los aumentos, que es que hay contratos con concesiones, pero muchos son de Invías, que es que, que es que, pero los colombianos requieren más que esas disculpas, requiere acciones, como la de apagar la fábrica de inflación.
Esta vez, en medio de semejante crisis inflacionaria, crisis mundial de contenedores, pandemia, etc… es el momento que no sea el pueblo el único que haga el esfuerzo. Es el momento que unos pocos por primera vez hagan el esfuerzo que han pedido a todos los colombianos para sus tres reformas tributarias; esta vez el esfuerzo lo tiene que hacer el Ministerio de Minas, no subiendo sino incluso bajando el precio de los combustibles, uno de los más altos del planeta; el esfuerzo lo debe hacer el Ministerio de Transporte, no subiendo los peajes de Invías y gestionando lo mismo ante las concesiones, que algunas ya pasaron por su punto de equilibrio hace marras. Esto permitirá bajar un poco la tendencia inflacionaria que cada vez nos hace mas parecidos a los vecinos.
Seguramente, algunos lectores me caerán encima con el cuento de qué pasa con los contratos, los compromisos con los concesionarios etc. Pero es que esos contratos son su responsabilidad, los contratos no se hacen solos y la consecuencia es de quienes los firman, en especial los que hicieron hace tres años cuando no había pandemia y “se dejaron” poner condiciones contra los colombianos, las cuales fueron exacerbadas por la pandemia y claro está en este momento de dificultades, aumentada con la crisis mundial de contenedores, les explotó en la cara y no pudo pasar desapercibida, si los hubieran hecho de manera medida y apropiada no estaríamos en estas.
Entonces ¿será que pueden hacer algo de gestión a favor de los colombianos y evitar que la mayor inflación sea fabricada por las alzas normales con que el gobierno contribuye decididamente a la inflación? Todos dicen que es normal que haya alzas, pero no dicen que es que la situación no es normal, la pandemia no puede ser únicamente una excusa para perjudicar a los colombianos, también la deben poder tener en cuenta para tomar acciones que tampoco sean “normales”. Si hay un año que requiere que apaguen la fabrica de inflación es este, por la tendencia que tiene la misma y por el año que empieza que marcará el balance de 4 años en que acercan los indicadores a los peores escenarios planteados hace 4 años, como el caso del dólar que lo han llegado a donde nos asustaban con que era lo peor que le podía pasar a la moneda y donde si hubiéramos votado por el coco nos hubiera llevado, el dólar a $4000. Pero sin ningún pudor ahí lo llevaron y la culpa no es de nadie, o perdón si es de un gobierno que terminó hace tres años y medio, de la pandemia (ahí sí) e incluso llegan a la desfachatez de decir que si hubiera sido con el coco sería peor, a pesar que habían dicho que $4000 era lo peor de lo peor que podía pasar, era tan malo que decían que solo el coco nos podía llevar ahí.
Hoy amanecieron los lecheros hablando de crisis y posibilidad de escases del producto y sus derivados a mediano plazo, por el encarecimiento de los insumos y en la distribución, y en el boletín del consumidor le ruegan ser prudentes en las alzas de combustibles y peajes, ¿seguirá el gobierno haciendo gala de su ya conocida falta de empatía y oportunismo, ordenando alzas de situación normal? o ¿entenderá que no es una situación normal y contribuirá con los colombianos en no encarecer todo para el final de año e inicio de su año de despedida?
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