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El vallenato, más allá de ser en la actualidad música popular, viene de una tradición literaria y narrativa importante: los juglares que recorrían los pueblos del Caribe y cantaban las noticias e historias que encontraban en su camino. Cabe mencionar como ejemplo que el propio Gabriel García Márquez aseguró que su libro Cien años de soledad era un vallenato de 350 páginas.

La historia del vallenato se remonta a la primera mitad del siglo XIX, iniciando con un instrumento que muy pocos creen fue el pionero del género, artefacto que fue traído por la influencia española durante el periodo de la colonia. Este acompañante musical es la guitarra, encargada de enriquecer la musicología vallenata desde hace un siglo. Contrario a lo que generalmente se cree, el acordeón no hizo parte de sus inicios lo cual deducimos usualmente al escucharlo.

¿Quiénes son los juglares?

Esta figura tomaría nombre e importancia desde la edad media. A la par de los trovadores, eran los encargados de entretener y brindar espectáculo; sin embargo, los juglares eran los que no se contrataban en castillos o palacios, sino que viajaban de pueblo en pueblo, algunas veces uniéndose a ferias y en otras ocasiones en solitario. Estos preservarían las tradiciones en sus relatos.

En sus inicios el vallenato era utilizado como acto representativo, donde los granjeros de la Antigua Provincia de Padilla (Actual sur de La Guajira), Norte del César, conocidos como juglares, iban de vereda en vereda contando noticias, historias y mitos, por lo tanto, son conocidos como quienes ayudaron a difundir a través de sus historias el folclor y esencia de este ritmo musical.

Imagen – www.practicaslenguaje2.wordpress.com

 

Antes de la llegada de la guitarra los campesinos colombianos iniciaron la fabricación de instrumentos como el carrizo, instrumento aerófono similar a una flauta, gaitas, entre otros, que funcionaron como precursores a los que usarían más adelante. Su influencia fue tan grande que, incluso, durante 1.794 un prestigioso periódico de Bogotá realizó referencias sobre métodos para su interpretación, provocando que a lo largo de 1.850 su uso se esparciera por todo el territorio colombiano, hasta la llegada del acordeón, el cual entra al país por la marina, gracias al tráfico en Las Islas Antillas, traído y comercializado por pobladores alemanes en Riohacha. Desde entonces, el acordeón funcionó como un complemento rítmico que dio a conocer el vallenato como un género muy popular entre las clases bajas de la época.

Posteriormente, distintas formas de expresarse surgieron a partir del uso del acordeón en el vallenato. Uno de estos es la piquería, que refleja un duelo de palabras, versos y rimas entre acordeoneros y/o cantantes, el cual es calificado por aplausos para el ganador, quien tiene que sorprender por su creatividad y originalidad a la hora de cantar sus versos. Por otro lado, la romanza vallenata, con su carácter lírico y poético cantando al amor, el desamor, el perdón y a la mujer.

El paseo, el son, la puya y el merengue

Así mismo, el vallenato tiene una estructura definida que permite conservar su esencia a través del tiempo, estructura conocida como los aires o ritmos vallenatos los cuales son la puya, caracterizada por ser extremadamente rítmica, con coros con los que se responde a las estrofas de un cantor. Entre todos los aires, la puya es el más fácil de distinguir. Por ser el más veloz tiene versos cortos, jocosos, referidos casi siempre a animales y su objeto es animar el ritmo.

Valledupar – Colombia / Integrantes de «Los Niños del Vallenato de la Escuela Rafael Escalona»

El son, que, a diferencia de la puya se caracteriza por ser el aire más lento, tocado en cuatro cuartos y utilizado como un ritmo para narrar nostalgias. Por otro lado, encontramos el paseo, el más joven de los cuatro aires, ya que tomo fuerza y se definió con claridad a partir de 1930. Este aire se popularizó con velocidad gracias que era más lento que el merengue y la puya, pero menos melancólico que el son, considerado un ritmo más romántico, es descendiente del vals y tiene una gran influencia de las personas desplazadas de Valledupar a zona bananera. Por último, el merengue, el cual es rítmico, pero menos que la puya, e involucra connotaciones sensuales y eróticas, procedentes de África. Los primeros compositores de este aire se ubican en la segunda generación de acordeoneros, aquellos que alcanzaron a nacer en el siglo XIX pero que vivieron parte de su vida en el XX.

Estilos del vallenato

Gracias a los aires del vallenato, anteriormente nombrados, surgen los distintos estilos como el vallenato tradicional, totalmente folclórico, comprende los cuatro aires, y su temática abarca hechos de la vida cotidiana como el amor, la amistad y la parranda. Interpretado normalmente en el festival vallenato. Sus principales exponentes son: Luis Enrique Martínez, Luis Enrique Diaz, Emiliano Zuleta, Calixto Ochoa, Jorge Oñaoñate, Silvio Brito, también cultivaron juglares como Juancho Polo Valencia, Alejandro Durán, Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, «Toño» Salas, Lorenzo Morales, Leandro Díaz, «Pacho» Rada, «Colacho» Mendoza, Rafael Escalona, entre otros.

  • El Vallenato grueso

Este estilo incursionó gracias a Francisco el hombre, quien se caracterizaba por cantar trovas a ritmo de su acordeón mientras se movilizaba en un burro recorriendo algunos pueblos que más adelante resaltaron su popularidad en ciertas partes del país. Al igual que él, muchos otros trovadores intentaron llegar al público general mediante sus más ingeniosas canciones sin lograr el mismo nivel de impacto que Francisco y Emiliano Zuleta, otro exponente de esta generación, compositor de “La Gota Fría”; canción que narra su rivalidad con otro representante del vallenato por ser el mejor acordeonero durante 1938.

  • El Vallenato romántico

Por otro lado, el Vallenato Romántico también llamado «vallenato llorón» es el que normalmente habla de despecho, desamor, reconciliaciones e incluso declaraciones. Este estilo tiene influencias de otros ritmos como la balada. Fue impulsado por Iván Calderón a finales de los años 80 ‘s y 90’ s. Este es uno de los subgéneros más conocidos tanto nacional como internacionalmente y algunos de sus principales exponentes son: Binomio de Oro de América, Estrellas Vallenatas, Los Pechichones, Dúo Sensacional, Patricia Teherán, Las Musas, Adriana Lucía, Los Diablitos, Los Gigantes, Los Inquietos, Los Chiches, Los Embajadores, Miguel Morales, Jesús Manuel y Álex Manga (quienes formaron parte de la agrupación los Diablitos), Fabián Corrales, Luis Mateus, Nelson Velásquez (quienes formaron parte de los Inquietos), Jean Carlo Centeno, Junior Santiago y Jorge Celedón (quienes hicieron parte del Binomio de Oro de América), Amín Martínez entre otros.

  • El Vallenato de la nueva ola

Por último, el vallenato nueva ola, estilo que en el 2021 es el más escuchado por los jóvenes, impulsado por Kaleth Morales en los años 2000. Cabe aclarar que en la época de los juglares, el género vallenato ya venía manejando su «Nueva Ola». Alejo Durán compuso e interpretó en 1.960 una canción en aire de paseo llamada «La Ola del Vallenato» haciendo una crítica a los artistas de la música vallenata que en esa época empezaron a realizar innovaciones y arreglos en sus composiciones. Sus principales exponentes son: Silvestre Dangond, Peter Manjarrés, Martín Elías (hijo fallecido de Diomedes Díaz), Luifer Cuello, Penchy Castro, Kvrass, Mono Zabaleta, Churo Díaz, Elder Dayan Díaz (hijo de Diomedes Díaz), Daniel Calderón, Felipe Peláez, La Gente de Omar Geles, Los K Morales (sucesores del legado de Kaleth Morales), Orlando Liñan, Kbto Zuleta, Cayito Dangond (hermano de Silvestre Dangond), Los Comandantes del Vallenato, entre otros.

Imagen – Colprensa

Es así como, aunque hoy es uno de los ritmos que representa al país en el mundo, declarado por la Unesco en 2015 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, no es el mismo que concibieron los juglares pioneros. Una diferencia, por ejemplo: su característica principal son los tres instrumentos base que no requieren amplificación: caja, acordeón y guacharaca. La ‘nueva ola’, que se dio en este siglo, sumó otros instrumentos como el sintetizador, incorporando a las producciones musicales sonidos de otros géneros como los urbanos. Los cambios también se dieron en el relato de las composiciones que, según algunos autores y folcloristas, perdieron la poética de antaño.

Del mismo modo, la evolución de los medios. La radio, luego la televisión y el internet han hecho que el vallenato suene más allá del Caribe colombiano, generando cierta hibridación cultural en el género. El gran impacto que generó el vallenato a nivel nacional finalmente logró hacer que se asentara en la capital del país, aproximadamente en los años 50, época en la que diversas emisoras comenzaron a añadir en sus listas las canciones que resaltan en el género.

Imagen – Tito Cote

En la actualidad es posible encontrar canales digitales dedicados 24 horas a la divulgación de este género musical Como recomendado está www.vallenatofm.com, una emisora web a cargo de locutores especialistas en el manejo del folclor vallenato, en los que se destaca TITO COTE, quien el próximo 15 de enero de 2022 intentará cumplir el reto de transmitir música en vivo durante más de 50 horas seguidas y sin dormir, en compañía de enfermeras, de su equipo de trabajo y de artistas del mundo vallenato para que usted se programe y lo acompañe en su reto mientras aprende de la historia de este fascinante género.

En definitiva, existen muchas maneras de viajar, lo podemos hacer a través de la música, de la historia de un plato de comida o de historias de vida. Si usted tiene algún dato que aporte a este articulo por favor déjemelo saber en los comentarios, nos leemos en una próxima historia.

ESTEBAN DÍAZ

Sígame en Instagram y viaje conmigo: @estebanexplora

¡Vamos a recorrer la Colombia inexplorada!

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