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Amor y Amistad: los sentimientos más rentables para el comercio en esta época se refieren más a condiciones opuestas con los consabidos bandos opuestos: los que quieren compromisos y los que no los quieren.

 

Por tal razón el discurso del “estar solo” puede verse impregnado (¿viciado?) de esta nueva versión del maniqueísmo. No se trata de juzgar si es bueno o malo estar solo o tener a alguien, sino de las circunstancias en que esto parece propicio.

 

Leí cada uno de los mensajes del post anterior con mucha atención y me dí cuenta que las respuestas dejadas confirman poco a poco una teoría que he pensado frente a las relaciones. Las personas solas están bien así hasta que encuentran la horma de su zapato, y las personas comprometidas se enfrentan a la cruel situación de añorar su soltería, o peor aún, de dudar acerca de la persona con la que han establecido la famosa “relación seria” (léase seria como monógama), también equiparada al fenómeno de “sentar cabeza”.

 

Para que los que me leen: ¿creen que las relaciones serias subsisten? ¿Qué es lo que permite asegurar en el momento actual que estamos frente a una situación de compromiso serio? ¿La monogamia? Y sobre el tipo de relación seria ¿vivimos más de relaciones estilo ‘colchón pullman’ (comodidad para cualquiera de los dos), ‘pelota de squash’ (masoquismo por parte de uno de los dos) o barbiken (el/la muñequito/a de sonrisa petrificada para mostrar y manejar)?

 

Esta segunda parte habla de las razones que también logré capturar de personas comprometidas que desean estar solas de nuevo. Tal vez parezcan injustas pero obviamente hablamos de decisiones tomadas en principio sin coerción alguna, así que uno siempre cargará con ese muerto. Ahí vamos hilando fino sobre el tema. Lo cierto es que en medio de tantos tsunamis de rompimientos y pálidas brisas de compromisos, es necesario mostrar cuál es el norte de esa tarde asoleada que parece significar “querer estar solo”.

 

25. La eterna lucha por las cobijas.

24. El celular ya no es un objeto de uso privado.

23. Sinceramente el desorden. Yo soy ordenada y preciso tengo que estar recogiéndole el mugre a mi marido.

22. Acordarse todo el tiempo de fechas especiales: la primera semana de novios, el cumpleaños de la sobrina, el de la mamá postiza…

21. Tener que hacer esfuerzos para caerle bien a su familia.

20. Su familia. Combo suegra arpía + cuñado abusivo + prima chismosa…

19.  Todo lo que implica una boda. Noooo que pereza: fiesta, ponqué, vestido, invitaciones y cuentas por pagar.

18.  Adivinar cuando se puede o no se puede tener sexo.

17.  Que si la cosa no funcionó y para colmo terminó mal pagar escondederos de a peso para evitar dar explicaciones o poner la cara.

16. Dejé de estudiar cuando me casé con mi novio. Ahora no he podido terminar la carrera y me arrepiento de no hacerlo.

15. La eterna lucha por las cuentas. Quién, cómo y cuánto paga qué.

14. Trabajar en lo que sea para mantener la prole, cuando era yo solito.

13. Que mis amigos no se lo aguanten y traten de disimular la mala cara cuando me ven venir con él.

12. Que jartera reportarse si uno va a llegar temprano a la casa. Si pasa lo contrario, aguantarse la lora o la cara de patada en el estómago.

11. El espacio. Tener el espacio de uno.

10. Que anden criticando por lo que hace o es la pareja.

9.  Tener hijos no planeados… ¡si ni siquiera cuidé un conejo!

8.  Ir a pasear o a rumbear ya no es tan divertido. No puedo ser yo mismo.

7. En cuanto al sexo… uy…con la misma persona, las mismas veces, las mismas poses y al final…”cierre la ventana que me entra frío.”

6. El genio. Enamorada uno no se da cuenta, pero al primer agarrón, ya quisiera estar uno lejos.

5. Mentirle a la persona. Así sea por bobadas, por la boca muere el pez.

4. Definitivamente, tener que vivir con la persona. Ahí es donde se conoce la calidad del personaje.

3. Los malos tratos. Sobre todo que le echen en cara cada cosa que pasa. Y si le pegan a uno ¿para qué más relación? ¿Quién me mando?

2. Los celos. Tal cual.

1. Ser infiel, ser descubierto, pedir (y gastar en el) perdón, que se lo nieguen y gastar entonces en abogados para repartírselo todo. Hasta que el abogado los separe.

 

Más aportes para nuevos temas, consultas, insultos y citas también los pueden enviar a juanchopara@gmail.com.

 

BOCADILLO: “¡Hey Britney! ¿What’s up?” Muchos titulares de prensa rosácea y de fachonentertainment publicaron así la deslucida y vergonzosa actuación de la otrotra sexy gringuita. ¿Qué es lo más bajo que puede caer una estrella? Para un post aguanta.

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