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Los discretos resultados obtenidos por el polémico Protagonistas de Nuestra Tele del canal RCN, con todo y argentina revolucionaria, obligarían a pensar que solo es una mala racha suceptible de repuntar en el rating. Pero ¿y si es más que un desgaste? ¿Le llegó la hora al reality de reinventarse o morir?

Tranquilos, no es un fenómeno local. Este año han caído en la arena diversos formatos que sugieren urgentemente una renovación del esquema. La pregunta es sencilla ¿El reality dejará de ser una moda? Vean unos ejemplos antes de responder, y de paso revisen si los expertos tienen razón
1. Mundos Opuestos 2 (Canal 13, Chile)

La segunda temporada del formato -que conoció una inaguantable versión colombiana- estuvo muy por debajo de las expectativas puestas por el canal y la producción. A raíz de su pobre recepción suspendieron otros proyectos para este semestre y es incierto si apostarán por una aventura similar.
2. Campamento de Verano (Telecinco, España)
El reality ibérico sí que ha desbordado los ánimos de los espectadores. Acusaciones de promover el machismo y la mujer como objeto, escenas subidas de tono y demás «gilipolleces» han motivado el retiro de pauta de importantes marcas como Burger King. Cuando el escándalo no es tan rentable…
3. Fashion Star (NBC, EE.UU)
 
Jessica Simpson y Nicole Richie: es como mezclar frijoles con jugo de guayaba y encimarle arequipe. Un Project Runway de moderado presupuesto no caló entre el público, por lo que su segunda temporada finalizó atropelladamente y fue fulminante su cancelación ¡Aprendan!
4. Ready For Love (NBC, EE.UU)
Los gringos viven empecinados en buscarle pareja a todo el mundo. Pues la fórmula de conseguirle novia a yuppies desocupados se rompió por su lado más frágil. No hay Eva Longoria ejecutiva que valga: NBC le dijo que le dejara ese oficio a agencias matrimoniales o servicios online, pero ya no verá la luz en el futuro.
5. Lo que más quieres (Televisa, México)
Aunque estrictamente hablando es más un concurso que un reality (ahora las fronteras son borrosas, para algunos) se le dio un entierro de cuarta a la primera gran apuesta dominical del año en Televisa. Poco rating para un programa «blanco», de esos que pretenden quedar bien con todo el mundo, y a la final no es ni chicha ni limonada.
Como ven, hay bastantes metepatas en la televisión respecto a los realities. Aunque pueden verse como casos aislados, que se seguirán haciendo y demás bla bla bla, ¿es necesario seguir haciendo cosas tan malas y detestables? ¿Qué salvación tiene el reality para que obtenga el beneplácito de la teleaudiencia? Con razón añoramos las series, porque lo que hay que ver…
@juanchoparada
juanchopara@gmail.com 

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