La de Troya, la nueva serie multiplataforma del sistema público RTVC Play, es un evidente jalón de orejas. Realizada por la productora Laberinto y supervisada por el equipo del canal, le habla a esta generación sobre las glorias de la actuación en Colombia y su condición actual.
El tema de la serie empata muy bien con el reciente fallecimiento del actor vallecaucano Humberto Arango, del que sabíamos muy poco dada la nula convocatoria en producciones nacionales, y más por sus inconvenientes económicos. Como muchos otros, vivió sus épocas de mayor esplendor hasta hace veinte años, cuando los recién formados canales privados, Caracol y RCN, fueron internacionalizando sus productos, al tiempo que empezó a ajustar sus normas de contratación al gremio actoral. Es así que los llamados primeros actores y actrices tenían que cumplir con castings, jornadas exigentes y malos salarios. Es La de Troya en carne y hueso.
El respeto a la experiencia de luminarias como Arango y otros del mismo tenor como Julio Medina, Carlos Barbosa, Julio César Luna, Vicky Hernández o Judy Henríquez, entre otros hombres y mujeres que han desfilado por las pantallas nacionales en los últimos cincuenta años, se tradujo en un sinfin de papeles menores en unitarios, campañas publicitarias o sociales, y con pesar han visto languidecer sus carreras en medio del olvido de los espectadores.
Como bien lo resume Rodrigo Holguin, director de RTVC Play, «muchos actores fueron ídolos durante décadas y de repente los vimos pasando situaciones penosas. Entonces encontramos la oportunidad de crear una historia que sin perder el componente de las nuevas tecnologías pusiera a este nuevo mundo a dialogar con el mundo de antaño». Y esta afirmación cobra más sentido cuando recordamos igualmente la lucha por lograr que la actuación sea un trabajo digno en la industria mediante la acción legislativa. La Ley Fanny Mickey (que protege repeticiones por ejecución pública) y el esfuerzo por cristalizar el proyecto de ley No 284 de 2017 o Ley del Actor, impulsado por la Asociación Colombiana de Actores, ACA. son ejemplos de las necesidades que aún no encuentran eco en el sistema actual. (Este artículo de La Silla Vacía expone muy bien las demandas del gremio).
De ese modo La de Troya tiende un puente entre el mundo de los actores y actrices forzados al retiro con el de la «sangre nueva» digital, «youtubers» que se promueven como la renovación en un medio cada vez más ajeno a su contexto (la televisión) y supuestos líderes de una comunidad ávida de ídolos que representan sus intereses. Para ello cuentan con el personaje de Eduardo, interpretado por Luis Fernando Hoyos, un actor relegado que empezará a lidiar con esa cotidianidad y en el que desfilarán varios de los veteranos de la pantalla chica como Gustavo Angarita o Constanza Duque.
La invitación es a ver La de Troya como una reflexión sobre el presente y futuro de la profesión. Es un reencuentro con el patrimonio más valioso que es el talento de intérpretes del cine, el teatro y la televisión que abrieron el camino para todos los que hoy triunfan en cualquier medio. Los primeros cinco capítulos de la serie La de Troya ya están disponibles en RTVC Play sin costo alguno.
Pronto, la segunda temporada de El Jardín de Bronce
El éxito de esta serie de HBO Latinoamérica durante el 2017 dio pie a que se aprobara su nueva temporada, que inició grabaciones el pasado mes de agosto en Buenos Aires. Basada en el libro de Gustavo Malajovich y con libretos de él y de Marcos Osorio Vidal, la nueva temporada promete más misterio y tensión tras los acontecimientos que cerraron su primera tanda. Por cortesía del canal accedimos a una entrevista con Julieta Zylberberg (Lidia Blanco), quien nos cuenta la experiencia de esta nueva etapa y las sorpresas que vendrán en su estreno, previsto para el 2019. Reproducimos apartes de esta conversación.
¿Cómo fue el reencuentro con el equipo en esta segunda temporada de El Jardín de Bronce?
El equipo es muy similar y nos conocemos. También en los libros, hay un lapso de 3 meses desde la primer temporada hasta el comienzo de la segunda, por lo cual no tuvimos que encontrarnos con una nueva propuesta, sino que lo vivimos como una continuación de la primera historia. Fue bastante fácil volver a construir el personaje desde ese lugar.
¿Que desafíos encontró en volver a interpretar a Lidia Blanco?
El personaje de Lidia es complejo porque es una mujer fuerte, pero a la vez tiene una fragilidad. Lo que tiene de diferente a la temporada anterior, es que la relación con Fabián ya está establecida, ya quedó atrás el proceso de conocimiento, por lo cual los personajes funcionan como una dupla en la investigación del nuevo caso. El foco de conflicto en esta temporada está corrido de la figura de Fabián, y eso les permite ir más en conjunto con Blanco, avanzando en las pistas del caso. Por el contrario, en la temporada anterior, mi personaje tenía más un rol de contención, ya que Fabián buscaba desesperadamente a su hija y su búsqueda tenía un componente muy personal. En esta temporada, mi personaje está mucho más en la calle y está más involucrado con la investigación, no tanto encerrada en una oficina como en la temporada anterior.
¿Cuál fue la escena mas desafiante de lo que se rodó hasta ahora en la segunda temporada?
Hace unos días rodamos una escena con foco en el vínculo de Blanco y Fabián. Si bien tengo muchas escenas y secuencias de acción en esta temporada, que van a estar muy buenas para el espectador, esta escena era particularmente íntima y emocional, y muy importante para la relación entre los dos personajes.
¿Es muy crítica con su trabajo? ¿Cómo se vio en la primera temporada?
No soy muy crítica, o al menos dejé de serlo con el tiempo. Cuando estoy convencida con el proyecto y entusiasmada, tengo confianza y no tengo tantas dudas con respecto a mi trabajo durante el rodaje. No suelo verme demasiado, solo algunas escenas salteadas.
¿Cuál es la diferencia entre filmar una serie como El Jardín de Bronce y rodar una tira diaria para TV?
Me permito disfrutar de ambos formatos porque voy variando en mi carrera, entre un proyecto y otro. No hago una tira durante tres años, sino que puedo estar en un tira, luego en esta serie, luego en una película de cine y una obra de teatro. En todos los formatos me siento cómoda como actriz y tuve la suerte de trabajar siempre en proyectos que me gustan. Dentro del oficio, una serie de gran calidad como esta y una tira, son formas diferentes de trabajar. Por ejemplo, en una tira debemos grabar 30 escenas en un día, con un ritmo mucho más veloz y deportivo. Una serie como esta, por el contrario, sería imposible de hacer con ese ritmo. Cada escena requiere de muchas más herramientas y tiempo de desarrollo. Cada proyecto tiene sus particularidades.
In Memoriam
Que este sea el momento para recordar a la grandiosa Misi, de la que pude ver varios de sus montajes, entre ellos la arriesgada y emotiva versión de Jesucristo Superstar.
Al mismo tiempo, un largo adiós al maestro Bernardo Bertolucci, inspirador de historias controvertidas y emblemáticas como El Último Tango en Paris y El Último Emperador.
juanchopara@gmail.com
@juanchoparada
se ve chevere
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