Sobre ‘Mil Colmillos’ y el encuentro de teatro Entre Montañas Pamplona
Desde que en el 2018 anunciaron la primera serie producida por HBO en Colombia se instaló la más poderosa ansiedad por ver el resultado de esta empresa, con un sello de calidad al que esta marca nos tiene acostumbrados. Imaginaba, desde luego, algo relacionado con crimen, una trama con tintes sociales e incluso hasta humor negro.
Pues bien, desde el conocimiento del título, las primeras imágenes de las grabaciones con los personajes en uniforme militar y el nombre del director colombiano Jaime Osorio -el director de la película El Páramo– a la cabeza de esta pieza, la primera pregunta que rondó mi mente fue «¿Es la mejor idea que llegó?» Ojo, que no suene despectivo, porque lo sucedido con El Páramo sentó de cierta manera un precedente audiovisual y narrativo que se desmarcaba de tratamientos más complacientes sobre el Ejército Nacional. El temor a lo desconocido, la pérdida de la razón y el ambiente sobrenatural, enmarcado con una apropiada fotografía lúgubre, creó la atmósfera ideal para sembrar una idea que diera de qué hablar en su momento. Como suele pasar, el cine de género en nuestro país no cuenta con una barra lo suficientemente brava para defenderlo, por lo que el esfuerzo pasó casi desapercibido en nuestro territorio.
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En esa medida, al ver el resultado final en los siete capítulos liberados en la plataforma HBO MAX no pude evitar cierta desilusión, pues al revisar el contexto de “Mil Colmillos” tiene un aspecto de spin-off de la película de Osorio que parece confirmar que la apuesta final se decantó por lo seguro, desde luego, con las posibilidades de tiempo y recursos con los que suele contar una serie considerada Premium.
Ahora, olvidémonos de si le rinde homenaje a Apocalypsis Now o es una versión criolla de Predator. Esas afirmaciones crean prejuicios innecesarios. Al ver esta historia por sus propios méritos encontré varios aciertos y desaciertos. Entre los aciertos, es evidente el despliegue audiovisual, característico de Osorio, en el que además se permite ahondar con lujo de detalles sobre los operativos militares, con la jerga apropiada y el desfile de aparatos sofisticados de rastreo. Los actores seleccionados dan el tipo de soldados profesionales y plantea, aunque muy rápidamente, el conflicto interno de cada uno de ellos. El planteamiento contando en dos épocas funciona en el arranque y es ahí donde el espectador desea saber cuál es el secreto que esconde la selva, tan profundo como los que guardan los sobrevivientes de esa misión suicida. Y definitivamente se nota la inversión: puedo decir que es la primera serie nacional producida por una plataforma de streaming con un verdadero ‘look’ internacional, por demás con actuaciones comedidas en donde se debe reconocer el nivel de exigencia del ensamble actoral para escenas de combate y permanencia en condiciones difíciles.
Entonces, si se ve tan bien ¿qué no termina de cuajar? Conforme quise seguir avanzando en la trama fui perdiendo el interés por la suerte de los soldados. Da igual quien muriera, no fue fácil empatizar con alguno y si tenían posibilidades los que presentaron inicialmente en el comando pues murieron muy rápido para sentir algo por ellos. En los primeros visionados de la serie en redes sociales encontré un común denominador con mi experiencia y es la confusión generada por las escenas nocturnas. Gran parte del capítulo uno transcurre en esas condiciones y se me hizo difícil seguir la acción. Alguna falla de sonido implicó activar subtítulos en la reproducción de un par de capítulos. Pero en suma, los problemas técnicos son menores frente al declive de mi atención por los acontecimientos, quizás empañado por la expectativa de encontrarme frente a otro tipo de historia.
De las series latinoamericanas presentadas por HBO MAX este año, “Mil Colmillos” es sin duda la más consistente, no obstante, habrá que ver si el resultado final la convierte en una serie evento (de una temporada) o le alcanza para continuar sus enigmas en una segunda tanda de capítulos. Con que abra las puertas a historias tan o más arriesgadas con el apoyo de la marca quedo más que satisfecho. Así que invito a verla para que en breve tengamos más noticias de series de esta factura hechas con talento nacional.
Encuentro de Teatro Entre Montañas Pamplona
Tras muchos años de no permanecer en la ciudad, extrañaba que se llevaran a cabo este tipo de iniciativas de fomento a las artes escénicas. Es así que hago mención a este primer Encuentro de Teatro Entre Montañas, que inició este 4 de noviembre en la ciudad de Pamplona, Norte de Santander. Agrupaciones internacionales, nacionales, departamentales y locales se darán cita hasta el puente festivo del 14 de noviembre con una oferta variada de presentaciones en espacios habilitados con todos los protocolos de bioseguridad y escenarios al aire libre en la Ciudad Mitrada.
Estará de visita el Colectivo Escaranilla desde México, La Corporación Sueños Abiertos de Ocaña, El Teatro El Telón de Málaga (Santander), la Fundación Escénica Goyenechus de Bogotá, la compañía anfitriona Fundación Adagio Teatro, entre otros colectivos teatrales. La entrada a las funciones es libre.
Las jornadas se complementan con talleres sobre diversos aspectos como danza aérea o técnica vocal, los cuales tienen una inscripción previa ($10.000 estudiantes con carnet $15.000 particulares) y se llevan a cabo en el Museo Casa Anzoátegui. Una gran oportunidad en esta época de reactivación económica con el apoyo conjunto entre empresa privada y entidades públicas. Más información y toda la programación en la fan page del evento.
@juanchoparada en Twitter
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