En el día del periodista una reflexión, ´salvar vidas o ponerlas en peligro´

Hoy domingo 9 de febrero, día en que celebramos el ¡Día del Periodista! en Colombia, aunque según la ley 918 de 2004 es el 4 de agosto, y mundialmente es el 8 de septiembre, (ni en eso nos ponemos de acuerdo). WEs oportuno hacer algunas reflexiones acerca de la profesión y de la manera como la ejercemos. (Bueno, ahora, y para nuestro pesar, se considera un oficio, pero en otro artículo hablaremos de eso en detalle),

Iniciemos diciendo que la principal misión de un periodista ¡es el servicio! y si ese servicio puede salvar vidas, ¡mucho mejor!

El pasado viernes 7 de febrero, quienes sintonizamos la W en las mañanas, pudimos vibrar de emoción, y hasta lloramos de felicidad, al escuchar a Julito salvar una vida, en vivo y en directo, cuando una oyente, llamada Kamila, le suplicó que no la dejaran morir. ya que padece un agresivo cáncer. Mientras que el reconocido periodista la entrevistaba y escuchábamos su historia, el equipo de producción de la emisora ubicaba a un médico colombiano, director de un prestigioso hospital en USA, quien se comprometió al aire a colaborarle con su tratamiento, el cual le ha dilatado su EPS en Colombia, por tramitología y burocracia absurda. (De ese tema también hablaremos en otro artículo de manera detallada).

Irónicamente y al mismo tiempo, en la directa competencia de la W, (de los mismos dueños), el director de ese espacio matutino ponía en peligro la vida del periodista Hollman Morris y del alcalde Petro poniendo en tela de juicio las amenazas de las que ellos son objeto, descalificándolas y llamándolas ´autoamenazas´. Y digo que ponía en peligro porque sus palabras pueden ocasionar que gente fanática intente hacerle daño a este colega y al alcalde pensando que en verdad están mintiendo para lograr algún objetivo político. Dudar de sus declaraciones es exponer a la víctimas aún más. El micrófono es como un arma o un arco, luego de disparada no se puede regresar la bala o la flecha, en este caso la frase dicha. A ese periodista, que se atrevió a poner en riesgo la vida de un colega, le exigimos, desde este blog independiente y que no compromete la opinión de EL TIEMPO, ¡rectificar!.

Si las irresponsables palabras del periodista en mención las debemos interpretar como ´valentía´, es bueno recordar, que cuando pusieron una bomba cerca a las instalaciones de esta cadena radial, (el 12 de agosto de 2010, a las 5.30 de la madrugada), el primero que salió corriendo con su escolta fué ese periodista, dejando a su compañera de cabina sola, al aire, y sosteniendo de manera valiente la emisión, en medio de escombros y de vidrios rotos.

Escuche [Audio Caracol Radio] Declaraciones Darío Arizmendi a raíz de las amenazas a Canal Capital

De esta primera historia podemos sacar una reflexión ¡el periodismo es para salvar vidas de otros no para ponerlas en peligro!

Ese mismo día en la W, (viernes 7 de febrero), llamó un oyente desesperado denunciando que unos periodistas de otra cadena radial, (de otros dueños), le habían acabado su vida afirmando que el era uno de los ´militares asesores extranjeros´ en el caso de las ´chuzadas del barrio Galerías´, (tema ampliamente conocido por los lectores), y que su único pecado es practicar un deporte parecido al ´paintball´ que le exige vestirse con costosos uniformes que el mismo colecciona, que no son de uso privativo de las Fuerzas Armadas de Colombia, y que compra en el exterior.

Que las fotos que circulan en los medios, y que los periodistas de esta nueva cadena radial, a los que él hace referencia, dan como ´pruebas reina´, fueron tomadas hace un año, en un evento al que fué invitado. Decía el oyente que su vida se le dañó, que ya tuvo que ir a declarar a la Fiscalía, que no puede salir a la calle, que está a punto de perder su semestre en la universidad, donde es el mejor alumno de su facultad, y que su trabajo también está en riesgo, todo porque estos periodistas, han afirmado en los micrófonos que él, (nos referimos al oyente), hace parte de los ´militares asesores extranjeros´ que visitaban el sitio desde donde se hacían las ´chuzadas´.

Julito, en un acto de colegaje, hidalguía y objetividad, en lugar de irse, para usar una frase de cajón, ´lanza en ristre´ contra sus colegas periodistas de la otra cadena radial, le hizo caer en cuenta al oyente que si Moralito y Zuleta se equivocaron ´no fué de mala fe´, que ´fué producto de la avalancha de versiones que circularon a raíz del incidente´ y que de seguro ´los periodistas van a rectificar´. En el link que ponemos a continuación está una de las fotos de las que el oyente hace referencia. (es quien está al lado izquierdo del policia del centro).

‘Hackers’ hablan de su paso por local fachada de inteligencia militar

Con respecto a este episodio podemos sacar dos reflexiones. Los periodistas estamos para denunciar pero primero ¡debemos constatar y comprobar nuestras fuentes! para evitar dañar a personas inocentes,  (como ocurrió en el caso del jugador de paintball al que mencionamos anteriormente), y jamás debemos atacar o exponer a un colega al aire, no importa si se equivocó o estamos en desacuerdo con él. Eso es atizar más la hoguera en estos tiempos de intolerancia. Lo que debemos hacer es ¡llamarlo a la rectificación!.

Y otro caso para reflexionar es cuando los periodistas pretenden ser más importantes que la noticia misma. En esta profesión, (ahora tristemente es oficio), no deben haber vedetes, ni ´divas´, ni nada parecido. ¡La humildad y el servicio son lo primero!. Las historias son las protagonistas no los periodistas. No se trata de quién tiene más seguidores en Twitter, (algunos tienen muchos por su exposición en los medios y no por su buen trabajo), o quién es más agresivo e intimidante en los micrófonos, o quién tiene más poder. No es llevarse por delante los colegas ni competir deslealmente entre nosotros. El único objetivo común es informar ¡no desinformar!. Debemos constatar fuentes y nunca tomar partido para fines personales.

Claro que podemos opinar, porque ¡el periodismo es opinión¡, pero debemos hacerlo en espacios como este, con el debido respeto, y aclarándole al lector que son posiciones personales y que no comprometen la opinión del medio en el que estamos.

En el ´Día del Periodista´, mis felicitaciones a quienes todavía ven el periodismo como una profesión y no como un oficio.

giovanniagudelomancera

periodista

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