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Hoy se estrenó StarWars. Yo fui a verla a media noche, en el minuto cero del día del estreno, como lo ordenan las sagradas escrituras de la fuerza. Y se vio cualquier cantidad de gente disfrazada como los personajes de la película (cosplay). Había unos disfraces muy buenos, otros… bueno, se les abona el intento. Había morrales de Yoda, gente con sables láser, con gafas de Stormtrooper (esos éramos mis amigos y yo). Pero lo que sí teníamos todos, TODOS, es que estábamos emocionados y contentos. En el cinema aplaudimos cuando empezó la película, también cuando aparecieron Han Solo y Chewbacca, o Leia. En fin, lo disfrutamos como niños chiquitos.

Casualmente hace unos minutos vi un tweet (no diré de quién porque es una persona reconocida y no me interesa entrar en polémicas) que dice: «A mí me gustaba Star Wars cuando tenía como 8 o 10 años. Pero uno a esta edad, ¿todavía comiéndose los mocos?». Mi primer pensamiento fue «pobrecito, no tuvo infancia».

En fin, esto me recordó una conversación que tuve hace un buen tiempo, en una tradicional tertulia bogotana, me hallaba departiendo con mis «ahijados» de matrimonio, Henry y Sandra, y un grupo de amigas de ella, hablando de las vicisitudes de la vida, de los ires y venires. Era una conversación muy amena, acompañada de té y galletitas. Unas oncesitas bien coquetas en las que sólo faltaban Conchita y Marujita, de los Vengoechea Urrutia (favor leérse «Conch-ta» y «Ushutia» para ambientarse en la escena). Así bien aristocrático, todo era risas y felicidad, hasta que Sandrita soltó la frase «los hombres no maduran tanto como las mujeres».

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Fuente: http://www.websimpsons.com/

Hubo un silencio sepulcral. Por poco dejo caer las colaciones del plato mientras Henry, boquiabierto, puso lentamente la tetera en la mesa antes de que ocurriera un accidente, un Sandricidio o alguna cosa por el estilo. Los únicos hombres presentes éramos él y yo así que por número llevábamos las de perder. Yo sólo atiné a decir «claro Sandrita, está demostrado que los hombres maduramos más despacio, es natural». «No, no es que maduren más despacio, es que no maduran tanto», me respondió ella, poniendo en entredicho MI MADUREZ y la del género entero. ¿Ah? ¿Podrá ser? Pues desde ese día no la invito a ninguna de mis piñatas, por confianzuda. Bueno, cinco cervezas más tarde me convenció. Digo, unos cuántos panecillos y palitos de queso después. Eso, panecillos.

La cosa es así: Hoy en día los hombres podemos prolongar la infancia-adolescencia varios años más. Cuando uno es «grande» puede darse el lujo de comprarse unos juguetes más caros. Incluso se ha acuñado el término «adultescentes». Una de las razones es que la tecnología sigue estando altamente orientada a la diversión masculina y es así como vemos múltiples consolas de videojuegos con toda clase de jueguitos y juegotes, dirigidos al mero macho, al varón, al duro, al propio. Hay First-person Shooters, simuladores de aviación y conducción, juegos de «puño-patá», como les dice una amiga, etcétera etcétera. Mientras que los juegos para mujeres no son tan populares. De hecho no se me ocurre nada aparte de la parodia «Shii – The Wii for Women» que se puede encontrar en Youtube. Pero pues, qué culpita, nosotros disfrutamos mucho los videojuegos. No sé a ustedes las mujeres qué les engoma de la tecnología.

Como les decía, no recuerdo un videojuego exclusivamente femenino, aunque sí tengo más de una amiga que literalmente me ha atendido en Need for Speed. No diré sus nombres para proteger un poco mi dignidad.

Asegura la corriente Duconiana -yo la llamo así por el apellido de mi amiga- que otra de las razones que impiden que la madurez masculina toque cumbre es la llamada «liberación femenina». Hoy en día existen las super-mujeres que lo super-hacen super-todo. En ese interés de demostrar autosuficiencia nos han librado de responsabilidades a los hombres, y no se dieron cuenta. Demostraron con tal maestría su independencia, que perfectamente pueden mantener y sostener una familia solas (cosa que me parece admirable). Ya no nos necesitan a los hombres. Es que ni para procrear.

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Fuente: theworstthingsforsale.com

Antropológicamente los hombres estamos hechos para traer el alimento a casa. Matar mamut. Pero eso ya no es necesario ya que ahora las mujeres trabajan y traen la «papita» al hogar sin ningún problema. ¿Y los hombres? Bueno, como ya no nos necesitan entonces ahora nos dedicamos a lo divertido, a jugar con los niños y a jugar XBOX o Playstation. A invitar a los amigos a ver partidos de fútbol en nuestros televisores Full HD. Perdónenme, pero el HD y el surround no se hicieron para «50 first dates» o «Amor a distancia». Se hicieron para «Star Wars» y «Avengers». Se hicieron para ESPN y no para Utilísima.

Nosotros no les pedimos que se liberaran. O al menos no yo. Pero ustedes, que son tan perfeccionistas, se liberaron divinamente y nos dejaron desparchados. No hay nada que nosotros hagamos que ustedes no puedan. Esa vaina de que «lo que nos pidan podemos y si no podemos no existe» etc. no pasa de ser una mera cursilería. Lo traigo a colación porque alguna vez leí un artículo sobre el día de la mujer en el que la autora decía que Arjona atentaba contra sus derechos porque las tildaba de inútiles y las dejaba en el plano inoficioso de musas. «Es que las mujeres estamos pa másssss» parecía decir la susodicha.

En mi opinión el machismo y el feminismo están mandados a recoger. Todos somos iguales. Ahora nosotros, para no quedarnos atrás, estamos empezando a jalarle a la cocina (hablo en general, no es que yo le saque mucho tiempo a cocinar, lo confieso), vamos por los niños al colegio, jugamos con ellos, les ayudamos a hacer tareas. Las tareas del hogar se están repartiendo entre ambos, o al menos se debería. Pero lo que también debería compartirse es el juego, la diversión. Nada más rico que jugar juntos Kinect, jugar cartas o Jenga con ella y que se me burle en la cara cuando tiro todas las maderitas al suelo. Que me atiendan en Dance Central. Espero que la que vaya a ser mi pareja disfrute esas cosas y me las haga disfrutar más a mí. Que ambos disfrutemos los juegos como si fuera el estreno de Star Wars.

No sé si las mujeres son más maduras por antropología o porque la sociedad las obligó, pero ya nos demostraron que todo lo pueden. Ahora mi consejo es que nos hagan creer que nos necesitan para algo, ¡por favor! Que se dejen consentir, que entiendan que si les abrimos la puerta del carro no es porque ustedes no puedan. Pero bueno, mientras eso pasa me iré a comprar un XBOX ONE, que hace rato no juego. Para no aburrirme esperando.

@OmarGamboa

El soundtrack de la semana: Girls and Boys. Para que no digan que no les ambiento la lectura.


¿Sí vieron? ¡¡Publiqué un jueves!! No muy temprano, pero jueves al fin y al cabo. Deberían darme un premio y todo eso.

Bueno, en mi recomendado de la semana les traigo el trabajo de un caricaturista muy bueno, llamado Triego. Su página es triego.com. Pero lo que más les recomiendo es la tienda, donde pueden conseguir varias cosas con sus caricaturas. Les dejo el enlace y me cuentan cómo les va si compran algo.

La tienda de Triego

Gracias a todos por leer. Nos encontramos acá el próximo jueves. Picos pa ellas, saludos pa ellos.


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Pero si quieren les recomiendo algunas entradas anteriores: «La crisis con el Madrugón en Falabella«, “Sal con alguien valiente“, “¿Por qué seguimos solteros?“. Y también «consejos para escribir un buen blog«.


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