Hoy es ese día en que siento que no doy más. Estoy aburrido de sentirme mal, de sentir que todo me agobia, me he vuelto intolerante y asocial. La poca empatía que sentía antes se ha desaparecido casi por completo.
Me aburre levantarme a trabajar, pero también me aburre acostarme a dormir, porque sé que duraré unas horas dando vueltas en la cama hasta que caigo, no sé si por sueño o por aburrimiento. Procuro mantener una rutina diaria, con ejercicio y organización de mis tareas del día, pero cada vez me interesa menos hacerlas. Que no quiere decir que no las haga, porque las hago, pero con menos entusiasmo cada vez, con menos pasión.
Vivo solo, así que no tengo que aparentar con nadie, aunque tampoco hay nadie que me alegre con un chiste pendejo. O alguien que me haga olvidar por unos minutos la pesadilla en que a veces sentimos que estamos viviendo. Cuando alguien saluda por Whatsapp, se puede sonreír sin sonreír, gracias a los emojis. Es fácil aparentar.
A veces me hago terapias obligándome a sonreír. Cada semana tengo una transmisión en vivo, en la que, por fin, interactúo con otro ser humano más allá de un chat. Y también una reunión de dos horas con un grupo de emprendedores, en el que les doy asesorías. Como dirijo la reunión, debo hablar, y eso también me sirve como terapia. Estoy aburrido de buscar motivación en libros, series, películas, paisajes o frases de superación. Al final siento que todo eso no es más que un pajazo mental.
Con la única persona que hablo, a diario, es mi mamá. Sus palabras me alientan, me animan, aunque nunca hablamos de nada muy profundo, hablamos del día a día. Pero ella es una santa, así que me anima solo con escuchar su voz.
Las únicas llamadas que recibo ahora son de bancos o de operadores de telefonía, ofreciendo créditos o nuevos servicios que no me interesan. A ellos sí les preocupa que me desaparezca y les deje de pagar.
Aunque recomiendan tener rutinas, ya me cansé de la mía. No me sorprendo con una comida distinta, básicamente porque yo la hago. Supongo que es uno de tantos altibajos que todos tenemos y que mañana veré el clima un poquito menos nublado. Supongo que pasará alguna pendejada que me haga sonreír, que me haga pensar que las cosas no están tan mal. Pero hoy no. No es ese día. Hoy es día de sentir que no puedo más, que no quiero más. De sentir que la existencia no tiene sentido.
Y no pretendo llamar la atención. Soy de esos que odia generar lástima, que le parece patético cuando alguien hace un drama porque se le quemó el arroz y todos le prestan atención para consolarlo. Soy de los que odia sentir que si alguien se preocupa por mí es porque lo pedí. Por eso no lo pido.
Al final tengo muchas cosas y no tantas preocupaciones. Tengo salud, tengo vida, tengo un techo y medios para trabajar. Y debo aprender a agradecerlo. A «no ver el vaso medio vacío».
No tienen idea cuánto dudé en publicar esto, porque no me interesa generar lástima. Solo quería desahogarme y, quizás, si alguien se siente como yo, sepa que yo también.
Omar.
https://www.youtube.com/watch?v=6YQP3HFVzUY
Todos hemos pasado por ese sentimiento, no siempre se está bien, pero tampoco será duradero, espero ya estés mejor, ánimo.
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Así es. Muchas gracias Pau 🙂
Tiempo sin hablar contigo.
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Creo que durante años se ha sobreestimado la necesidad de ser positivos, de poner cara de ponqué para todo y gritarle porras a la vida cada segundo, este año aprendimos que podemos cansarnos, podemos botar todo a un lado, así nos toque recogerlo al otro día, da igual, está bien, lo único que no podemos hacer es callarnos y tragarnos lo que sentimos porque la vida es de altibajos y todos la estamos pasando igual, GRACIAAAS!!!! por no hacerme sentir única de vez en cuando.
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Gracias a ti por leer y comentar, Mónica. Y como dices, no estamos solos, jajaja. Un abrazo.
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Totalmente de acuerdo. Ese sentimiento va y viene, tal vez le damos mucha importancia a lo que vemos a nuestro alrededor sin poder cambiar nada de esta cochina sociedad. Mi mejor terapia: la música; entre más pesada y ruidosa, más rápido saco todo lo que me contamina. Tengo esposa , hijos , padres, hermanos, algunos familiares, suegros y un par de amigos por los que vale la pena seguir dándole. Así es esta montaña rusa emocional. Lo leo hace varios años (aunque no muy seguido por aquello de no leer noticias por un tiempo=Salud mental). Un blog agradable, lo felicito.
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¡Muchas gracias, Diego! Siempre es halagador (y sube el ánimo) saber que alguien me lee desde hace un tiempo.
¡Un abrazo!
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Tal cual estimado omar….muchos nos sentimos así…como dijo Fito Paez con «la melancolía de morir y de vivir en este mundo sin una estúpida razón» pero el tiempo pasa y sin esperarlo ni buscarlo llegan cosas que nos hacen renovar la ilusión y las ganas de seguir adelante,mucho animo
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Muchas gracias por el comentario, Jose. Toda la razón. Un abrazo 🙂
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Amigo entiendo lo que siente, hay días en los que la soledad en vez de reconfortar da frío. Es normal, no se puede estar bien siempre, lo que ocurre es que en nuestra cultura es habitual pensar que expresar sentimientos de tristeza es sinónimo de debilidad y que la debilidad «es mala» tal vez por eso usted dudó acerca de publicar este escrito. Desde hace unos años leo su blog y en más de una ocasión eso me ha sacado del aburrimiento. Uno siempre debe tratar de enfocarse en sus sueños más que en sus miedos, eso ayuda a vivir mejor. Un abrazo.
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¡Muchas gracias, Manuel! Siempre es grato recibir comentarios de lectores antiguos. Un abrazo de vuelta.
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Omar, con la situación que está viviendo el mundo, no es para menos!… y no te preocupes por compartirlas, porque muchos nos identificamos con las cosas que estas sintiendo. Pero, no permitas que esto te robe la paz y mucho menos la alegria. Finalmente , todo esto es temporal. Dios te bendiga Momis.
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Tan bella, Marce. Todo esperaba menos leerte acá y me encanta. ¡Te mando un abrazo inmenso!
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Te entiendo perfectamente, la situación que estamos atravesando nos sumerge en la incertidumbre y creo que eso es lo que mas nos pesa!!! No me he reinventado en esta pandemia, pero me ha servido para darme cuenta que soy afortunada en diversas formas… todos tenemos días en que solo vemos lo malo, pero no debemos centrarnos en eso… la vida no es solo cosas malas ni solo cosas buenas, es un entretejido de ambas la clave es dejar fluir!!! un abrazo!!
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Creo que has dado con la palabra precisa: Incertidumbre. Eso es lo que más nos afecta a todos.
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Tranquilo Omar, todos tenemos esos días. Y todo pasa al final. A veces simplemente uno está agotado de tanta «positividad» y se siente mal de no ser positivo y feliz todo el tiempo. Yo suelo pasar por esas temporadas y me aferro a las cosas que sé que debo agradecer, eso me ayuda. Un abrazo y gracias por compartir.
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¡Gracias Sandy!
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Omar, tienes lo mas valioso de la existencia, tu mamá. Disfrútala mientras puedas porque siempre, casi siempre, las apreciamos y estimamos cuando se van de éste mundo. Aun lo tienes todo, cuando ya no esté a tu lado, entonces conocerás el verdadero ser humano que habita en ti.
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Gracias Mario.
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Me identifico con todo lo escrito acá. Siento como si este artículo hubiera sido escrito para mí. Efectivamente, me siento como usted.
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Gracias por comentar, Raúl. ¡Un abrazo!
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