Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

La vasectomía es el único método de anticoncepción masculina a largo plazo que le da a los hombres la oportunidad de cumplir un rol activo y protagónico en la prevención de embarazos no deseados.

Sin embargo, en los países en desarrollo, las estadísticas muestran que son muy pocos los que se  deciden por este método.

Según el informe de Planificación de la familia, derechos humanos y desarrollo del Fondo de Población de Naciones Unidas, a pesar de ser efectivo, menos invasivo, más barato y de aplicación rápida, la falta de información, los estereotipos sexuales y de género, y la relación  que se hace entre desempeño sexual y masculinidad impide que el método sea escogido.
Algo muy diciente. En Colombia por ejemplo, la tasa de mujeres que aplica métodos anticonceptivos es del 78 por ciento, de las cuales 31 por ciento se deciden por los métodos permanentes, en contraposición a los hombres entre los cuales solo el 2 por ciento los aplican.

Más allá de las causas materiales y  de políticas públicas sobre estos temas, son los estereotipos sobre la masculinidad y la feminidad los que tienen un efecto directo y muy negativo sobre la aplicación de un método que a todas luces podría reducir ampliamente el número de embarazos no deseados e influir así en los sistemas económicos y educativos de nuestros países.

Mucho se habla en esta área de los derechos de las mujeres, pero lo cierto es que la falta de acceso, de información y educación sobre la vasectomía le resta importancia principalmente a los derechos de los hombres sobre el tema de la reproducción.

La errónea relación entre virilidad y masculinidad con la capacidad de engendrar bebés, el miedo de las mujeres que creen que al no poder reproducirse los hombres serán infieles, y los temores sobre los efectos secundarios que pueda tener la vasectomía sobre el desempeño sexual de los hombres son tan solo algunas de las creencias que impiden el aumento del uso de este eficaz método.

Y digo creencias, por que son eso.  Son un estado mental que nos hace creer como ciertas o reales cosas que no lo son.

Después de los implantes, la vasectomía es el método más efectivo en la prevención de embarazos no deseados, en especial para personas mayores de 30 años, y no tiene ningún efecto en el desempeño sexual de los hombres.

El control de la erección depende de mecanismos diferentes al sistema reproductor y según expertos la masculinidad no está vinculada a los órganos genitales.

Sobre el tema de la infidelidad, ahí sí que recomiendo la vasectomía mental. El que quiera ser infiel lo será, con o sin la posibilidad de reproducirse.

Compartir post