Menstruación, un tabú que ganó oro en los olímpicos

No hay duda que ganarse una medalla de oro en los Olímpicos es una de las hazañas deportivas mas valoradas. Sin embargo no será solo por eso que recordaremos a Fu Yuanhui, la nadadora china que ganó el primer galardón por su desempeño en 100 metros espalda. De Fu no nos olvidaremos por haber hablado sin tapujos ni contemplaciones de una de las condiciones humanas más normales: la menstruación.

Lo hizo espontáneamente cuando contestó a un periodista que indagaba sobre las razones de su bajo desempeño durante la prueba de relevos combinados en 100 metros. Al preguntársele a la atleta si lo que tenía era un dolor de estómago, ella contestó que no. “Es por que ayer me llegó mi periodo. Estoy algo cansada, y me siento débil. Aunque sé que no es una excusa para no haber nadado bien”.

Las acotaciones de la deportista causaron una oleada de comentarios en contra y a favor abriendo un debate sobre un tema que por años ha sido como una especie de elefante blanco. La menstruación, o periodo y sus efectos en las deportistas, se ha mantenido en silencio.

A pesar de ser uno de los más naturales y humanos procesos físicos, hay toda clase de estereotipos alrededor del tema. Los cambios hormonales que causan malestar, las variaciones en los estados de ánimo y los posibles efectos en el desempeño deportivo son algunas de las razones por las que casi nunca se refieren a la menstruación con nombre propio. Al contrario, se habla de las “cosas de mujeres”, “un dolor especial” o simplemente se evita referirse al tema.

Por eso el efecto de los comentarios de la deportista. Explicar de frente que su debilidad, su malestar y en últimas su desempeño deportivo se debió a los efectos de la menstruación demuestran más que nada la humanidad de una mujer y la naturaleza de nuestro ser. Es lo mismo que un dolor de cabeza o una indigestión. Tienen el potencial de debilitar, cambiar el genio y reducir el porcentaje de éxito de cualquier atleta en cualquier momento.

Y así debería ser tomado. No debería ser un tabú. Es lo que es, y sus efectos como los de las indigestiones o los dolores de cabeza, son distintos en todas las mujeres.

Tal vez por eso Fu no pensó que sus espontáneos comentarios tuvieran los resultados que están teniendo. La atleta que tiene más de 6 millones de seguidores en Weibo (El twitter chino), será recordada por sus naturales comentarios, algo tal vez, mucho más duradero que cualquier medalla o galardón olímpico.

Premiada principalmente por su padre, quien le recordó que ella será siempre la primera en su corazón y que a la naturaleza hay que respetarla, la franqueza de Fu pasará a la historia como uno de los valores olímpicos más importantes.