CAPÍTULO XXXIV: VÍCTIMAS; VICTIMARIOS…Los DESAFÍOS de la CONSTRUCCIÓN de PAZ…
De ese charlar de MONSEÑOR ENRIQUE SARMIENTO ANGULO & sus AMIGOS, en la que pasan por muchos de los TÓPICOS de la REALIDAD local, regional y mundial… es de donde se extraen estos TITULARES… e importante saber que a lo largo de la HISTORIA hay muchísimos ejemplos, como el que elegimos HOY en el que dos BOXEADORES como MUHAMMAD ALI (Q.E.D.P); aquel que antes de su paso a la FÉ ISLÁMICA era CASSIUS CLAY, con todo lo que implicó para su RAZA; enfrentaba a su «VICTIMA» de ese entonces OSCAR «RINGO» BONAVENA; un argentino GUAPO y de su mismo ESTILO… una muestra simbólica de nuestro TÍTULO de HOY el que comienza así:
https://youtu.be/JQRB10fZxvc
VÍCTIMAS & VICTIMARIOS… Los DESAFÍOS de la CONSTRUCCIÓN de PAZ…
VÍCTIMAS – Perdón.
«El primer gran desafío es el «cómo». Tenemos el peligro de reducir las víctimas a números y datos estadísticos. Lo primero y lo fundamental es no olvidar que son persona humana. El gran desafío es considerarlas personas con una dignidad muy grande, sean quienes sean.
Se requiere hacer un énfasis especial en la reparación. El tema de la reparación, que se ha reducido a mera indemnización tiene que ir más allá. Los colectivos de abogados pueden hacer de esto un negocio (algunos prefieren interponerlos ante la Corte Interamericana porque les brindan tasas de honorarios calculadas en valores internacionales, mucho mayores de los usuales en el país). No hay dignificación sin verdad-justicia-reparación y garantía de no repetición.
Para identificar las víctimas, se parte de una definición comúnmente aceptada: haber sido objeto de violación de derechos humanos en su propia persona, en su familia, en su colectivo.
Desde la Iglesia y desde nosotros como presbíteros aparece la tarea de ambientar el perdón. Es en este sentido que podemos asumir la idea de Monseñor Fabián Marulanda de proponer una misión eclesial de paz. El tema del perdón se ha ido abriendo paso lentamente, desde una resistencia grande en parte porque reconciliación y perdón se asume desde algunos sectores como un tema con tinte político.
El tema del perdón también es un tema que toca a la Iglesia colombiana en su interior, la historia de la participación de la Iglesia en las confrontaciones entre liberales y conservadores no se puede esconder. Esta violencia es una de las raíces del conflicto que se prolonga a partir de la década del 50.
Los VICTIMARIOS y los demás actores del conflicto armado.
Tener siempre presente que son personas humanas, con una historia triste, vergonzosa, cargada de dolor. Sobre ellos pesa un estigma muy grande. Tenemos que volver sobre el tema del perdón y la reconciliación.
Al igual que entre la gente, hay muchos presbiterios en el país cargados de odio y de dolor. Muchos de ellos se niegan a conversar con ellos, abrirles el espacio a la misericordia y a la reconciliación. Hay una tarea del Episcopado con sus presbiterios para moverlos al espíritu cristiano, hacia la reconciliación.
En cuanto a las asociaciones de víctimas, no todas las miradas sobre la reconciliación son iguales. Hay posiciones muy duras con respecto a los victimarios y exigencias de castigo. Hay una experiencia muy rica y es la del colectivo de víctimas que fue a La Habana, ellos hicieron el camino de comprenderse a sí mismas como víctimas del conflicto colombiano y no de tal o tal actor. Esta mirada los pone en una actitud muy constructiva frente a su papel hacia el futuro.
Ampliación de la democracia.
Hay una relación estrecha entre paz y la ampliación de la democracia, una institucionalidad para la paz es, antes que nada, una institucionalidad democrática. El Estado ha de ser el espacio en el que se puedan tramitarse los conflictos entre los ciudadanos. El Estado tiene la obligación de generar un espacio político donde juntos podamos crear un concepto de sociedad en el que quepamos todos.
En cuanto al sector privado, es todavía muy pobre entre nosotros la responsabilidad social de las empresas. Nuestras empresas poco saben de responsabilidad social y ambiental, gastamos más en seguridad que en responsabilidad social.
¿Se abre con los desafíos de la ampliación de la democracia la necesidad de una constituyente? Ya se han venido dando algunos cambios institucionales, pero con dificultades y pocos recursos.
La verificación del cumplimiento de los acuerdos y otros temas.
Se requieren instituciones confiables y con conocimiento del país y de sus regiones que verifiquen el cumplimiento de los acuerdos, ¿puede ayudar la Iglesia en este escenario?
Hay otros temas de la realidad del país en los que se requiere hoy una palabra, solo para citar ejemplos están el narcotráfico y el tema minero-energético. Son temas álgidos, que alimentan la guerra y sobre los que la Iglesia ha sido muy tímida para dar un magisterio.¨
Ojalá podamos como SOCIEDAD tener nuestros momentos de GRANDEZA y demos los pasos necesarios a una PAZ que se construye sobre ACCIONES de real PERDÓN y MISERICORDIA… Un verdadero DESAFÍO…
Les REGALAMOS una muestra de ello…
Recapacite y síganos aquí o en…
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Monseñor ENRIQUE SARMIENTO ANGULO
Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ
Padre RAFAEL DE BRIGARD
ALEJANDRO LOPEZ CONDE A..
FOTOS : ALEXANDER PINZON
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