CAPÍTULO QUINTO.De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI.“CARITAS in VERITATE”.Parte 39.
De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI… HOY este APARTADO…
En este homenaje; a partir de ahora PÓSTUMO; dice el PAPA (e) BENEDICTO XVI..:
”El tema del desarrollo coincide con el de la inclusión relacional de todas las personas y de todos los pueblos en la única comunidad de la familia humana, que se construye en la solidaridad sobre la base de los valores fundamentales de la justicia y la paz. (C.V. 54)
CAPÍTULO QUINTO
LA COLABORACIÓN DE LA FAMILIA HUMANA
I. LAS RELACIONES INTERPERSONALES
EN LA VIDA DE LA HUMANIDAD
55. La relacionalidad de las culturas y religiones
a. La relacionalidad elemento esencial de lo humano
La revelación cristiana sobre la unidad del género humano presupone una interpretación metafísica del «humanum»
(lo humano), en la que la relacionalidad es elemento esencial.
También otras culturas y otras religiones enseñan la fraternidad y la paz y, por tanto, son de gran importancia para el desarrollo humano integral.
b. Diversas interpretaciones de la relacionalidad
Sin embargo, no faltan actitudes religiosas y culturales en las que no se asume plenamente el principio del amor y de la verdad, terminando así por frenar el verdadero desarrollo humano e incluso por impedirlo.
El mundo de hoy está siendo atravesado por algunas culturas de trastondo religioso, que no llevan al hombre a la comunión, sino que lo aíslan en la búsqueda del bienestar individual, limitándose a gratificar las expectativas psicológicas. También una cierta proliferación de itinerarios religiosos de pequeños grupos, e incluso de personas individuales, así como el sincretismo religioso, pueden ser factores de dispersión y de falta de compromiso.
Un posible efecto negativo del proceso de globalización es la tendencia a favorecer dicho sincretismo, alimentando formas de religión que alejan a las personas unas de otras, en vez de hacer que se encuentren, y las apartan de la realidad.
Al mismo tiempo, persisten a veces parcelas culturales y religiosas que encasillan la sociedad en castas sociales estáticas, en creencias mágicas que no respetan la dignidad de la persona, en aciudes de sumi on cu fuerans ocultas. En esos contexos, el amor y la veauienicouentran dificultad para afianzarse, perjudicando el auténtico desarrollo.
c. Necesidad de un adecuado discernimiento
Aunque es verdaa que, por un lado, el desarrollo necesita de las religiones y de las culturas de los diversos pueblos, por otro lado, sigue siendo verdad también que es necesario un adecuado discernimiento.
La libertad religiosa no significa indiferentismo religioso y no comporta que todas las religiones sean iguales.
El discernimiento sobre la contribución de las culturas y de las religiones es necesario para la construcción de la comunidad social en el respeto del bien común, sobre todo para quien ejerce el poder político.
d. Criterios para el discernimiento
Dicho discernimiento deberá basarse en el criterio de la verdad y la caridad. Puesto que está en juego el desarrollo de las personas y de los pueblos, tendrá en cuenta la posibilidad de emancipación y de la inclusión en la óptica de una comunidad humana verdaderamente universal.
El criterio para evaluar las culturas y las religiones es también: todo el hombre y todos los hombres. El cristianismo, religión del Dios que tiene un rostro humano, lleva en sí mismo un criterio similar.
Cualquier parecido con la REALIDAD es mera COINCIDENCIA.
Aún se recuerda el CONCEPTO inspirador de la ENCÍCLICA que tanto APORTA …
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