2016, año del postconflicto

Así se firme o no la paz con las Farc en marzo del 2016, este año será histórico en el proceso de reconciliación de los colombianos.

Puede ocurrir lo que muchos han afirmado ya, que en marzo no se vea otra vez al presidente Juan Manuel Santos estrechando la mano de alias Timochenko para sellar el pacto de paz que habrá de traer a un poco más de 6.000 hombres a la vida civil y que habrá de poner punto final a esa tragedia nacional.

Pero lo que sí es cierto es que el proceso está tan avanzado, que en cualquier fecha del 2016 podremos celebrar el fin del conflicto.

Para los más pesimistas, supongamos que tampoco se firme en el 2016, lo que no quiere decir que este año no vaya a ser el de la paz, porque el proceso del postconflicto hace rato que arrancó y hasta se encuentra incluido en el Plan Nacional de Desarrollo.

La firma deberá significar el fin del secuestro, de la extorsión, de las violaciones, del reclutamiento de menores, de los ataques a poblaciones y a fuerzas del Estado, de las acciones de narcotráfico por parte de las Farc, de todo lo que representa un conflicto armado.

Pero la verdadera paz llegará es en el postconflicto, no solo con la firma del pacto entre las Farc y el Gobierno Nacional.

Son cientos de programas, algunos gigantescos y otros más pequeños, los que habrán de ponerse en marcha para consolidar esa paz. Uno de ellos, tal vez el de mayor envergadura, será el de revivir el campo colombiano. Lo que el Gobierno llama la transformación integral del campo. Y para ello se necesita de todo el Estado en pleno.

Un buen comienzo es el del pacto que hicieron en septiembre el Gobierno y los gremios, para cultivar un millón de hectáreas más, de aquí al 2018. Se calcula que con esto se generarán 264.000 empleos. Y el Estado se compromete a crear las vías, entregar tecnología y dar todo lo necesario para que los productos que se siembren puedan venderse y exportarse.

Adicionalmente, para este año, según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se necesitarán 10 billones de pesos (contemplados en el Presupuesto General de la Nación) para atender el postconflicto, solo en lo que tiene que ver con atención a víctimas, desplazados y restitución de tierras.

En esa cifra no se tienen en cuenta aún los desarrollos de los acuerdos que se firmen en La Habana, pero anticipándose a ellos el Gobierno ya tramita con la Unión Europea el fondo para el postconflicto en Colombia. Y Estados Unidos ha dicho que también está dispuesto a ayudar financieramente. Se calcula por el momento que se necesitarían 90 billones de pesos.

Gobernaciones y alcaldías tendrán que ajustar sus presupuestos y sus programas para unirse a la financiación de lo que habrá de hacerse en sus regiones en todos los campos.

El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 incluye seis pilares que tienen que ver directamente con el postconflicto: Seguridad, justicia, democracia para la construcción de paz; transformación integral del campo colombiano, infraestructura estratégica y competitividad; y habla en general de la reconstrucción de las zonas afectadas por el conflicto.

Esto quiere decir que el postconflicto, que durará por lo menos una década, ya empezó y que con estos instrumentos, programas y muchos otros que están en marcha o se deberán impulsar, es mucho lo que tenemos que hacer y que si nos lo proponemos, entre todos haremos del 2016 el verdadero año de la paz.

@VargasGalvis