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Si usted se mete a una piscina, tenga la seguridad de que no se va a contagiar por acción del agua. Incluso sin tapabocas. Pero de lo que no puede estar seguro es de que se pueda contaminar a través de personas que están a su alrededor.

El peligro puede estar en el momento de la llegada, al cambiarse, al estar alrededor de la piscina, al hablar dentro de ella, al salir del área acuática.

Para que no se lleve sorpresas desagradables que podrían, Dios no lo quiera, terminar en una UCI, hay que cumplir unos simples requisitos que estableció el Gobierno Nacional en los protocolos de bioseguridad. No son complicados y sí le pueden salvar la vida.

Lo primero es saber que las piscinas tienen cloro, lo que garantiza que los virus no puedan ‘vivir’ en ellas y mucho menos transmitirse a través del agua. Una de las maneras de saber si la piscina está siendo bien tratada es mirar su transparencia: el fondo debe ser visible. Si no lo es, empiece a sospechar de las medidas de cuidado que tenga el propietario.

Cuando se va a nadar ya no solo hay que llevar gafas, toallas, bloqueador, bronceador, sino que el protocolo de bioseguridad indica que hay que agregar tapabocas, una bolsa para meterlo antes de entrar al agua, gel mínimo del 60 % y toallas desinfectantes.

Al llegar a la recepción de la piscina mantenga el distanciamiento de dos metros entre su núcleo familiar y el de otras familias (debe haber demarcación para ello), así como el de las personas que estén atendiendo al ingreso. Deben llegar con los tapabocas puestos. Habrá un área de limpieza y desinfección de calzado y de manos con toallas desechables y tapabocas.

Antes de entrar se hará un control en el que le tomarán la temperatura. Si es igual o mayor de 38 grados no podrán ingresar. Tampoco podrán entrar las personas que tengan síntomas de resfriado, o sospechosas de covid o que hayan sido diagnosticadas positivamente y no hayan terminado su aislamiento.

Si ve que los administradores o dueños no siguen el anterior protocolo, empiece a sospechar que allí no hay bioseguridad y si es necesario y posible, cambie de establecimiento o pida que se dispongan los elementos y se garantice la seguridad.

En los vestuarios se debe mantener la distancia de dos metros y al ingreso al área de la piscina debe bañarse, como siempre, en la ducha que queda al lado del agua, en la que también debe hacerlo al salir. No se aconseja ducharse en los vestier, para minimizar el riesgo de contagio.

Entre al agua sin tapabocas y cuídese de no estar cerca de otras personas que puedan toser, estornudar o que hablen a poca distancia. Tan pronto como salga, vuelva a ponerse el tapabocas.

En la piscina no puede haber más de una persona por cada 6 metros cuadrados, si está al aire libre, y por cada 9 metros cuadrados si es cubierta.

Mauricio Pinilla, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de industria acuática de Colombia y prevención del ahogamiento, explica que en una piscina semiolímpica, en una época normal, caben 120 personas, pero en época de covid solo 54 personas.

En una piscina normal, de 12 por 5 metros, es decir 60 metros cuadrados, de acuerdo con los protocolos del Gobierno Nacional, caben 10 personas si se encuentra al aire libre. Si está cubierta, solo siete personas, explica.

Para Pinilla, lo que habría que hacer es establecer turnos y reservas previas. Cabrían dos familias de cinco miembros en la de 60 metros al aire libre. Estas tendrían un horario determinado para disfrutar de la piscina y luego entrarían otras dos familias.

En cualquiera de los casos, hay otras normas que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, si se va a lanzar por el tobogán con algún elemento, este se lo debe entregar la administración de la piscina debidamente desinfectado. Todos los elementos deben ser desinfectados después de su uso y antes de entregarlo a otra persona.

Las sillas de sol deben estar separadas dos metros una de otra y deben ser desinfectadas por la administración cada media hora o máximo cada dos horas.

Los baños deben estar dotados de jabón de uso individual, papel desechable, papeleras con tapa y pedal. Debe haber dosificadores de gel antibacterial por todas las instalaciones.

Por lo menos cada tres horas se debe lavar las manos entre 20 y 30 segundos, antes y después de ir al baño, cuando estén visiblemente sucias, después de toser o estornudar o si tienen secreciones respiratorias.

Las zonas de alimentación deben cumplir con el aislamiento. Los cubiertos deben ser de un solo uso y las servilletas, pitillos, mezcladores y agitadores deben estar en unos recipientes protegidos del ambiente y empacados de manera individual y sellada. Si no se los entregan así, no los reciba.

No se pueden consumir bebidas alcohólicas ni en la piscina, ni en las áreas aledañas ni en las complementarias.

Lo anterior quiere decir que sí es posible disfrutar de la piscina. Disfrute, goce, pero con mucho cuidado. Debe estar allí sin olvidar que la pandemia no ha terminado y que en cualquier momento se puede contagiar. Si toma los cuidados que se deben, tendrá más posibilidades de ganarle la batalla a la pandemia.

También puede ver:

Los dueños de piscina o administradores, y si lo quieren los usuarios, pueden consultar aquí el protocolo para piscinas

Twitter: @VargasGalvis

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