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A pesar de los significativos progresos logrados por las mujeres desde el siglo pasado hasta hoy, en lo que concierne al mercado laboral persiste una clara división entre hombres y mujeres. Hay más mujeres que trabajan, pero sus salarios son inferiores, igual que sus posiciones, además, su posibilidad de desarrollarse plenamente es reducida. Las mujeres representan más de la mitad de la población en el mundo, pero su contribución al crecimiento económico está muy por debajo de su potencial, lo cual tiene un impacto macroeconómico negativo (Elborgh, y otros, 2013).

Un estudio de la “OECD, Gender Equality in Education, Employment and Entrepreneurship: Final Report to the MCM 2012”, realizado para sus países miembros y no miembros, señala que un aumento en la fuerza de trabajo de las mujeres contribuye no solo a la disminución de la brecha de mujeres y hombres, sino que puede contribuir sustancialmente a un rápido crecimiento económico. Beneficios que también se reflejan a nivel del hogar, mejorando las condiciones de ingresos para sus miembros.

Sin embargo, la participación masculina en la fuerza laboral sigue siendo superior a la participación femenina. Las mujeres realizan la mayor parte de los trabajos no remunerados y del cuidado en el hogar, y, cuando tienen un empleo remunerado, presentan barreras de ascenso y permanencia, hecho que se agudizó en la pandemia COVID 19, impactando fuertemente a las mujeres de la región. Esto fue visible con la tasa de desocupación que, para el 2020 fue del 12,4%, manteniéndose el 2021, en razón a que los sectores más afectados corresponden a hotelería, restaurantes, actividades de servicios y del sector de los hogares OIT (2.021). Mientras que en el campo empresarial las mujeres ocupan solo el 15 % de cargos directivos y solo el 14% son dueñas de sus empresas, BID, (2021).

En particular, en Latinoamérica las fallas del mercado y la discriminación en el mercado laboral reducen las posibilidades de las mujeres para conseguir un empleo en condiciones salariales adecuadas. Además, la representación femenina en los altos cargos y entre los empresarios es baja. A nivel mundial, en 2021 solo el 43,2 % de las mujeres en edad de trabajar estarán empleadas, frente al 68,6 % de los hombres en edad de trabajar.

Ante este panorama, se hace relevante entender los avances que ha tenido el mercado laboral en Latinoamérica y cómo la crisis generada por la pandemia del COVID-19 impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe, generando un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral CEPAL (2021).

El abordaje de estos temas será fundamental en el desarrollo del XVI Seminario de Economía y II Simposio Internacional “La equidad de género en el mercado laboral Latinoamericano Post COVID19”, que realizará el Politécnico Grancolombiano en alianza con EAFIT, los días 16 y 17 de agosto de 2022. Allí se buscarán respuestas a la pregunta: A partir de los impactos post COVID, ¿Cuáles son los lineamientos y las políticas que se deben promover en América Latina y El Caribe desde el Estado y las organizaciones para contribuir a disminuir la brecha de género en el mercado laboral?

Por: Laura Andrea Cristancho, Gloria Nancy Ríos Yepes y Marisol Salamanca Olmos

Docentes Programa de Economía. Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional

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