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América Latina y el Caribe son una de las regiones que más sufrirá los efectos del calentamiento global, pero también resultan ser clave para revertir los efectos del cambio climático a través de iniciativas basadas en la naturaleza. Por esta razón, una de las iniciativas más innovadoras y que está generando más interés a nivel regional es la Red de Biodiverciudades, un concepto que integra “ciudad” con “biodiversidad”.

La conformación de esta red permite la unión de gobiernos municipales que impulsen la implementación de un modelo de gestión urbana en las ciudades, en armonía con la naturaleza y basado en una política local inclusiva, productiva y sostenible.  119 ciudades a lo largo de América Latina y el Caribe se suman a esta red a raíz del excesivo crecimiento y la desordenada expansión urbana que ha impactado negativamente y que ha puesto en riesgo la forma de vida de millones de personas.

“Esta iniciativa tiene una gran relación con los componentes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Su aporte está enmarcado en que las ciudades que hacen parte de esta iniciativa han podido mejorar el avance de los ODS y, por ende, han fortalecido el crecimiento económico, al desarrollo social y la protección del capital natural que hace parte del entorno que rodea esta estrategia”, analiza la experta Carolina Barreto, docente de la Tecnología en Gestión Ambiental del Politécnico Grancolombiano.

Las biodiverciudades reconocen, priorizan, incorporan e integran la biodiversidad local y regional en la planificación de la ciudad, cuidando la biodiversidad y reconociendo el medio natural que rodea a las ciudades, en función de mejorar la calidad de vida y garantizar el bienestar de los ciudadanos, promoviendo el desarrollo urbano con bajas emisiones de carbono y contribuyendo a la adaptación y resiliencia climática.

El impacto y la transformación ha sido de gran importancia para acercarse a lo que invita la Agenda 2030: tener más ciudades sostenibles y resilientes, pero sobre todo que puedan articular su infraestructura física con el capital natural. Se espera que para el 2050, el 70 % de la población mundial viva en las ciudades, motivo por el cual la exploración de las necesidades a nivel global de encontrar una mayor cohesión entre lo urbano y lo natural. A esto se suma el rol que desempeña el urbanismo sostenible, que busca construcciones bioclimáticas, pues se integran todos los componentes de la sostenibilidad al fortalecimiento de la infraestructura, una dinámica fundamental y necesaria en las ciudades.

¿Cómo se ha avanzado en Colombia?

Colombia cuenta actualmente con 14 biodiverciudades proyectadas y preparadas con atributos que le permiten afrontar los retos socioambientales actuales y futuros que se presentan: Barranquilla, Leticia, Villavicencio, Medellín, Bucaramanga, Quibdó, San Andrés y Providencia, Barrancabermeja, Manizales, Montería, Armenia, Yopal, Pasto y Pereira. Para lograrlo, se ha requerido de la articulación y desarrollo de acciones y actividades conjuntas entre instituciones de orden nacional, departamental y local, lo que ha permitido que se identifiquen y aborden los principales retos y desafíos ambientales urbanos de las ciudades colombianas.

Para la experta del Politécnico Grancolombiano, el sector público ha sido fundamental en esta gran meta, ya que ha definido las políticas asociadas a la sostenibilidad, economía circular, protección de la biodiversidad, crecimiento verde, el uso sostenible del suelo, además de cooperar con las gobernaciones y administraciones donde están alojadas estas ciudades. También destaca el aporte del sector privado, puesto que hace parte de los comités de sostenibilidad en los que se identifican necesidades de apoyo financiero para ejecutar los proyectos. Además, destaca el rol de los ciudadanos y de la sociedad en general, ya que son los conocedores del territorio y a su vez son los precursores para que este tipo de iniciativas que se implementen con éxito.

Son muchos los desafíos que aún quedan para avanzar con el propósito. La docente centra el primero de ellos en la importancia de generar mayor apropiación y conocimiento de esta estrategia a nivel nacional, pues, se hace necesario que la sociedad comprenda cuál es su papel dentro de la implementación de estas iniciativas. Pero también se deben fortalecer los esfuerzos técnicos y financieros que realiza el sector público y privado.

Además, existe un gran reto relacionado con la cohesión entre las políticas y directrices encaminadas a las biodiverciudades, con otras iniciativas de alto impacto para la nación, como la bioeconomía, logrando que se complementen. Por último, es necesario mejorar la infraestructura y destinar fondos financieros para apalancar los proyectos que integren la naturaleza con la urbe.

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