Sede de la Cienciología en Los Ángeles, California.

Hace unos años estaba caminando con una amiga por la carrera 15 llegando al parque El Virrey en Bogotá. Estábamos un poco aburridas matando el tiempo cuando nos topamos con un aviso grande que decía «Test de Personalidad Gratis». Decidimos ver de qué se trataba, sin saber que estábamos entrando a una sede de la Cienciología.

Sede de la Cienciología en Bogotá

El lugar estaba lleno de libros con portadas estrambóticas escritos por L. Ron Hubbard, el fundador de la Cienciología, un hombre reconocido en su juventud por escribir libros de ciencia ficción y relatos fantásticos publicados en varias revistas de los Estados Unidos. Había pantallas de televisión por todo el lugar mostrando en loop un video promocional con imágenes de las reuniones anuales de la Iglesia de la Cienciología, a las que asisten sus más altos líderes como David Miscavige y el actor Tom Cruise.

Revistas que publicaban los relatos de ciencia ficción del creador de la Cienciología L. Ron Hubbard.

Libros de ciencia ficción publicados por L. Ron Hubbard antes de inventarse la Cienciología.

 

Reunión anual. Un derroche de lujo y extravagancia que demuestra la capacidad económica de este culto.

 

Un empleado se nos acercó, nos dio la bienvenida y empezó a hablarnos del test que íbamos a hacer. Todo era completamente libretiado y se notaba que ese mismo cuento lo había dicho ya veinte veces en el día. Se mostraba falsamente interesado en nosotras, como un buen vendedor. Trataba de ser simpático y de hacernos creer que habíamos llegado al lugar indicado para cambiar nuestras vidas y darle sentido a nuestra pueril existencia. Como estrategia de venta decidió mostrarnos un video de Tom Cruise hablando de cómo la Cienciología había cambiado su vida por completo. Se sentó con nosotras y miró el video con orgullo, como si Tom Cruise fuera una especie de mesías cool , el gancho perfecto para atraparnos.          

Nos entregó un cuadernillo tipo ICFES con 200 preguntas y nos llevó a cada una a un cubículo para que respondiéramos por separado. Teníamos media hora.  Eran preguntas clásicas tipo        «Cuando estoy enfadado/a yo: a)exploto en cualquier momento b)lo hablo con un amigo o familiar c)me reservo mis sentimientos d)salgo a caminar», de esas que perfilan a grandes rasgos el carácter y temperamento de las personas.

Aún sabiendo que no nos interesaba formar parte de eso, nos quedamos a ver qué resultados arrojaban nuestros tests, solo por curiosidad. Nos llamaron a cada una en privado a un cuartico con un escritorio y una persona detrás que nos dijo cosas bastante obvias y predecibles acerca de nuestras personalidades, incluyendo defectos (muchos de los cuales ni siquiera fueron acertados). Para ser mejores personas debíamos leer «Dianética: el poder del pensamiento sobre el cuerpo», el libro base de la cienciología y asistir a unos determinados talleres y conferencias para aprender a comunicarnos mejor y a entender quiénes éramos.

A diferencias mía y de mi amiga, muchas personas sí terminan comprando los libros y asistiendo a todas las conferencias que les recomiendan para ser una mejor persona. Los libros de L. Ron Hubbard, como cualquier otro bestseller, crea una fascinación absoluta en el lector, solo que en este caso la literatura se convierte paulatinamente en una matrix de creencias que termina por encerrar a la persona en su totalidad. Hubbard era un hombre que creía que la única manera de hacer dinero era creando una religión y lo logró. Creó un culto que si bien cada vez más pierde credibilidad, logró obtener el estatus de religión en la mayoría de países, lo cual los exime de pagar impuestos y responder por el trato inhumano hacia sus discípulos.

Detrás de la Cienciología no hay solamente un lavado de cerebro sistemático, sino verdades esotéricas que su fundador aprendió en la sociedad secreta del Ordo Templi Orientis (OTO) seguidora de las enseñanzas del brujo inglés Aleister Crowley. El poder que existe detrás del manejo de la mente de las personas, del conocimiento de sus más profundos miedos y secretos y la falsa ilusión de sabiduría que dan las verdades manipuladas es lo que hace de la Cienciología uno de los cultos más peligrosos de la historia.

Para saber porqué la Cienciología es un culto peligroso les recomiendo oírlo de boca de sus propios ex miembros en el documental «Going Clear», publicado en marzo del 2015 por HBO. El documental contiene testimonios de ex funcionarios y líderes que decidieron dejar el culto cuando se dieron cuenta de la gran farsa que es. Vale la pena verlo y si conocen a alguien dentro del culto o que esté contemplando meterse, muéstrenle esto:

https://www.youtube.com/watch?v=g1opSBNzDo4