Hillary Clinton tiene un interés especial por el tema extraterrestre. En una entrevista reciente, la candidata a la presidencia de los EE.UU prometió que revelaría documentos secretos sobre el tema OVNI si llega a ganar las elecciones: 

Clinton demuestra un amplio conocimiento del tema, refiriéndose al fenómeno OVNI con las siglas UAP (fenomeno aéreo inexplicable, en inglés), término que actualmente se usa en las investigaciones de este tipo. (Ver video)

 

Si bien en la entrevista parece que el tema no es en serio, sino solo una manera informal de ganarse a la audiencia, la verdad es que el interés de Hillary Clinton por los extraterrestres es en serio y se remonta a los años en que su esposo, Bill Clinton, era presidente.

HABLANDO DE EXTRATERRESTRES…

En agosto de 1995, Bill y Hillary Clinton fueron invitados a pasar unas vacaciones en la casa de campo de Laurence Rockefeller en el estado de Wyoming, EEUU.

En esta fotografía tomada durante su estadía en la casa del magnate, Hillary camina junto a Laurence. En sus manos sostiene un libro, más específicamente “Are we alone?” del autor Paul Davis. Este libro habla sobre el hipotético descubrimiento de vida extraterrestre y las implicaciones a nivel filosófico que tendría para la humanidad.

 

 

Esta no es una charla casual, para Laurence Rockefeller el tema de la vida extraterrestre era de gran importancia.

LA “INICIATIVA ROCKEFELLER”

Antes de invitar a los Clinton a su rancho, Rockefeller contactó a su abogado de confianza, Henry Diamond, y al experto en inteligencia militar y parapsicología Scott Jones, para que lo ayudaran a conseguir una cita con el presidente de los EEUU. ¿El tema de la reunión? Los OVNIS, la vida extraterrestre y la revelación de documentos secretos en posesión del gobierno norteamericano.

Carta del primer acercamiento entre el abogado de Rockefeller y la Casa Blanca para hablar del tema OVNI.

Para ver más cartas oficiales sobre la Iniciativa Rockefeller, ingrese aquí

El interés de Laurence Rockefeller por los OVNIS era tan serio, que financió la creación de este libro. Una recopilación de toda la evidencia que existía hasta ese momento sobre el tema (1995).

Apenas el libro estuvo listo, Rockefeller mandó una copia al presidente Bill Clinton acompañada de esta carta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los contactos de Rockefeller se acercaron primero y estratégicamente al consejero en Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, el doctor John Gibbons. Después, contactaron al jefe de gabinete (algo así como el secretario privado) de presidencia, John Podesta.

John Podesta quedó obsesionado con el tema. Siendo consejero presidencial de Barack Obama reveló un tweet que decía «Finalmente, mi gran fracaso del 2014 fue, otra vez, no haber podido desclasificar los archivos secretos de OVNIs»

De esta forma, Rockefeller logró lo que quería: hablarle al oído al líder más poderoso y pedirle que desclasificara documentes top secret sobre OVNIS. 

 

LA FALSA INVASIÓN EXTRATERRESTRE

¿Por qué la élite mundial y el gobierno de EEUU se interesarían por un tema tan controvertido y desacreditado como el fenómeno OVNI? ¿Por qué la familia Rockefeller tendría un interés en que fuera revelada la verdad al público?

Según varios informantes que han trabajado en proyectos secretos del gobierno, existiría un plan para montar una invasión extraterrestre falsa y de esta forma, unir al mundo bajo un único gobierno y una única religión.

La idea de que solo una amenaza del espacio exterior podría unir a la humanidad y acabar las divisiones y guerras en la Tierra, parece rondar la cabeza de algunos presidentes de EE.UU:

«En nuestra obsesión con los antagonismos del momento, a menudo olvidamos lo que une a todos los miembros de la humanidad. Quizás necesitamos alguna amenaza universal exterior para hacernos reconocer este lazo en común. De vez en cuando pienso qué tan rápido se desvanecerían nuestras diferencias a nivel global si afrontáramos una amenaza alienígena fuera de este mundo» – Presidente Ronald Reagan, Asamblea de la ONU, 1987.

El Club de Roma, una de las organizaciones que precedió la creación del Club Bilderberg publicó en 1993 el libro “La Primera Revolución Global” en donde se enfatizó la necesidad de tener enemigos comunes “ya sean reales o inventados para este propósito” que unieran a las naciones del mundo. En otra publicación, también de autoría de los miembros del club se dice que “la humanidad solo se unirá realmente si se enfrenta a un poderoso enemigo externo”. 

La creación de falsos enemigos no es algo nuevo en el escenario político mundial.

Antes de morir, en los años 70, el ingeniero aerospacial y científico alemán Wernher Von Braun, quien trabajó los últimos años de su vida haciendo cohetes para la NASA, confesó a su secretaria Carolyn Rosin que había un plan secreto para militarizar el espacio. La maquinaria militar, dijo, siempre trataría de crear la ilusión de un enemigo común. Primero sería el comunismo, después las naciones del Tercer Mundo, después el terrorismo y por último, sería la amenaza extraterrestre.

En la película Independence Day 2, el mundo se debe unir para combatir una vez más a los extraterrestres. En la película, la ONU juega el papel del gobierno mundial, uniendo esfuerzos para derrotar al enemigo y volver a restablecer la paz.

“Los habitantes de la Tierra no estamos preparados para responder en caso de que seres extraterrestres intentaran contactarnos”, afirmó Mazlan Othman, directora de la Oficina de la ONU para Asuntos del Espacio Exterior.

Últimamente, el tema extraterrestre ha pasado de ser una fantasía de ciencia ficción a una posible realidad con la que algún día tendremos que lidiar. No solo la ONU nombró a una delegada para “Asuntos del Espacio Exterior”, también el Vaticano ha afirmado públicamente que no se debe esperar una confirmación científica para contemplar la posibilidad y entender la existencia de vida en otros planetas como una obra más de dios.

¿Están los líderes mundiales realmente interesados en revelar la verdad sobre los extraterrestres, o por el contrario, quieren manipular la verdad para fines oscuros?

 

PROYECTO BLUE BEAM

Suponiendo que el plan de la falsa invasión extraterrestre fuera cierto, ¿cómo lo lograrían?

Hoy en día la tecnología militar tiene la capacidad de crear complejas ilusiones ópticas, alucinaciones visuales y hasta auditivas. A través de satélites, antenas de radio y ondas electromagnéticas, el Proyecto Blue Beam (Rayo Azul, en español) tiene las herramientas necesarias para crear operaciones de guerra psicológicas masivas.

En 1999 el Washington Post publicó un artículo en el que revelaban cómo las fuerzas militares norteamericanas estuvieron contemplando la idea de proyectar un holograma de Allah en las calles de Bagdad para convencer al pueblo iraquí de irse en contra de Saddam Hussein.

Imagínese un holograma 3D de una nave espacial extraterrestre sobre las principales ciudades del mundo. Una imagen tan poderosa e increíble que nadie podría dudar de su existencia. Súmele a eso ondas electromagnéticas que al contacto con nuestro cerebro produzcan miedo y desorientación, y complete este escenario con todos los medios de comunicación masivos transmitiendo en directo un evento que cambiaría por siempre la forma en la que nos entendemos el universo.

No es tan difícil crear la ilusión de una invasión extraterrestre, y las consecuencias, para aquellos que quieren controlar el destino del mundo, son más positivas que negativas.

UN NUEVO ORDEN MUNDIAL

Si en realidad existe un grupo que conspira para crear un Nuevo Orden Mundial, este plan se ajusta perfectamente a sus objetivos.

La única razón por la cual el concepto de nación perdería sentido, sería si nos enfrentáramos a enemigos extraterrestres. Ya no importaría si somos colombianos o rusos o chinos o iraníes. Importaría que somos humanos. Por lo tanto, la misma humanidad aclamaría un gobierno mundial que nos represente a todos, como especie.

Por otro lado, las implicaciones religiosas y filosóficas de este hecho (las mismas que discutían Rockefeller y Hillary Clinton durante su paseo en el campo) harían que los humanos buscáramos una nueva explicación a nuestra existencia y por esta razón, una nueva religión que pueda otorgar sentido a la experiencia colectiva de contacto.

Una religión única, que nos haría sentir respaldados y protegidos ante la inminente amenaza extraterrestre.