En las primeras ediciones de nuestros congresos, hubo investigadores que realizaron un manifiesto para ser Ovnílogo. Es decir, los protocolos o cánones para ser estudiosos del tema Ovni. Han pasado décadas y a la par de los acontecimientos observamos que este estudio guarda una temática susceptible a la sociedad. Podemos encontrarnos con información poco difundida y eso es un referente sobre el conocimiento de nosotros mismos.
La actualidad bordea los océanos de información, alcanza las playas de la física cuántica, deja ver en el horizonte el ingreso de una perspectiva más limpia, de la naturaleza en este inmenso universo con solo ingresar a la mecánica cuántica y la holografía cuántica. Fue cuando Galileo Galilei abordó las orillas de una perspectiva totalmente nueva, pero consecuente a lo vivido por Copérnico.
http://www.ciouritorco.org/2017/07/11/edgar-mitchell/
Paso a paso el individuo y por consecuencia, la sociedad eleva su mirada a la vida, de acuerdo a sus conocimientos y experiencias que lo hacen sentir un poco diferente a las especies, que lo acompañan en su cotidianidad. El pensar inspira a querer saber.
Cuando hoy la física inicia una social mirada entre la ciencia y la filosofía, es cuando nos enteramos que aún falta camino por recorrer. Es cuando entendemos a los grandes científicos que socializaron perfectamente con la filosofía, convirtiéndose en humanistas.
Y en este punto me detengo para alcanzar los nombres que en este momento hacen referencia: Albert Einstein, Nikola Tesla, Guido Buffo. Contemporáneos y a nuestro tiempo bien leídos, lejos de las falsas conspiraciones, o en su defecto, insinuar que ellos son contactados.
Cualquiera que sea su verdadera razón del cómo hicieron un paso al frente en la ciencia y la mirada al cosmos, ha sido magnifico comprender cómo nos dejaron un gran legado que hoy las corporaciones aprovechan, sin alcanzar ni un ápice a la sociedad como tal. Estos tres nombres, como representantes de muchos más, accionaron en pos de los acontecimientos a los que se enfrentaron sabiendo que era todo en beneficio de la comunidad planetaria, como individuos en su conjunto, no solo para los seres humanos, dando posibilidad a un mundo en crecimiento.
http://www.ciouritorco.org/2017/10/20/guido-buffo/
Estudiar Ovnis no puede ser una ciencia, está lejos de ser un tema de estudio. Sería cómplice de todo lo que el sistema nos ha negado a propósito, ubicándolo en el marco: ¿cómo el sistema quiere que estudiemos las luces que se ven en el cielo?
Cuando nos encontramos aquí es porque tuvimos alguna experiencia que salía de lo normal, y en realidad es normal. Nos cruzamos con información que era secreta y utilizada para lograr intereses en una franja muy pequeña de la sociedad. Logrando ser generadora de confusiones. Estudiar a los Ovnis es enfrentarse al secreto más guardado y trascendente para el ser humano.
La etiqueta continua para quienes se quieren sumar dentro de este absurdo sistema ganándole al que está al lado, cuando en realidad estamos en condiciones de sumar en comunidad para seguir descubriendo: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿cuáles son nuestros orígenes? Aquellos que comprenden que vivir no se agota mañana como nos han enseñado, sino que la vida es aquí y ahora extendiéndose en un sinfín de números y formas, después de morir físicamente.
La Ovnilogía, cuando se aleja del interés por el fenómeno, alcanza lugares maravillosos de transcendencia en el ser humano. Nuestros referentes en este tema son astrónomos, físicos, militares, científicos, profesionales en todas las áreas que el sistema ha formado, los niños, la juventud, los adultos. La vida misma.
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