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¿Cómo el ‘hambre de poder’ y el ‘desinterés por informarse’ perpetúan la confusión en el fenómeno OVNI?

En el laberinto de la información contemporánea, la humanidad se encuentra en un momento histórico singular, marcado por la confusión y la desinformación. El fenómeno OVNI, lejos de ser un mero tema de ciencia ficción, se ha visto envuelto en una densa niebla de narrativas impuestas, donde una hegemonía informativa, originada principalmente en un solo país, ha moldeado la percepción global durante casi un siglo. Ante este panorama, surge la imperante necesidad de reivindicar una lectura propia y humana de la historia, despojándonos de los dogmas y prejuicios que nublan nuestro entendimiento.

La desinformación se erige como el eje central de esta problemática. El acceso limitado a material documental valioso en los medios de comunicación y las aulas perpetúa la ignorancia y fomenta la proliferación de teorías infundadas. Es crucial, por tanto, evitar conclusiones preconcebidas y emprender una búsqueda exhaustiva de fuentes confiables que nos permitan discernir la verdad de la ficción.

El peso del olvido histórico también juega un papel determinante. Durante casi dos siglos, una narrativa impuesta por aquellos que ostentan el poder ha sido aceptada por una sociedad ávida de confort. Este olvido colectivo dificulta la búsqueda de la verdad y perpetúa la confusión, impidiéndonos forjar una visión propia y auténtica del fenómeno OVNI….

En este contexto, Roswell emerge como un punto de inflexión, el epicentro de la mentira y la negación en el tema OVNI. Este evento marcó el inicio de una campaña de desinformación sistemática que ha perdurado a lo largo del tiempo, sembrando dudas y alimentando teorías conspirativas….

Pero, ¿quiénes son los artífices de esta confusión? Los «hambrientos de poder» y el «desinterés por informarse» se revelan como los principales responsables de alimentar la desinformación. Su sed insaciable de control y su apatía por el conocimiento les permiten manipular la información y distorsionar la realidad, creando un caldo de cultivo perfecto para la propagación de mentiras y engaños.

Ante esta situación, la necesidad de un diagnóstico se torna imperiosa. Solo reconociendo la magnitud del problema podremos actuar para trascender la confusión. Esta última, como un velo impenetrable, niega la capacidad del individuo para liberarse de las cadenas de la desinformación y emprender un camino de búsqueda honesta hacia la verdad.

Dentro de esta problemática, es crucial abordar dos aspectos que distorsionan aún más la percepción pública:

  • El mesianismo: se manifiesta en la figura de los «contactados», maestros espirituales o «hermanos mayores» que exacerban la idea del extraterrestre como un reemplazo de Dios. De esta manera, se deposita sutilmente la atención en la solución de nuestras necesidades no resueltas en los extraterrestres, distrayendo de la necesidad de abordar los problemas reales del planeta.
  • Las ideas conspirativas: se basan en mentiras expuestas por el establishment, tomando algunos datos reales como hechos y eventos investigados, y proponen teorías que suman a los extraterrestres como los responsables de pactos con los gobiernos, entre otras teorías alejadas de la realidad. Estas teorías conspirativas pueden generar paranoia y división social, alimentándose de la desinformación y la manipulación.

A pesar de la hegemonía informativa, no todo está perdido. Aún existen resquicios en forma de material impreso y congresos internacionales que ofrecen perspectivas alternativas sobre el fenómeno OVNI. Sin embargo, es fundamental abordar estos recursos con pensamiento crítico, descartando ideas mesiánicas y conspiracionistas que solo contribuyen a perpetuar la confusión10.

Es hora de asumir nuestra responsabilidad individual y colectiva. Debemos informarnos, cuestionar la información que recibimos y buscar fuentes confiables que nos permitan construir una visión propia y fundamentada del fenómeno OVNI…. Solo así podremos trascender la confusión y acercarnos a la verdad oculta tras este enigma….

En conclusión, el tema OVNI exige un cambio de paradigma. Debemos dejar atrás la pasividad y el conformismo, abrazando la información, el pensamiento crítico y la búsqueda de la verdad como herramientas esenciales para comprender la realidad extraterrestre y nuestro lugar en el universo

 

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