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Y LOS OVNIS obedecen también a una historia.
Así como les hemos compartido en algunos artículos anteriores titulares que tienen que ver con la historia de la presencia de estos Objetos Voladores No Identificados desde los tiempos, podemos remitirnos a la historia más contemporánea de un tema muy controvertido y lleno de preguntas que para estos tiempos comienzan a darse respuesta más concretas. Aun cuando hay una resistencia en no poner de manifiesto los verdaderos artífices del engaño y del ocultismo.
Queremos hoy contribuir un poco a mostrar más herramientas para el pensamiento y datos que pueden de alguna manera sumar para ir comprendiendo esta realidad extraterrestre que al igual que nuestra realidad como seres humanos aún falta mucho por conocer y así hacer el verdadero escenario que está lejos por supuesto del que estamos viviendo.
Transcribimos letra a letra de un trabajo que nos llega en el año 2011 en manos de un amigo de España Jose Luis Recio a horas nada más de la partida de Jorge Suárez. Y es que como todo tiene su propia historia. Por ello y en agradecimiento a su intención de dejar este material en el CIO, les proponemos historias más que suman a este fantástico tema…fascinante…

DOCUMENTO
Todos los tratadistas del fenómeno OVNI están más o menos de acuerdo, en situar el principio del llamado “período contemporáneo” del fenómeno en 1947 y en la tan divulgada observación de Kenneth Arnold. Sin embargo, este comienzo se tendría que situar un poco antes: en plena segunda guerra mundial. Fue entonces cuando hicieron su aparición en los cielos del planeta unas misteriosas “bolas brillantes” de pequeño diámetro, que se dedicaban a perseguir a los aviones de las potencias contendientes. Los americanos llamaron a estas bolas foo-fghter, palabra compuesta de la corrupción de la palara francesa feu=fuego, y la inglesa fighter=avión de caza. Fue acuñada por los pilotos de la 415ª Escuadrilla de Cazas Nocturna de los Estados Unidos, con base en la población francesa de Dijon, en el año 1944. Esta cuadrilla efectuaba misiones de combate y reconocimiento sobre la zona del Rin, al Norte de Estrasburgo, en el sector del frente comprendido entre Hagenau y Neustadt, al oeste del gran río de los germanos.

Los primeros Datos

Los primeros informes sobre los foo-fighters (llamados también familiarmente, en la jerga militar, “krauts fireballs”, bolas de fuego de los Krauts; referido este último término a los alemanes) fueron hechas por la tripulación de un bombardero B-29, perteneciente a la 415ª . Escuadrilla de Cazas Nocturna. Se encontraban a bordo del aparato, la noche del 23 de noviembre de 1944, el piloto teniente Ed Schlueter, el radarista teniente Donald J. Meirs, y el teniente Fred Ringwald, oficial de Inteligencia Militar que viajaba como observador.
foo-fighter-1
El primero en divisar lo que parecían ser estrellas en la distancia fue precisamente Ringwald. A los pocos minutos, las estrellas se convirtieron en bolas luminosas anaranjadas que, en número de ocho o diez se movían por el aire a velocidad terrorífica. Los objetos no pudieron ser captados por el radar de tierra ni por el avión. Entonces las luces desaparecieron, para reaparecer luego más lejos y a los pocos minutos se desvanecieron definitivamente.

¿Armas Secretas Alemanas?

Otros pilotos, al regresar de sus misiones, informaban también que habían sido seguidos por las enigmáticas bolas, observadas muchas veces volando en formación. El nombre de “Krauts fireballs”, otorgado por los pilotos aliados a estas bolas, es claro indicio de que en realidad tanto ellos como el Alto Mando sospechaban que se trataba de ingenios de guerra secretos de los alemanes. Sin embargo, las bolas de fuego no se vieron únicamente en el escenario europeo de la guerra. Durante el año 1945, hicieron su aparición en el Extremo Oriente. Se las vio en Japón y sobre la laguna de Truk. Las tripulaciones de los bombarderos B-29 comunicaban a los oficiales de Información, al regresar de sus vuelos, que bolas de fuego de aspecto misterioso subían hacia ellos cuando volaban sobre el archipiélago nipón, acompañaban a los bombarderos en vuelo y cambiaban su color rojo a anaranjado y luego de blanco a rojo, exactamente como informaban los pilotos norteamericanos que combatían en Europa. Por su comportamiento, los foo-fighters parecían ser medios de observación a distancia. ¿<<Ojos Telecaptores>> enviados desde una remota base en el espacio? Tal vez

¿Bolas de Fuego anti-radar?

Pese a que los foo-fighters no se vieron únicamente en Europa, y que sus velocidades se situaban entre los 300 y los 800 km por hora, y no eran detectables por el radar, algunos estudiosos del tema consideraron que podrían tratarse efectivamente de armas secretas alemanas. Según Renato Vesco, ingeniero aeronáutico y escritor italiano: “los encuentros posteriores con los foo-fighters condujeron a los expertos a suponer que eran inventos alemanes de un nuevo tipo, destinados a anular el radar. Solo supieron cian cerca habían estado de la verdad al penetrar, una vez terminada la guerra, en las plantas secretas nazis. Las bolas de fuego vistas por los aliados no eran mas que un pequeño ejemplo, , y una gran fracción de una gran diversidad de métodos destinados a desorientar el radar y a interrumpir las corrientes electromagnéticas. Durante el otoño de 1944 se dio gran impulso al trabajo en la <<Feuerball>> alemana, o bola de fuego anti-radar, en el centro experimental que poseía la Luftwaffe cerca de Oberammenrgau, en Baviera. Fue allí, y en el establecimiento aeronáutico de Wiener Neustadt, donde se produjeron las primeras bolas de fuego. Más tarde, cuando los rusos se acercaron a Austria, los talleres que producían las bolas de fuego se trasladaron a la Selva Negra. Rápidas y teledirigidas, estas bolas de fuego, que iban equipadas con tubos de kliston y funcionaban con la misma frecuencia que el radar aliados, podían eliminar las señales de las pantallas y permanecer prácticamente invisibles ara el control de la tierra”

La oficina especial n° 14

Esta explicación de Vesco es ingeniosa, pero este autor se distingue por el celo en intentar convertir todas las manifestaciones del fenómeno OVNI en armas secretas de los alemanes. Cuando escribió lo que antecede (en 1969) Renato Vesco muy probablemente ignoraba lo que el escritor francés Henry Durrant reveló en su obra El libro negro de los platillos volantes, publicado precisamente al año siguiente. En efecto, según escribe Durrant, en el año 1944, los inquietantes informes procedentes de pilotos de ka Luftwaffe y que hablaban de misteriosas bolas de fuego que seguían a sus aviones, condujeron al Oberkommando der Luftwaffe a crea el <<Sonder Büro n°13>>, cuyas actividades se ocultaron bajo el nombre cifrado de <<Operación Uranus>>. La oficina Especial 13 estaba compuesta de oficiales de la Aviación, ingenieros aeronáuticos y consejeros científicos. Este organismo secreto oficial comenzó a reunir los informes de observaciones que habían llegado ya al Estado Mayor Superior del Ejército del Aire, a fin de estudiarlos.

Las primeras investigaciones de los ingleses

El Sonder Büro n°13 antecede, pues, históricamente a las primeras comisiones de encuesta norteamericanas, de las que más adelante nos ocuparemos en detalle. Pero no es la primera comisión oficial creada en el mundo para investigar el fenómeno OVNI. La comisión alemana fue precedida en un año por un organismo británico. Veamos lo que al respecto escribe el malogrado Frank Edwars en una obra suya en el año 1966:
“en 1943, los ingleses crearon una pequeña organización encargada de documentarse sobre estos objetos. Estaba dirigida por el teniente General Massey y surgió a consecuencia de los informes enviados por un espia, que en realidad, era un agente doble que actuaba en la sordenes del alcalde de Colonia. Este agente confirmó a los ingleses que los foo-fighters no eran dispositivos alemanes, sino que los nazis creían que se trataba de instrumentos de tiro de los aliados. Los ingleses, naturalmente, sabían que no era cierto. En 1966 el Ministerio del Aire británico me comunicó que el proyecto Massey había sido oficialmente clausurado en 1944. Quizá fuese pura coincidencia, pero el hecho es que el agente doble fue denunciado y ejecutado en la primavera de aquel mismo año.”
Durante la segunda guerra mundial, pues, empezaron a manifestarse masivamente objetos volantes a manifestarse masivamente objetos volantes no identificados de un tipo no convencional. Los aviadores aliados creyeron que se trataba de una de las famosas armas secretas de Hitler; los pilotos alemanes, por su parte, los consideraron una nueva arma aliada; de los pilotos soviéticos nada sabemos, por el secreto tradicional que rodea siempre a todo lo ruso. En el teatro de la guerra oriental, es posible que los aviadores norteamericanos los considerasen ingenios del Sol Naciente.
Pero el gran drama había comenzado: ¿no sería más sensato suponer que la desusada actividad bélica alertó a una desconocida potencia extraterrestre, la cual lanzó dispositivos de observación a distancia a nuestros cielos para vigilar el peligro que para ello podría derivarse de la contienda.?

Nueve discos volantes en el monte Rainier

El 24 de julio de 1947 es para muchos la fecha que señala el verdadero comienzo de la época moderna de los OVNIs. En esta misma obra veremos que existen “pruebas” de la presencia de objetos misteriosos en el cielo desde los mismos albores de la historia humana. Pero aqui vamos a ceñirnos al periodo contemporáneo que, como hemos visto, tiene un interesante preludio en el episodio de los foo-fighters y en la creación de las comisiones de encuesta inglesa y la alemana.
Kennet Arnold era, en la fecha en que tuvo lugar su memorable observación, propietario de la Sociedad de Fabricación e Instalación de Material de Incendios del Gran Oeste” con sede en Boise (Idaho), donde era muy conocido y apreciado, gozando de la consideración de hombre de negocios emprendedor y serio.
KennethArnold Su célebre observación tuvo lugar durante un vuelo que efectuaba entre las poblaciones de Chehalis y Yakima, en el estado de Washington. Es preciso recordar aquí que dicho estado se encuentra en el noroeste de los Estados Unidos, siendo ribereño del Pacífico y lindante con la Columbia Británica. Volveremos a encontrarlo en esta obra al ocuparnos del “Abominable” norteamericano, que al parecer merodea por aquellas fragosas soledades. Arnold contemplo desde su avioneta, mientras buscaba los restos de un avión militar caído en el monte de Rainier, nueve objetos volantes, que no pudo identificar, los cuales se desplazaban en formación, a velocidades increíbles. Su relato dio vuelta al mundo. Se había producido la gran explosión del fenómeno OVNI.

Con este pequeño Informe, podemos introducirnos en la historia de este tiempo contemporáneo del tema OVNI. Historia que nos debemos. Poco a poco se está blanqueando información, que no deja de ser desvirtuada inmediatamente con informes que no tienen fundamento ni histórico ni institucional lo que hace entender cómo se maneja el conocimiento en este planeta.
Pronto más de estos temas para nuestros amigos lectores que agradecemos su consecuencia.

Ya estamos haciendo las reservas para el 13° ENCUENTRO INTERNACIONAL DE OVNILOGIA en Colombia

https://www.youtube.com/watch?v=GkUrzdJT4Qc&feature=share


LUMALOES

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