El ser humano, en su afán por el día a día, acepta una cosmogonía que no siempre tiene una fuente real y, sin darse cuenta, se aleja cada vez más de su propia esencia.
La religión, sin ir más lejos, instauró el dogma de la fe: la obligación de creer sin ver, y muchas veces sin entender. El Vaticano, como ente ‘regulador’, plantea escenas parecidas en otras religiones, en su propia historia y nos provoca aceptar que es una mentira involucrarnos con ese Dios y por consiguiente con todo aquello que hasta ahora nos propone e impone a creer.
Es entonces que remitimos siempre a una historia un tanto mal contada por la misma institución. Pero claro, decirlo así nos convertirte en transgresores: al denunciar lo que una gran parte de la población admite sin chistar y permitiendo que utilicen todos sus recursos para seguir sosteniendo una mentira, en lo que concierne a lo histórico y también a lo moral actual, con cosas que predican y no practican.
Nuestra tarea autoimpuesta de divulgar la Realidad Extraterrestre es, justamente, incorporar contenidos no populares. Los medios de comunicación, por razones sabidas y nuestras instituciones educativas, diseñadas para alejarnos de nuestra verdadera razón de vida, nos alejan de las fuentes exactas del saber. Sin embargo, por aquello que el sol no se puede tapar con un dedo, estamos en condiciones de saber la “Verdad”, con mayúsculas .
Que la estrella de Belén fue un O.V.N.I. ya es una idea más que aceptada en el círculo de quienes estamos en estos temas. Y esto está más que bien justificado gracias a la tarea del señor Juan José Benítez con su larga y bien contada saga Caballo de Troya, que nos acercó a una de las historias más románticas, especulares y magníficas llena de información realmente fascinante.
Es Benítez quien nos revela uno de los tantos proyectos secretos, donde se revelan avances científicos y tecnológicos, experimentando nosotros con nosotros mismos. Caballo de Troya nos dibuja un Jesús más humano; es en esta lectura con documentación exacta y fundamentada en datos específicos. Mirar vivir la vida de Jesús lejos de la Religión convoca a un pensamiento altruista, capaz de romper con el paradigma ortodoxo, aburrido, lleno de ideas capaces de generar taras en la mente humana.
El O.V.N.I. de Belén, no la estrella de Belén, puede ser una idea que inspire a investigar documentación más estricta y fidedigna es urgente por estos tiempos.
Alcanzamos a ustedes, nuestros lectores, material en video y algunos lugares de la web para ilustrar a este título acompañando su interés en estos temas, una forma de inspirar a revisar documentación e ideas antes de concluir.
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