El medioambiente es una de las áreas que tiene la capacidad de estar involucrada en todos los aspectos de las vidas de las personas, en su economía, bienestar, salud, alimentación, educación, política, entre otros.
La preocupación mundial por su deterioro, como consecuencia de las acciones del hombre, exige que estos sean temas de frecuente mención para la orientación de la ciudadanía.
En ese sentido, quiero exponer algunos de los resultados del trabajo de grado que presenté en el año 2010 para aspirar al título de magister en periodismo de la Universidad de San Andrés, en Argentina, el cual consistió en un análisis de cobertura de temas ambientales de los diarios de referencia de ese país, Clarín y La Nación.
La investigación implicó revisar y analizar 182 ediciones de cada uno de los diarios, publicadas durante seis meses del año 2009, de las que se seleccionaron 680 textos periodísticos (322 de La Nación y 358 de Clarín) distribuidos en las secciones que tienen una frecuencia diaria, de lunes a domingo.
Los resultados arrojaron coincidencias entre ambos medios impresos. Muchas de estas semejanzas dejaron entrever que el tema ambiental no se posiciona como una cuestión de primer orden al interior de las redacciones. Esto se evidencia por la poca cantidad de textos ambientales con respecto a la totalidad de artículos que cada edición presenta, a la falta de seguimiento que tienen los hechos, a la ubicación de los temas ambientales al lado de otros de características más “livianas” y a la escasa presencia de periodistas ambientales en ambos diarios.
“Las coincidencias son también de fondo, ya que los artículos se caracterizan por ser informativos, abordados casi en su totalidad desde el tiempo presente, sin ser enlazados con causas del pasado ni con los posibles desencadenamientos a futuro”, según la investigación de ese momento.
Esto significa que hay muy poco trabajo de investigación y de seguimiento de los hechos por la necesidad de dar a conocer los acontecimientos del hoy. Tal vez esto se deba al escaso personal capacitado para abordar estos temas y a los costos económicos que implica destinarle tiempo exclusivo a un solo asunto, o al desinterés o desconocimiento que se tiene de los temas ambientales entre los periodistas.
El análisis encontró que las secciones que concentran la mayoría de artículos sobre aspectos ambientales son las de sociedad, que en La Nación se conoce como Información General y en Clarín se llama Sociedad. Estos espacios se caracterizan por presentar temas variados, un poco “arrevistados”, sobre tendencias en tecnología, adelantos de la ciencia, hábitos sociales, salud, turismo, entre muchos otros.
A pesar de que las cuestiones ambientales se caracterizan por tratar temas complejos, el hecho de que con frecuencia estos aparezcan en las secciones de sociedad, al lado de otros que tienen como propósito entretener, se corre el riesgo de que lo ambiental entre también a hacer parte de ese entretenimiento, para suavizar un poco la dureza de los temas que se tratan en las secciones de política o economía.
Siguiendo con los resultados, Clarín y La Nación se presentan como nacionales, pero, según los datos obtenidos, los temas centrales que manejan se circunscriben a la Ciudad de Buenos Aires o a la Provincia de Buenos Aires, lo que permite reflexionar que son diarios locales de distribución nacional.
Probablemente la atención especial que tienen estos diarios por el área de la capital, se deba a que allí se concentra el poder nacional, es un área geográfica que concentra la mitad de la población de todo el país y, por ende, donde posiblemente se encuentren la mayoría de sus lectores, y de donde tal vez proceda la mayoría de los anunciantes publicitarios.
En ambos diarios hay muy pocos periodistas capacitados para escribir sobre temas ambientales, a lo sumo hay uno o dos, quienes, además de los temas ambientales, escriben sobre salud, avances científicos, astronomía, entre otros asuntos. “No damos abasto con lo que tenemos, entonces un tema que podría haber andado bien, que nos podrían haber aceptado y se podría haber publicado, no lo podemos hacer porque no hay espacio o directamente no tenemos tiempo para hacerlo”, reconoció Sibila Camps, quien trabajaba como periodista especializada en temas ambientales del diario Clarín.
A esto se suma la apreciación que tiene Camps sobre los editores, quienes “piensan con un criterio bastante limitado que el tema ambiental es nada más que una cuestión conservacionista”. Es posible, además, que no existan tiempo ni recursos para esta clase de temas o que en realidad para los editores este no sea un tema importante, o también es válido considerar que el carácter trascendental de lo ambiental esté asociado con los criterios personales del editor de turno.
En los seis meses de muestreo son muy pocos los sucesos ambientales que tuvieron seguimiento por parte de los dos diarios analizados. En primer lugar, estos no se caracterizaron por una investigación a fondo del tema, sino más bien por dar cuenta de los vaivenes del suceso. En segundo lugar, el hecho de que los dos diarios coincidieran frente a los temas que siguen, permitió concluir que esa atención obedeció a una agenda que se impone por sí misma y por los valores noticiosos que estas cuestiones conllevan.
“Ante tantas coincidencias halladas, se puede decir que Clarín y La Nación se diferencian poco en el tratamiento de los temas ambientales. Tal vez, estas pocas diferencias se deban a que, más allá de las diferencias encontradas en los discursos ambientales, en realidad se parecen bastante porque se dirigen a un público similar y no se juegan en los temas ambientales muchas de sus diferencias ideológicas que, quizás, podrían verse en los temas de política o economía”, concluye la investigación.

 

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