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Entrevista a Íñigo López Lanchares, abogado y ex juez español radicado en México, que acaba de acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, ante la apatía del Estado mexicano, por las presuntas violaciones a los derechos cometidas por el Liceo. Por defender los derechos de sus dos hijos, ex alumnos del Liceo Francés de Ciudad de México, ha emprendido una batalla jurídica titánica: «Uno no deja de ser padre nunca y lucharemos hasta el final», señala el abogado Lanchares.
PREGUNTA.- ¿Qué hace un abogado español y ex juez viviendo en México? ¿Qué tiene México que le gusta más que España?
RESPUESTA.- En 1999 cuando la banda terrorista ETA estaba muy cercada y atentaba contra los Poderes del Estado (incluida la judicatura), me salió la oportunidad de expatriarme con una empresa vasca a la Ciudad de México, y dado que yo tengo una maestría también en Administración de negocios (MBA), acepté las condiciones y me vine a este país en el que llevo más de 25 años. Es un país con muchas oportunidades, donde está todo por hacer en muchos sectores y aposté por radicar aquí.
P.- Entonces se puede decir que usted priorizó la oportunidad de una aventura profesional con muy buenas condiciones…
R.- Efectivamente, así fue.
P.- ¿Qué nota le pone a estos 25 años en México?
R.- Un ocho sobre diez. México es un país maravilloso al que estoy -y estaré siempre- muy agradecido.
P.- ¿Qué le faltó a su experiencia mexicana para llegar al 10, al summa cum laude?
R.- Pues algo que no deseo a ningún padre, una experiencia muy negativa con el colegio de mis hijos, el  Liceo Francés de Ciudad de México, al que me vi obligado a demandar.
P- ¿Cuántos años lleva en litigio usted con el Liceo Francés de Ciudad de México?
R.- Más de 6 años.
P.- ¿Qué pasó exactamente, si se puede saber?
R.- Sí, claro, es algo público. Lo que ocurrió fue que mis hijos fueron vulnerados en sus más elementales derechos en 2017, y, después de meditarlo mucho con mi esposa, en 2018 nos embarcamos en una batalla interminable contra un gigante muy poderoso como es el Liceo Francés de México.
P.- El Liceo Francés de Ciudad de México pertenece a una red educativa de enorme prestigio a nivel internacional que aporta mucho valor a la educación. ¿Por qué sostiene que es un «gigante muy poderoso»? 
R.- Por los hechos de los que he sido testigo. El Liceo Francés de Ciudad de México ha estado ayudado siempre por la Embajada de Francia acreditada en México. Sabíamos lo duro que iba a ser y contra quien nos enfrentábamos, pero uno nunca deja de amar a sus hijos y de ser padre… nunca nos hubiéramos perdonado el no haber actuado contra tamaña injusticia, y maltrato arbitrario.
P.- Concretamente, ¿qué hizo mal el Liceo francés de Ciudad de México, según usted?
R.- Nosotros no ponemos en duda  el sistema francés de la red internacional de liceos que hay por todo el mundo, pero en el caso del liceo franco mexicano, entendemos que es un desastre de colegio, por su actuar despótico, arbitrario y con tics autoritarios más propios del pasado, que no van con la filosofía educativa actual. ¿Cómo es posible que mi hijo con 12 años entre a jugar al gimnasio abierto sin vigilancia, ni prefecto alguno, y se rompa los dos brazos en una caída y nadie le atienda? Para empezar, ese gimnasio debía estar cerrado en el recreo de los niños o al menos con supervisión de un adulto, y desde luego no es aceptable que le tengan al niño 3 horas reales ¨tirado¨en una camilla del botiquín con hielo en las manos, sin derivarlo a un centro hospitalario, cuando tenía fracturas expuestas en ambos brazos, que hasta un boyscout se hubiera percatado de la gravedad. Fue una cadena de despropósitos que la escuela nunca quiso reconocer, y me mandaron a sus «perros de presa» (abogados) para someterme.
Cuando observé este modo de proceder por parte de la dirección del Liceo Francés de Ciudad de México, me dije: «hasta aquí hemos llegado». El Liceo y sus abogados se han portado conmigo como gansters mafiosos sin escrúpulos, y no solo con este padre de familia, sino también con otros padres por asuntos similares, como he podido saber luego.
El Liceo Francés de Ciudad de México discrimina de varias maneras, una muy clara, de la que fui testigo y víctima, es la no reinscripción de los niños como arma ante los padres de familia díscolos.
P- No todos serán «culpables» de la misma manera… ¿con quién usted está especialmente molesto, indignado o decepcionado?
R.- No dudo de que haya algún docente de excelencia, pero es tal el talante del dueño Claude Lebrun, que su influencia permea en todo el centro. El señor Lebrun se cree que el Liceo es su rancho particular, y no solo desprecia a los padres de familia, sino sobre todo a los niños mexicanos; se ríe de las instituciones mexicanas, no cumple las leyes de sanidad, protección civil, etc., amparándose en que el Liceo es territorio francés. Hemos descubierto que llevaban más de 10 años sin inspecciones de COFEPRIS para temas del botiquín, o de Protección Civil en temas de seguridad. La corrupción es el pan de cada día y hemos descubierto cosas terribles, como colocar de Director de Maternal (preescolar) a un profesor (M. Jardonnet) procesado en Denver, Colorado, por violación y pederastia. Así es todo en el Liceo de Claude Lebrun. Con decirte que hasta las normas, en caso de seísmo, tampoco se cumplen… los lineamientos de Protección Civil de México no aplican para él, por estar en territorio francés… con esto creo que está todo dicho.
P- ¿Cómo entonces considera usted que debería haber actuado el Liceo?
R.- Por increíble que parezca, viniendo de un país paladín de los Derechos Humanos de la infancia como es Francia, las autoridades francesas no hicieron nada por remediar estos actos contrarios a la más elemental justicia. Es más, encubrieron con su silencio al Liceo franco–mexicano Asociación Civil. Entendemos que se debía haber atendido las quejas de los padres, haber escuchado sus preocupaciones y peticiones legítimas, y también se debió abrir una investigación interna, como mínimo, rigurosa para ver o descartar posibles responsabilidades. Así lo manifestó Eli Moreno, importante cargo de la UNESCO y ex-ministra del Gobierno de Francia quien, en una conferencia en México manifestó, respondiendo a preguntas mías, el dolor que produce la discriminación que todavía hoy viven los niños. Para mi es claro que el Liceo Francés de Ciudad de México discrimina de varias maneras, una muy clara, de la que fui testigo y víctima, es la no reinscripción de los niños como arma ante los padres de familia díscolos. Y no ha sucedido esto solo con mis 2 hijos, que no pudieron continuar sus estudios en el Liceo, sino que también ha ocurrido con más de 15 niños, al cerrarse arbitrariamente la sección mexicana del Liceo, dejando en la calle a buena parte de esos niños cuyo proyecto de vida se truncó por esta acción autoritaria. ¿No es discriminación mantener, de manera arbitraria y sin dar explicación a nadie, la sección para extranjeros y cerrar la de niños mexicanos? Al menos una explicación seria y rigurosa, avisando con mucho tiempo de anticipación, se merecían los padres afectados.
P- Llama la atención el hecho que, según usted, haya sentencias judiciales mexicanas y resoluciones administrativas que incumben al Liceo y que no han sido ejecutadas todavía. ¿Qué explicación da usted a esto?
R.- Después de procedimientos administrativos sancionadores terminados con multas al Liceo (sanciones administrativas), llama la atención que no hayan sido exaccionadas tales cantidades dinerarias, sin perjuicio de los recursos pendientes. La explicación es que los abogados del Liceo recurren todo. Lo que es inexplicable es que las sanciones son ejecutivas, y, por tanto, independientemente de los medios de defensa interpuestos por el administrado, deben ejecutarse, cosa que no ha sucedido con el Liceo. Si éste quiere recurrir, está en su derecho, pero debe garantizar el pago de la multa por los medios admitidos en Derecho, y sorprende que este principio jurídico básico sea incumplido en México por el Liceo y por la Administración. La única explicación es la enorme corrupción que existe en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
P.- ¿Por qué hace esta acusación tan fuerte?
R.- Porque la manera de llevar la instrucción de las carpetas de investigación por parte del Ministerio Público, es un proceder muy poco profesional y descorazonador. Su actuar (no investigan nada del Liceo, llevan las carpetas «dormidas» cinco años) nos ha llevado a pensar de que luchamos no solo contra el Liceo, sino contra la Fiscalía, porque más que una Fiscalía de menores deberíamos llamarla Fiscalía antimenores
El gobierno corporativo del Liceo se reduce a hacer lo que dice el dueño, el Sr. Lebrun. Más que gobierno corporativo, es un desgobierno corporativo de corte autoritario.
P- Desde el punto de vista del gobierno corporativo, del que usted es experto, ¿en qué malas prácticas ha incurrido el Liceo? ¿Qué buenas prácticas de gobierno corporativo habrían protegido al Liceo de este escándalo?
R.- Siempre hemos dicho que los centros educativos en México deben por ley, seguir las prácticas y códigos del buen gobierno corporativo recomendadas por la OCDE y los organimos multilaterales. Así lo expresé en una conferencia que impartí en la Comisión de Educación del Congreso de la Unión ante diputados al que fui invitado en Otoño 2022: nos encontramos ante el desgobierno corporativo, de corte autoritario, pues no hay transparencia en la gestión, ni hay oficial de cumplimiento alguno, tampoco tiene comités de auditoría interna, ni comités de ética ni procesos claros para responder de los riesgos asociados a la actividad corporativa y sus posibles impactos en las comunidades donde opera. El gobierno corporativo del Liceo se reduce a hacer lo que dice el dueño, el Sr. Lebrun. Un dato curioso, entre otros: la escuela es donataria autorizada a efectos fiscales, con lo que ello supone de beneficios fiscales, pero si debe subir al portal de la agencia tributaría (SAT) la información de transparencia, se lo pasan por el «arco del triunfo».

Requerimiento de la CIDH al Estado mexicano para abrir una solución amistosa entre Lanchares y los Estados Unidos Mexicanos en relación al caso del Liceo Francés de Ciudad de México.

P.- ¿Y cuál será el siguiente paso a seguir?
P.- Seguir peleando por lo que es justo, porque es lo que corresponde a hacer a un padre cuando han perjudicado a sus hijos. Ahora la causa ha llegado a Washington.
P.- ¿No sería bueno hacer uso de procesos pacíficos de resolución de conflictos como la mediación u otras herramientas de negociación?
R.- Con el señor Lebrun es imposible el diálogo. Si después de 6 años de larga lucha en México, no satisfacen con reparaciones económicas a mis dos hijos, tendremos que acudir al sistema regional de protección de Derechos Humanos (la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) con sede en Washington para que conozca de estas violaciones por parte del Estado mexicano, proceso que ya hemos iniciado. Aquí ya no es el Liceo el responsable, si no el Estado mexicano. Por conducto de su representante en la OEA en Washington, buscaremos la justicia y la reparación. Nosotros solo queremos justicia y que el dueño del Liceo, el señor Claude Lebrun, se siente a negociar, al igual que el Embajador de Francia en México, que tiene que responder ante los padres de familia afectados, en un diálogo que culmine con un acuerdo reparatorio. Ya nos ha engañado demasiadas veces el Liceo con conciliaciones falsas, con todo tipo de triquiñuelas, argucias y amenazas a los padres de familia, incluso con falsas denuncias comunicadas a nuestros trabajos. Ya llegó la hora de la reparación.
P.- Las referencias directas que tengo de los liceos franceses de Londres, Bogotá y Asunción, por amigos y fuentes fidedignas, son excelentes. No deja de resultar extraño todo lo que usted menciona que ha sucedido en el centro de Ciudad de México…
R.- No es tan extraño encontrarse con líderes cuyo ego les impide reconocer la verdad, pedir disculpas y reparar el daño cometido. Ojalá que todo este proceso termine en buenos términos y sea una ocasión de sentar las bases de una educación mejor, de excelencia en todos los aspectos, también en la gestión, basada en el respeto de la justicia, los derechos y las buenas prácticas de gobierno corporativo que son tendencia a nivel mundial para todas las instituciones y organizaciones serias, también para las educativas.
Nota aclaratoria: Las opiniones vertidas en esta entrevista son de exclusiva responsabilidad del entrevistado, y en ningún caso del periódico EL TIEMPO ni del blog ni del entrevistador. Se ofrece este espacio con el objetivo de fomentar el diálogo y la diversidad de perspectivas, sin emitir juicios a los puntos de vista expresados, con la intención de crear conciencia y el deseo de llegar a una solución pacífica de los conflictos.

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