Uno de los mejores actos en vivo regresa a Colombia para celebrar 4 décadas de carrera, una gira maratónica que inició a mediados del año pasado y que se extenderá hasta Oceanía a finales del 2015. Recordemos la historia de esta agrupación, pero además parte de lo que fue su primer show en Bogotá. Bienvenidos.
Era sábado Santo, algunos recién llegaban a la capital desde sus ciudades de origen luego de un extenuante viaje, otros habían recortado la mini-vacaciones que ofrecen los días feriados de la denominada ‘Semana Mayor’ para regresar y quienes se quedaron en la ciudad obtuvieron el premio de llegar primero a la fiesta. Los flancos del parque estaban cubiertos por rostros pintados de astronauta, gato, demonio, zorro, y de estrella, la edad poco importó, ‘pequeños’ o ‘grandes’ cada quien vivía a su manera los momentos previos, eso sí, con la ansiedad propia que acusaba disfrutar junto a los dueños de la verbena. Ni la lluvia de por medio, ni 3 décadas de espera, impedirían a esas de 40 mil personas recibir la caricia más espectacular de la música rock.
Alice Cooper, pionero y leyenda activa del rock, a comienzos de 1970 representó contenidos propios de las historias de terror, pero también de sucesos reales a través de la música; teatralidad, maquillaje y sonido, toda una amalgama puesta en escena. Es así como algunos grupos de diversas corrientes musicales desde entonces tomarían como referencia parte de lo expuesto por Cooper. Kiss, explotaría en 1975 con Aive!,
A partir de allí la banda se catapultó a la cúspide, Destroyer, el siguiente disco lo confirmaría con sus ventas millonarias, incluso 39 años después dentro la vasta discografía en estudio que completa ya 20 producciones, este álbum permanece siendo el de mayor éxito comercial. Anclados en ese poderío en tarima y en su exhibición como tal, los fans crecieron desbordadamente, tanto, que acabaron en 1977 con el record de asistencia en Japón, el cual ostentaba The Beatles. Llegaría la nueva década que trajo para los neoyorkinos algo de turbulencia, si bien discos como Animalize y Crazy Nights fueron exitosos, otros no tuvieron la misma recepción, sumado a la renuncia de Frehley y Criss guitarra y batería respectivamente, además, las críticas no se hicieron esperar cuando en 1983 decidieron no utilizar más maquillaje, una pausa que terminó 13 años después. No obstante, la gloria seguía concentrada en sus arrasadoras presentaciones, incluida la pálida década de los noventa donde en estudio cosecharon pocos triunfos, también en la venta por doquier de toda clase de productos con el sello Kiss, algo que continua vigente hasta nuestros días.
“Una vez terminado el concierto, mientras la gente salía, la canción de fondo que sonaba en los parlantes era God Gave RocknRoll To You, todos cantábamos en voz baja en medio de charlas adultas, juveniles, e infantes, donde se ponderaba el evento, ¡conciertazo! como lo catalogó Manolo Belón, hablando con alguien por medio de su celular. Si, nada que hacer, un espectáculo impresionante, de lo que nos habíamos perdido. Conciertazo también para la organización y la policía, esta vez acertaron, criticados casi siempre, coordinaron la operación conjuntamente sin problema alguno.” Extracto de la reseña de Kiss en Bogotá.
Bogotá, Colombia, 11 de Abril de 2009, Parque Simón Bolívar, las luces se van dejando entrever el emblema en letras ocultó detrás del telón, segundos después se escucha “All ready Bogotá…You Wanted The Best You Got The Best, The Hottest Band In The World… KISS!” (“Todo listo Bogotá… ustedes querían lo mejor, tienen lo mejor, la banda más caliente en el mundo… Kiss!”), explosión controlada y la tela cae, mientras la histeria colectiva se derrama por todo el parque. Las notas de “Deuce” suenan y aquellas figuras de pintura, botas de plataforma y vestidos negros, vistas en discos, vídeos, películas, caricaturas, y toda clase de objetos, se materializaron. Kiss decía que el Rock and Roll estaba presente y continuaba tan robusto como hace décadas, para el bien de los excluidos hasta aquel día a esta fiesta, pero bajo su postura acicalada con fuego, luces multicolores, plataformas que se elevan, y cuerdas para transportar teleféricos humanos, nada en absoluto se les escapa cuando definen la palabra espectáculo. Algo que posiblemente tenían claro desde su primer show en 1973, ofrecido en el club Popcorn en Queens, New York.
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Es un mandamiento, si se quiere conocer realmente a una banda hay que verla en vivo y si de algo se puede ufanar Kiss es de hacer esto a la perfección, allí, en el estrado, nadan como peces en el agua, claro, igualmente detractores del grupo en parte a ese aire de mercantilismo, y a personajes como su polémico bajista Gene Simmons, más reprobado que admirado debido sus actitudes, cada postura es respetable, lo cierto es que para quien aprecie esta música -no es mandatorio- es relevante asistir, y así desde su óptica contar como le fue realmente en la fiesta.
Esta vez el show promete ser más poderoso pues el escenario cambio al estadio El Campin, todos los datos del show aquí.
Permanezcan Rockosos