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Creo que, luego de que han pasado cinco días de la muerte de este chicano loco, es poco lo nuevo que hay para decir sobre él. Seguro ya sabrán que tocó con Charlie Parker (el genio del Bebop) y que fue músico de sesión para trabajos especiales de los Rolling Stones, los Bee Gees y Wes Montgomery, entre otros. Además, por supuesto, sabrán que fue uno de los pulmones de la Fania.

Yo sólo quiero transmitirles una maravillosa frase que soltó alguna vez y que César Pagano cita en uno de sus artículos sobre la historia de la salsa:

Nosotros somos
la raza de la alegría.
La música es lo que
nos ayuda a sobrevivir
en los tiempos difíciles

Se refería a ese mundo de extrema pobreza en que vivimos los latinos, a esa cruda realidad que nos gobierna cuando estamos fuera de nuestras patrias. Barretto nació en el Spanish Harlem de Nueva York pero era en esencia puertorriqueño.

Ese sabor latino explotó en formas insólitas cuando el artista era violentado. Los hechos: Su carrera comenzó en 1946 cuando cogió a golpes un banjo en un bar de jazz en Alemania (prestó su servicio militar en Europa) con la firme intención de imitar a Chano Pozo -entonces integrante del combo de Dizzie Gillespie- "¡Milagro que los músicos no me botaron de la tarima!"

Así lo cuenta el gigantesco Ray esta excelente entrevista de Maya Roy del año pasado. De ese texto extraigo otra cita que me encantó, cuando le preguntó por su compromiso con la música:

  • "La cuestión es: ¿cómo utilizar esa experiencia, esos dolores que uno aguanta y guarda en el corazón, esas experiencias inolvidables, sean positivas o negativas, cómo transformarlas en música que refleje la vida de una persona? El sufrimiento que pasé en mi juventud no fue solo por ser puertorriqueño, porque en definitiva, en cualquier instante de la vida, lo peor para uno es ser pobre. Pero ser latino en un tiempo en lo cual el racismo era muy fuerte era doblemente difícil."

Así, pues, creo que no tengo nada más para mostrarles porqué Barretto era un músico de corazón, sentimental, talentoso a la hora de reinventar el latin jazz y reinventarse a sí mismo, y gran valuarte para nuestra raza. Gloria en tu tumba, Watusi.

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PARA MAÑANA JUEVES 23 DE FEBRERO: BUENOS CONCIERTOS
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Buen encuentro: En la Plaza de Bolívar (Bogotá) estarán los afamados Orishas, La 33 (orquesta colombiana de salsa y latin jazz) y Sidestepper dando un buen show al aire libre organizado por las alcaldías de Bogotá, París y Bruselas. El motivo: Una demostración de descontento por los ultrajes a los Derechos Humanos. Por supuesto, Sidestepper va a presentar "La Paloma" oficialmente en concierto. También estarán Alerta, Lucas Arnau y Doctor Krápula.

Se adelantó el niño Dios: Obsequio dos discos de The Black Cat Bone, en presentación digipack, a las dos primeras personas EN BOGOTÁ que me envíen un correo a carsol@eltiempo.com.co -aclarando su número de cédula- y que en él respondan esta pregunta (que no es tan sencilla como creen): ¿Quién es el compositor de "Got my Mojo Workin", tradicional blues del cual tiene versión esta banda bogotana?

Pista: ¡No es Austin Powers!

Estos discos son cortesía de la banda The Black Cat Bone, que invita a los lectores de la Caja a su toque, también este jueves 23 de febrero en el bar restaurante La Hamburguesería. No hay cover pero sí hay que ir reservando mesa. (los dos ganadores deben ir a recoger su premio allá, a vuelta de correo les diré quién es el contacto). También tocarán en vivo en Antifaz de Chapinero (Calle 59 con Cra. 7) el sábado 25 de Febrero (cover $5.000). 

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Qué simpática polémica se organizó en el pasado blog. A los que se hayan sentido ofendidos de alguna forma, les ofrezco disculpas. Cualquier debate sobre Dream Theater se va a mecer siempre entre amores emancipados y rechazos extremos. A mí me encantó lo que dice el fanático estadounidense cuyo enlace puse en el texto: "I love this band. Just love them (but) if you like listening to music because of lyrics, Dream Theater might be one of your least favourite bands ever".

Suerte y pulso.

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