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‘The Bedlam in Goliath’ es un disco de difícil audición pero preserva la esencia de The Mars Volta, un grupo que, aún siendo tan joven, parece que se niega a ceder a las presiones comerciales.

The Mars Volta

Hoy también, reflexiones acerca de los ataques contra emos en Latinoamérica y, al final, reflexiones sobre lo ocurrido en la frontera con Venezuela este domingo.

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Esto es vergonzoso

Si no ven el video, lo encuentran aquí. Resulta que en esta localidad mexicana de Querétaro se unió un grupo de gente para ir a "cascar" a unos jóvenes emos con la disculpa de que se estaban tomando la plaza de un parque. El trasfondo es que los estaban golpeando por ser lo que son, emos. El resultado es, básicamente, un linchamiento público orquestado por Internet.

Esto no es muy diferente de lo que ocurrió en el pasado Rock al Parque, cuando se armó una gresca entre asistentes que rechazaron la llegada de unos emos, incidente que ocurrió en el último rincón de la plaza y por eso no hay registros en cámara. Miguel Ruget, editor de Revista Disidencia [ MySpace ] y Ruidosis, exhorta al rechazo de esta tontería y yo me uno a su campaña.

¿Se está cocinando un movimiento violento contra estos pelaos emos? Si es así, hay que rechazarlo de plano e inmediatamente: Todo el mundo tiene la libertad de ser como sea. Que si se trata de una desorientación, de un estado de ánimo que puede parecer tonto, bueno, esas son opiniones y, como dijo el genial Larry Flint, "las opiniones son como el culo, todos tienen una". Pero de la opinión a la acción hay un trecho, el rechazo no es disculpa para que se caiga en una cacería de brujas. Cuál será la nueva letra escarlata. Todo esto es una estupidez y debe parar antes de que se convierta en el camino hacia algún veto parcial o total de la escena rock en nuestros pueblos.

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De sonidos experimentales y tendencias que se mantienen

El pasado 29 de enero salió al mercado el cuarto álbum de The Mars Volta [ página oficial / MySpace / Last.fm ] que es, sin duda, la continuación de una buena línea: El rock sin ahorros de energía, pero experimental y ácido al 100%.

‘The Bedlam in Goliath’, que traduce algo así como "La locura que hay en Goliath", requiere varios repasos para darse cuenta de que no se trata sólo de una alborotada descarga de rock, sino un complejo trabajo instrumental. Lo digo porque, a diferencia de sus anteriores álbumes, que estaban balanceados entre canciones "fuertes" y canciones "suaves", este es casi completamente fuerte (eso adjetivos son muy relativos, pero al menos sirven aquí para dar cierta idea).

Y bueno, según cuentan los miembros de la banda, este álbum va más allá de cualquier experiencia normal de grabación, pues vivieron una especie de "poltergeist" (si, como la película): Resultado de la compra de una tabla ouija en Jerusalén, durante la grabación que tomó 37 días vivieron una serie de eventos sobrenaturales como mensajes del inframundo, desdoblamientos y hasta la crisis nerviosa de uno de los técnicos de grabación.

Lo más valioso de este álbum es que mantiene al grupo en la corriente que todo su público respeta. Tienden a llamarlos "Rock progresivo", y seguramente sí tiene mucho de ello, pero creo que es mucho más que el progresivo.

Mars Volta no ha cedido a las presiones comerciales y demuestra que puede seguir tocando lo que se les antoja y que ese talento los lleva a viajar por todo el mundo. Omar Rodríguez-López sigue siendo el inquieto musical de siempre, con un buen número de discos independientes experimentales extraordinarios como lo siguiente, ‘Lurking About in a Cold Sweat’, del álbum ‘Se dice bisonte, no búfalo’: 

Volviendo a The Mars Volta, esto es el video de ‘Wax Simulacra’, uno de los sencillos de ‘The Bedlam in Goliath’:

Pero sin duda el corte más simbólico del álbum es el primero ‘Aberinkula’:

 Ah, y aquí, ‘Wax Simulacra’ en concierto, en una muy buena grabación:

Más videos aquí , oficiales, en fomato Quicktime.

Los próximos conciertos de The Mars Volta serán en el espectacular escenario House of Blues, un sitio y un sello del cual hablaremos en alguna ocasión.

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Mis opiniones sobre lo que pasó ayer en la frontera

Por más reservas que tenga con Juanes, es imposible hacerse el de la vista gorda ante lo que ocurrió el domingo. Por la noche los noticieros daban cifras de 70.000 espectadores… hoy los medios hablan de un cálculo de 100.000 a 250.000 asistentes y la Policía dice que 280.000 (bastante errático el cálculo, pero es entendible)… Así fuera la cifra menor… ¿Cuándo había tocado cualquiera de esas estrellas ante tanta gente? Tal vez Juan Luis Guerra en algún festival conjunto… pero no creo que Velasco, Vives, Montaner, Juanes o los españoles hayan logrado antes convocar a tanta gente al mismo tiempo.

Lo que yo considero más importante de este evento es que se demostró que se le pueden llevar artistas de fama mundial a los públicos que no están en las capitales, a la gente a la que, hasta ayer, sólo le llegaba de vez en cuando la visita musical de Jorge Barón y sus estrellas. La insistencia del honorable de pedir "agüiiiiiita" -Alejandro Sanz lo mencionó- deja claro que esa onomatopeya de Barón es la visión que tiene la gente en las regiones de lo que es un concierto, pero que va a responder decididamente a los grandes encuentros que les organicen… Hoy respeto más a Juanes por llevar a estos músicos hasta allá… ahora quiero ver a Shakira dando giras musicales por TODO el país.

Aunque no fui capaz de verlo completo, pues el sistema del melómano tiene un aguante cuando se sienta a escuchar lo que no le gusta, creo que en el marco musical, las presentaciones más sólidas fueron las de Miguel Bosé y Alejandro Sanz. Pero creo que el tema a analizar acá no es quién sonó mejor.

Logísticamente, fue un evento impecable (por lo menos, lo que se sabe hasta ahora). Impecable, histórico y a la vez cuadrado en tiempo récord. Un aviso para los organizadores de conciertos, que les demuestra que se pueden lograr cosas increibles y bien hechas hasta en un basurero (pues esta zona habilitada para el concierto era hace menos de una semana una especie de potrero lleno de basura).

Suerte y pulso.

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