A quienes ofrecen un hogar a los niños haitianos,

Después del artículo que publiqué hace unos días acerca de la precaria situación humanitaria que se vive en Haití desde que ocurrió el terremoto en enero, sobre todo para los miles de niños que no tienen familia y que hoy sufren de enfermedades por las condiciones sanitarias en que se encuentra Puerto Príncipe, recibí un correo de una persona que vive en Estados Unidos manifestándome su interés en adoptar un niño haitiano. 

Aunque desde el principio intuí lo difícil que podría ser, investigué un poco para asegurarme de qué tan posible era que algunos pequeños de Haití salieran de allí para tener una vida un poco más digna dentro de una familia que les ofreciera amor, educación, protección…

Para todos aquellos interesados en adoptar un niño de Haití, aquí está lo que encontré:

La ley prohíbe iniciar procesos de adopción en momentos de catástrofe o de conflictos bélicos ya que la prioridad una vez pasados estos es la de atender las necesidades básicas de los niños, cuidarlos y tratar de reunirlos con sus familias. Esto se debe a que se considera que no es conveniente sacar a los menores de su entorno a no ser que los casos sean extremos y que, después de haber hecho todos los intentos, no se hayan encontrado familiares ni se haya logrado una adopción por parte de una familia del mismo país.
 
En el caso de Haití, desde 2007 las adopciones estaban interrumpidas por falta de garantías jurídicas en los procesos de adopción. Para adoptar un niño es necesario que el país en el que este se encuentra goce de una situación jurídica estable de modo que se puedan llevar a cabo los trámites de manera transparente y correcta. En este momento se están tratando de agilizar los procesos de adopción que ya estaban cercanos concluir cuando ocurrió el terremoto.
 
De todas maneras, es posible que dentro de un tiempo en el que la reconstrucción vaya más adelante, las instituciones y la situación jurídica hayan alcanzado un mayor nivel de estabilidad y de diligencia, las búsquedas de las familias hayan finalizado y la situación de los niños se haya estabilizado un poco, los procesos de adopción se reanuden para que todas aquellas personas que quieren ofrecer un hogar a un niño de Haití puedan hacerlo cumpliendo debidamente con las condiciones de todos los procesos legales.

Estaré atenta a esta información para hacerla pública por este medio ya que considero que sí puede dársele una vida más digna y mejor a pequeños que hoy se encuentran casi solos en el mundo en un país que tomará muchos años reconstruir y que presenta condiciones de extrema pobreza y superpoblación, lo que tiene como consecuencia que miles de niños pasen hambre, estén desprotegidos, no tengan educación y no conozcan lo que es una vida en familia y el crecer como lo que son: niños.

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