A los seres humanos para que ayudemos a acabar con el hambre,
No sé cómo empezar porque para las imágenes de este video no existen palabras o ideas que puedan llamarse adecuadas o decir algo más allá de lo que siente quien las ve.
El hambre…eso que todos hemos sentido en su más leve expresión, y que nos ha llevado a lamentarnos por retrasar unas horas una comida segura de la que muy probablemente algunos se quejarán, para otros es el más grande dolor y la máxima representación de la miseria de sus vidas.
Millones de seres humanos amanecen cada día sin saber si se acostarán con algo en el estómago y sin tener claro siquiera si llegarán a acostarse.
Mientras algunos critican la comida que les sirven y otros piden porciones exorbitantes para dejar más de la mitad en esta sociedad de los excesos y de la abundancia, hay otros que están esperando alegres el momento de recibir los sobrados para sobrevivir y dar gracias a la vida.
Mientras algunos se quejan por el malestar que les produce tener el estómago demasiado lleno, hay otros que sonríen y comparten en familia esos restos que para ellos significan la diferencia entre la vida y la muerte.
Mientras algunos, sin estar acosados por el hambre verdadero, devoran con voracidad enormes cantidades de comida y desechan iguales cantidades sin el menor remordimiento, otros, así sientan sus cuerpos desfallecer y pedir a gritos un poco de energía, esperan para rezar y dar las gracias antes de probar bocado.
Y el mundo sigue.
Unos desechan lo que para otros es la vida.
Algunos no saben que otros se comen lo que ellos dejaron a un lado como basura.
Otros oyen la palabra hambre y piensan en que quizá en algún lugar del mundo haya gente que no tiene qué comer. Pero realmente no saben de lo que están hablando. No tienen la menor idea de lo que significa tener un estómago vacío y sufrir no tanto por el estómago propio, sino por el de aquellos a quienes se ama y a quienes no hay cómo ayudar.
Hay verdaderos problemas en nuestra sociedad. No es posible que consideremos normal gastar millones de dólares en reuniones, festejos, campañas, publicidad, etc., mientras que hay seres humanos como nosotros que se sienten olvidados por el mundo y que pasan sus días con un hueco por dentro hasta terminar sus vidas de la forma más miserable.
Por más idealista que pueda ser y sonar, no renunciaré a pedirles a los seres humanos que hoy somos dueños del destino del planeta: ¡Por favor, tenemos que hacer algo!
¡Por favor, convirtámonos en una generación que cambie el mundo!
Las lágrimas no me dejan ver para seguir escribiendo. Quizá no haya nada más que decir. Qué las imágenes que verán a continuación no salgan jamás de la mente de ninguno para que sean conscientes cuando tienen un plato de comida al frente, para que jamás pidan lo que no se van a comer, para que adviertan si no quieren algo que viene con lo que pidieron, para que guarden algo que dejaron y lo compartan con otro ser humano o, en último caso, con un animal.
El HAMBRE es una condición indigna para los seres humanos. Aquellos que no lo sentimos somos responsables de que otros dejen de sentirlo.
No dejen de ver el video; ayuda a comprender.
Este cortometraje sobre el hambre y la pobreza que produce la globalización fue realizado en el año 2005 por el director filipino Ferdinand Dimadura y, a principios de 2006, se convirtió en el ganador del concurso de cortometrajes del Festival de Berlín «Comida, sabor y hambre».